1. "Pastillas contra el dolor ajeno"
Por lo que he investigado esta campaña surge a raíz de la colaboración entre
Juan Carlos Tomasi (importante fotógrafo de la ONG Médicos Sin Fronteras) y
Jorge Martínez (creador del ya extinto festival "Punto Aparte", a su vez, socio
de la agencia de comunicación Germinal).
Todo comenzó a desarrollarse desde el momento en el que este último
personaje, Jorge Martínez, visualizó unos “retratos de enfermos olvidados”,
realizados por el fotógrafo anterior, Tomasi; ambos comenzaron una
investigación sobre tan dramática situación.
En un estudio del año 2007 se descubrió que, de los diez medicamentos más
vendidos en España, siete, son para calmar algún tipo de dolor. Y entonces
surgió la idea: ¿por qué no crear unas pastillas que pueda tomar la gente que
sí tiene acceso a medicamentos y que sirva para curar las enfermedades de
aquellos que no disponen de ellos? Así nació el concepto de "Pastillas contra el
dolor ajeno" y la idea de crear un producto para su venta en farmacias.
Desde mi punto de vista se trata más bien de una especie de “falso
analgésico”, que no cura nuestro dolor, sino el de los demás, y cuyos
beneficios se utilizan para el diagnóstico y tratamiento de enfermos olvidados
en países en desarrollo.
Se trata de un conmovedor spot publicitario protagonizado por el recientemente
fallecido Luis García Berlanga, La campaña cuenta con una página web
(msf.es/pastillascontraeldolorajeno) en la cual se puede visionar directamente
el anuncio.
También he estado leyendo que Canal+ ha realizado un documental de, una
media hora, sobre la historia de la campaña. Especialmente me ha llamado la
atención que, personajes públicos, como Andrés Iniesta, Andreu Buenafuente,
Alejandro Sanz…, entre otros muchos, se han sumado a esta iniciativa solidaria
y nos hacer ver como toman "la pastilla contra el dolor ajeno".
Desde Médicos Sin Fronteras nos han estado informando, a través de los
diversos medios de comunicación (tv, radio, internet…) que la mayoría de estas
enfermedades son responsables de aproximadamente unos14 millones de
muertes al año y, sin embargo, no resultan demasiado conocidas. Bajo mi
punto de vista: no entran en los planes de I+D de las grandes compañías
farmacéuticas. ¿Tendrá algo que ver que el 90% de las víctimas pertenezcan a
países en vías de desarrollo? Por eso es mejor que hablemos no tanto de
“dolencias” olvidadas, sino de “personas” olvidadas.
Sin embargo, las otras enfermedades, más conocidas, tienen tratamientos
relativamente sencillos para nosotros pero tan caros para ellos, precios de
sociedades ricas para países pobres, que son prácticamente inaccesibles. Eso
sin olvidar que los efectos secundarios no carecen de importancia. Estas
pastillas, en el que se las toma, curan el egocentrismo, combaten el tenerse-
pena-a-uno-mismo, ayudan a ver la crisis con ojos menos egoístas, etc.