"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
Misioneros.continental I
1. MISIONEROS.CONT
continentales
Dedicatoria:
A todos los que tienen a la Iglesia Latinoamericana
por madre querida, la defienden y acatan sus enseñanzas.
INTRODUCCIÓN
El siguiente es un material de retiro, de oración, formación o motivación para seguir siendo fieles
seguidores de la obra MISIONERA de Jesús.
No podemos desfallecer mientras allá un pobre en el mundo. No podemos desfallecer mientras nos
invite e increpe el llamado de Jesús. No podemos dejar de verlo, oírlo, sentirlo y seguirlo; la tarea es
ardua y Él, en su santísima voluntad, revoletea donde quiere … Él sigue con nosotros o sin nosotros.
El primer contenido está pensado más para grupos apostólicos y otros con inquietud misionera:
I. La disciplina del discípulo.
II. La mística del misionero.
III. La espiritualidad del misionero.
El segundo contenido está pensado para quienes desean concretamente lanzarse a ser de misioneros:
Misión es…
Objetivos de la Misión
Metodología de la Misión:
A. El enamoramiento.
B. El noviazgo.
C. Petición de anillos o entrega de anillos, tres retiros: 1. Un día con Jesús, 2. Medios
para el apostolado, 3. Al pecho llevo una cruz.
D. El cuidado de los hijos: las comunidades.
MISIONEROS.CONT
1
2. PRIMERA PARTE
MISIONEROS.CONT
I. LA DISCIPLINA DEL DISCÍPULO
Estas palabras provienen del latín y están relacionadas entre sí (Dicipulus – Disciplina).
Disciplina: un instrumento, hecho ordinariamente de caña, con varias ramales cuyos extremos o
canelones son más gruesos y que sirve para azotar. Observancia o cumplimiento de leyes u
ordenamientos con cierto rigor, severidad y exigencia, exactitud y orden.
Puede ser azotar por penitencia o castigo.
Disciplinantes: los que en semana Santa van en procesión azotándose y rezando las estaciones del
viacrucis.
Contiene:
1. Escuchar a Jesús y al mundo para aprender.
2. Dejarse lavar los pies como Pedro.
3. No tener miedo.
4. Amar (En esto conocerán todos que son mis discípulos).
5. Orar con María Santísima.
6. Trabajar en comunión.
7. Llevar la cruz.
1. ESCUCHAR BIEN “El que no sabe escuchar no puede ser Discípulo de Jesús”1
El primero y más grande de los mandamientos es “Escucha Israel” el famoso Shema. El Dios padre
ordena escuchar a su Hijo predilecto (transfiguración).
Signo de haber caído en el activismo es hablar más del Señor que con el Señor. Al contrario de Samuel
que dice “Habla Señor que tu siervo escucha”, nosotros decimos “Calla Señor que tu siervo habla”.
Es también el caso de Martha, hermana de Lázaro, que le dice a Jesús “Mira mi hermana no me ayuda a
atenderte”. Jesús le puede responder "no es María la que debe hacer lo que tú estás haciendo, sino tú
quien debes imitarla.”2 Sentarse a los pies del maestro es una forma de “Permanecer en Él”, unido como
1
PRADO FLORES, José H. Formación de discípulos. Edit ¿?????. Ciudad ¿??? p. 68
2
Ibid. p. 67.
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2
3. el sarmiento a la vid, bebiendo de su sabia, participando de su vida y profundamente enraizado en Él. El
discípulo está frente a su maestro, lo mira y es mirado por Él, lo conoce y es conocido. Desde su cátedra
Jesús transmite paz, sosiego y sabiduría a sus oyentes.
LOGOS Y REMA
Las palabras griegas Logos y Rema significan:
Logos: es lo que Dios ya dijo, el mensaje revelado que es inmutable e infalible.
Rema: es lo que Dios está diciendo en este momento preciso.
La palabra revelada, logos, es base insustituible pero nuestro Dios sigue hablando y comunicándose con
nosotros para dirigirnos en cada decisión y momento de nuestra vida.
El rema es palabra eficaz para una circunstancia, respuesta para una pregunta y luz para un paso
“muchos patriarcas y profetas desearon ver lo que vosotros veís y escuchad lo que vosotros escuchaís”.
DIFICULTADES PARA LA ESCUCHA
a. Las preocupaciones del mundo, que conceden prioridad a las cosas transitorias. Vivir como si
sólo contáramos con nuestras fuerzas para solucionar nuestros problemas.
b. El afán de las riquezas que comprende la exagerada búsqueda de bienes materiales, títulos y
poder. La ambición que nunca se sacia; al contrario, se cae en el remolino de la codicia, que es
una idolatría.
c. La concupiscencia de la carne, que es la satisfacción desmedida de todos los sentidos, viviendo
bajo la ley del menor esfuerzo.3
ESCUCHAR LOS GEMIDOS DE LA CREACIÓN
Es imposible considerar al hombre separado del universo del que forma parte. La reciente toma de
conciencia ecológica nos abre los ojos sobre un aspecto del pecado y nos obliga a preguntarnos hacia
dónde va nuestra historia en medio de tantas tensiones y contradicciones.
La creación siempre está con dolores y gemidos (Rm 8,18)4. Pero Dios la librará de la corrupción por
amor al hombre “que no es en el mundo como una estatua sobre un pedestal, sino como una flor en su
propio tiesto (Huby)”5 y por la acción de Cristo Jesús que ya ha logrado su total liberación.
El discípulo escucha a Dios y al mundo en su historia que tiene mucho de gemido de muerte, de
corrupción, miseria humana, pero también gritos de libertad, de filiación, de hermandad y resurrección.
3
Ibid. p. 69.
4
Biblia Latinoamericana. Editorial San Pablo.???????
5
Comentarios a la Biblia litúrgica. España. p. 1736 ¿??????
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3
4. Sean de nuestra constante oración, meditación y contemplación las palabras de la santísima virgen
María “dispersó a los soberbios, derribó a los poderosos de sus tronos y elevó a los humildes, a los
hambrientos los colmó de bienes y despidió a los ricos con las manos vacías” (Lc 2, 36 – 48 ¿???) 6. Son el
hilo de plata conductor de la historia.
CÓMO ESCUCHAR
* Como el profeta Habacuc “me ubicaré en mi torre de vigía y me podré de pie sobre mi almena para ver
si diviso su respuesta, lo que Él va a contestar a mi pregunta” (Hab 2,1) 7. Para escuchar al Señor los oídos
y el corazón se ponen a la expectativa, la atención se abre de par en par y se enciende la esperanza.
Entonces la palabra del Señor caerá como lluvia y rocío en un campo sediento. La sed de Dios es deseo
de escucharlo.
* Otro modo: se escucha la palabra y se mira en el momento presente si ella es remedio del alma,
sabiduría, alegría para el corazón, luz para los ojos, verdad para la mente, riqueza para la vida, miel para
los labio, limpieza del mal, dominio de la soberbia, perdón para los pecados, oración, meditación Sal
19(18), 8 – 15.
* O se hace la lectio Divina en privado o en común para que la buena noticia se convierta en buena
realidad.
* Pero en quien realmente fijo mis ojos es en el humilde y abatido que se estremece por mi Palabra (Is
66,2).
2. DEJARSE LAVAR LOS PIES COMO PEDRO
Desde la última cena Jesús lava los pies a sus Apóstoles (Jn 13, 4 – 9). Jesús nos quiere purificar, nos
quiere quitar el pecado; a veces no queremos que Él nos lo quite “Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo” (comunión).
Qué es el pecado: digamos, en primer lugar, que Dios nos ha dado previamente la fuerza necesaria para
cumplir todos los mandamientos, de manera que no hemos de apenarnos como si nos exigiesen algo
extraordinario, ni hemos de enorgullecernos como si devolviésemos a cambio más de lo que Él nos ha
dado. Si usamos rectamente de estas energías que se nos han otorgado, entonces llevaremos con amor
una vida llena de virtudes; en cambio, si no las usamos adecuadamente, habremos viciado su finalidad.
En esto consiste precisamente el pecado: en el uso desviado y contrario a la voluntad de Dios de las
facultades que nos ha dado para hacer el bien; por el contrario la virtud consiste en usar de esas
facultades, con recta conciencia, de acuerdo a los designios del creador” (Regla monástica de San Basilio
Magno obispo)8.
Pecado es convertir los dones de Dios en ofesas (San Luís Rey de Francia, carta a su hijo) 9. Pecado es
disparo que no da en el blanco (Antiguo Testamento). Pecar es fallar el hombre en su finalidad que es
6
Biblia Latinoamericana.
7
Ibid.
8
Liturgia de las Horas III. p. 17 y 18.
9
Ibid. Fiesta de San Luís.
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5. Dios mismo10. Pecado es un falso positivo con la que pretenden recibir una recompensa o pago por una
acción sin cumplir lo pactado. Es engañar y engañarse. Pecado es un fracaso humano “miren al hombre
preñado de malicia; concibe la desgracia y da a luz el fracaso” (Sal 7, 15). Pecado es preferir el amor de
la creatura al amor del creador. Apegarse a la creatura y despreciar a Dios. (Santo Tomás de Aquino).
El pecado se comete porque no se cree en el poder de la oración de Jesús: “no nos dejes caer en la
tentación y líbranos del mal”; también porque no se alejan de las ocasiones de pecado.
Pero el pecado se puede reciclar para acercarnos a Dios, no presumiendo de nuestras buenas obras, sino
con un corazón contrito y humillado que se abandona a la misericordia divina”11
3. NO TENER MIEDO
a. A la persecución. Es como una herencia “el ciento por uno con persecuciones” (Mc 10, 29). Es un
parecido “el siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también los perseguirán a
ustedes” (Mt 10, 24). Es una lógica “si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosas suyas.
Pero como ya no son del mundo, porque YO, al elegirlos los saque del mundo, por eso el mundo los
odia” (Jn 15, 19).
b. Al fracaso. La gloria no está prometida para disfrutarla en este mundo, sino más allá. A cambio está
el combate espiritual en el que hay heridas, golpes y fatigas. Dijo Jesús a la gente “el que quiera
salvarse a sí mismo se perderá, pero el que pierda su vida por causa mía se salvará” (Mc???????)
c. A los que matan el cuerpo (Lc 12, 4).
d. A los problemas y dificultades. Jesús es muy explícito: “Vayan como corderos entre lobos” (Mt
10,16). Habrá tribulaciones (Jn 16,36).
e. A la calumnia (Mt 5,11).
f. Al silencio de los buenos. Martin Luter King dijo en un discurso “más le temo al silencio de los
buenos que a la sevicia de los malos”
g. Al silencio propio. Jesús quiere el silencio (Mt 6,6). El silencio es la revelación (Loat-se). “la desgracia
del hombre moderno está en que no es capaz de permanecer media hora a solas con Dios y consigo
mismo” (Pascal)
4. EL AMOR COMO DISTINTIVO “en esto reconocerán todos que son mis discípulos, si se aman
unos a otros” (Jn 13, 35)
El amor siempre es nupcial. El amor al prójimo resulta del amor de Dios y del amor a uno mismo. “Si
Dios me ama, yo también me amo; si Dios ama a mi prójimo, yo también lo amo.” (P. Gillermo Giraldo).
Cuando falla el amor al prójimo hay que mirar en dos direcciones.
10
FAUSTI, Silvano. Una comunidad lee el evangelio de Marcos. 1 edición. Editorial San Pablo. Bogotá,
2006. p. 78
11
Ibid. PRADO, p. 121
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6. Amar es dar, es dar gusto al amado. Al final se nos examinará sobre el amor (San Agustín). El que ama no
hace nada malo al prójimo, además le proporciona el pan y el perdón (Corrección fraterna). El amor es el
mandato nuevo de Jesús y el primero de los mandamientos; es la principal de las virtudes; es el vínculo
de la perfección (Col 3,14); es la fuente y el término de la práctica cristiana12.
5. ORAR CON MARÍA SANTÍSIMA
Santa Teresita decía que “orar es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de
reconocimiento y de amor, tanto dentro de la prueba, como dentro de la alegría”. “Es inclinar la frente
hasta el suelo y elevar la mente hacia el cielo; es poner el corazón en los labios” (Mahatma Gandi). La
base de la oración: Dios es el Señor y el hombre un mendigo ante Él.13
Nosotros podemos orar con la virgen María y a ella. Y por ella nos unimos (cooperamos) a la acción del
Espíritu Santo y éste nos une a la persona del Hijo Único y por Él al Padre 14. María nos enseña el camino
(hodighitría) de la oración y de la historia15. Los apóstoles se reunían en compañía de algunas mujeres,
de María, la madre de Jesús y de sus hermanos (Hch 1,14).
6. TRABAJAR EN COMUNIÓN
a. La vida cristiana es comunión. La vida en comunidad es esencial a la vocación cristiana (DA 164).
El discipulado y la misión siempre suponen la pertenencia a una comunidad. Dios no quiso salvarnos
aisladamente sino formando un pueblo. Este es un aspecto que distingue la vivencia de la vocación
cristiana de un simple sentimiento religioso individual. La fe nos libera del aislamiento del yo
porque nos lleva a la comunión. Esto significa que una dimensión constitutiva del acontecimiento
cristiano es la pertenencia a una comunidad concreta en la que podamos vivir una experiencia
permanente de discipulado y comunión con los suseros de los apóstoles y con el Papa (DA 156).
Esta realidad se hace presente en nuestra vida por obra del Espíritu Santo que también a través de
los sacramentos nos ilumina y vivifica. En virtud del bautismo y confirmación somos llamados a ser
discípulos y misioneros de Jesucristo para entrar en comunión trinitaria en la Iglesia (DA 153). Al
recibir la fe y el bautismo los cristianos acogemos la acción del Espíritu Santo que lleva a proclamar
a Jesús como Hijo de Dios y a llamar a Dios “Abba” (DA 157). El misterio de la trinidad es la fuente,
el modelo y la meta del misterio de la Iglesia: “un pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo”, llamada en Cristo como sacramento o signo e instrumento de la íntima unión
con Dios y de la unidad de todo el género humano.
12
Catecismo de la Iglesia Católica. No. 1825.
13
CIC. No. 2559.
14
CIC. No. 2679.
15
CIC. No. 2618 y 2682.
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7. El amor recibido del Padre gracias a Jesucristo por la unión del Espíritu Santo es la prioridad
fundamental (DA 14). Toda nuestra fe en la santísima Trinidad entra a formar parte de la disciplina
del discípulo.
La comunión de los fieles y de las iglesias particulares se sustenta en la comunión con la Trinidad
(DA 155). A través del sacerdocio común del Pueblo de Dios estamos llamados a vivir y a (repartir)
transmitir la comunión con la trinidad.
b. La misión es comunión. (DA 154 – 159)
Jesús ordena a sus Apóstoles y Discípulos misionar de dos en dos, estos dos pueden ser el amor de
Dios y amor al prójimo, o el anuncio y la denuncia, o el mensaje de la fe y la conversión. Estos dos
pueden ser la representación de la comunidad que los envía.
* La misión de Jesús. Los Apóstoles y Discípulos van a predicar la misma misión de Jesús. Él la
proclamo al regresar a Nazaret “el Espíritu está sobre mí, está conmigo y me envía a proclamar la
buena nueva a los pobres, la libertad a los cautivos, la vista a los ciegos, la liberación a los oprimidos
y un año de gracia del Señor” (Lc 4,16). Y mientras haya pobres, cautivos, enfermos, oprimidos y
pecadores esa gran misión continúa. Por eso Jesús dice: “como el Padre me envió, así también yo
los envío” (Jn 20,21), se trata de completar la misión de Jesús, la obra que el Padre le encomendó.
* Un solo Espíritu. Y para este trabajo de la misión nos deja su Espíritu. Sólo con el Espíritu de Cristo
resucitado es posible ser sus testigos y construir su reino. Sin el Espíritu de Cristo es imposible
completar su obra. “Sin una experiencia neumática como la de Jesús en el Jordán o la de los 120 en
el cenáculo no se puede fecundar la vida de Dios en el mundo. El libro de los Hechos de los
Apóstoles narra no menos de 8 donaciones del Espíritu. Es decir, la función del Espíritu se repite
tantas veces como sea necesario. Cada enviado precisa de un pentecostés personal que lo capacite
para testifica la resurrección de Cristo Jesús” 16
* Espíritu y dones. El Espíritu Santo da herramientas para el trabajo. Estos instrumentos son los
dones o carismas. Estamos llamados a anunciar la muerte y proclamar la resurrección de Cristo
Jesús con valentía y con poder. No se trata de una comunicación de teorías o de historia sin valor,
sino del anuncio explícito de la persona de Jesús con sus tres acontecimientos centrales: muerte,
resurrección y glorificación (nacimiento, pascua y pentecostés), pesebre, cruz y sacramento en San
Alfonso de Ligorio. Por ende proclamar sus títulos: Señor, Mesías, Salvador, Redentor, Liberador,
Hijo del hombre, Culminación de la historia, Señor de la Gloria17.
Y todo esto para que el discípulo tenga una experiencia de salvación- liberación a través de un
encuentro personal con Jesucristo resucitado.
16
Ibid. PRADOS. p. 142.
17
Ibid. p. 142.
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7
8. II. LA MÍSTICA DEL MISIONERO
Mística es una palabra griega que significa oculto, invisible. “Denota la acción invisible del alma con
el Dios invisible en el templo invisible del corazón”18.
Mística es una parte de la teología que estudia la acción del hombre con Dios a través de la
contemplación19.
Los místicos auténticos son los que se hacen un solo espíritu con Dios (1Cor 6,17 y 2Cor 3,17).
Mediante ese espíritu los místicos sienten, gustan, ven y oyen al Dios uno y trino, de un modo
intermedio entre el simple conocimiento por la fe y la visión directa en el cielo. Así lo manifiesta
Jesús: Jn 10, 14; 14,21 – 23; 17 – 22. Éste punto intermedio es doloroso: pecado, gracia;
condenación, salvación; vida, muerte (CIC 2015):
“La oración personal, meditada, silenciosa, prolongada es algo indispensable, ayuda a cultivar una
profunda amistad y comunión con Jesucristo, referencia fundamental. No es una simple comunión
de ideas, sino de vida y acciones, de sentimientos y de posturas” 20. La experiencia mística no está
desligada de la práctica. No basta con decir: “Señor, Señor”. No hay mística verdadera sin
18
MIELGO, Rafael. Las cumbres de la mística para el pueblo. p. 36. Venezuela. Edit???
19
Enciclopedia Labor.
20
MOSCONI, Luís. Santas misiones populares. p. 125.
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8
9. compromiso liberador. La experiencia mística de Dios genera preciosas motivaciones y con ellas se
elaboran proyectos de vida21.
MÍSTICA DEL ENCUENTRO CON JESUCRISTO
El encuentro con Jesucristo resucitado es el mayor tesoro que podemos tener y ofrecer. Hay está el
sentido pleno de la vida (DA 18 y 95).
¿QUÉ ES ESTE ENCUENTRO?
1. Recomenzar desde Cristo (DA 12, 41 y 549).
El cristianismo no es una ética, una doctrina, una práctica ritual o una tradición religiosa. Es la
persona divina de Jesucristo.
El tiene una patria, una historia, una cultura y una religión. Divide con su nacimiento la historia
humana en un antes de Cristo y en un después de Cristo. Pero además tiene una meta historia:
“estar junto a Dios desde el principio y ser Dios vida y luz de la creación” (Jn 1, 1- 4). Posee
también una trans historia: su resurrección, primicia de los que van a resucitar (1Cor 15,20). En
medio de la meta historia y de la trans historia se mece la historia de Jesús.
Él es el Señor de la historia (DA 549) y se trata de hacer historia de salvación con Él. El
encuentro personal y comunitario con la historia de Jesús nos hace confirmar, renovar y
revitalizar la novedad del evangelio, arraigada en nuestra historia personal, familiar y nacional y
latinoamericana. (DA 11)22
2. El encuentro con Cristo es recuperar nuestra identidad bautismal.
Jesucristo nos llama desde el bautismo a ver la historia como Él la ve, a juzgar la vida como Él lo
hace, a elegir y a amar como Él, a cultivar la esperanza como Él nos enseña y a vivir con Él la
comunión con el Padre y el Espíritu Santo (DA 336; Mt 28,19).
Nos quita el pecado original y purifica de otros, nos da la vida nueva de hijos de Dios, nos
incorpora a la Iglesia, nos capacita para reconocerlo como cabeza y primogénito de toda la
humanidad (DA 349). Espera de nosotros un testimonio de santidad y compromiso con los más
débiles en sus necesidades (DA 352). No vivimos menos, sino mejor, cuando Dios nos pide
ofrecer mucho más.
3. El encuentro es con Jesús amigo.
Llama a nuestras puertas “mira que estoy a la puerta y llamo; si uno escucha mi voz y me abre,
yo entraré a su casa y cenaré con Él y Él conmigo” (Ap 3,20). Sólo con esta amistad se abren las
puertas de la vida bella, grande y libre. Sólo con esta amistad se abren las posibilidades de la
21
Ibid. p. 104.
22
“Iluminar los momentos de la historia con la presencia de Dios es un ejercicio útil”. Monseñor Mario
Moronta obispo del Táchira, Venezuela. Ejercicios espirituales redentoristas 2010 en los Teques.
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10. condición humana. Él no quita nada y lo da todo. Él siendo el Señor, se hizo servidor y
obediente hasta la muerte de cruz (Filp 2,8), siendo rico, eligió ser pobre por nosotros (2Cor
8,9; DA 31). Nos da el amor del Padre y de la madre Santísima y nos invita a entrar en su
Reinado (DA 17). Se nos ofrece como camino, verdad y vida. Camino de salvación universal;
verdad que enseña a renunciar a nuestras mentiras y ambiciones; vida: entrega su vida divina a
cambio de la nuestra humana, para que ésta sea también divina Jn 15,14 “Ustedes son mis
amigos si cumplen lo que yo les mando” Jn 15, 15b “Los llamo amigos porque les he dado a
conocer todo lo que aprendí de mi Padre”.
4. El encuentro con Cristo es pertenencia a Él (DA 145).
Llevamos en nuestra marca de creación un sello de pertenencia: “somos imagen y semejanza
de Dios”. “Llevamos la imagen del hombre terrenal, pero también llevamos la imagen del
hombre celestial” (1Cor 15,40). Él es nuestro rescate (1P 1,18) “no olviden que han sido
rescatados de su vida inútil, no con un rescate material de oro o de plata, sino con la sangre
preciosa del cordero inmaculado”. Le pertenecemos como reino de sacerdotes, nación
consagrada, pueblo de su propiedad (1P 2,9)23. “Tanto en vida como en muerte le
pertenecemos porque es Señor de vivos y de muertos” (Rm 14,7). La conciencia de pertenencia
a Cristo crece de persona a persona, de comunidad a comunidad y de la Iglesia a todos los
confines del mundo (DA 145).
5. Encontrar a Cristo es “Dar sentido a la Vida”.
En el mundo de hoy vemos el fenómeno de la globalización como un entramado de relaciones a
nivel planetario (DA?????), impacta la cultura, la economía, la política, las ciencias, la
educación, el deporte, las artes y la información dispersa, pero de última hora. Congestiona los
hogares y demás espacios y entretiene con imágenes exitosas que ocultan y malinterpretan el
sentido de la vida (DA 35) y de la felicidad, afectan negativamente a los sectores más pobres
con algo nuevo: la exclusión social. Con ella queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la
sociedad en la que se vive, pues ya no se está abajo en la periferia o sin poder, sino que se está
afuera. Los excluidos no son solamente explotados, sino “sobrantes” y “desechables” (DA 65).
La globalización en América Latina pone en riesgo de erosión el rico tesoro, su patrimonio más
valioso: la fe en Dios amor. Nuestra mayor amenaza es la fatiga, la desilusión, la acomodación
(DA 362); gris pragmatismo (DA 12) que tolera el desgaste de la fe y de la religiosidad.
La prioridad en la Iglesia es que Jesucristo sea encontrado, seguido, amado, anunciado y
comunicado a todos. Es el mejor servicio para las personas y las naciones (DA 14) porque Él da
firmeza y sentido a la vida. El encuentro con Cristo llena nuestras “Vidas” de sentido, de verdad
y amor, de alegría y esperanza (DA 548).
6. El encuentro con Cristo es admiración por su persona.
23
Muchos barajan el texto de Isaías en forma personal, sabiendo que se refiere a todo el pueblo: “no
temas porque yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre, tu eres mío” (Is 43,14).
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11. Ésta admiración y asombro busca una adhesión total a su persona y compromete radicalmente
la libertad a entregarse sin miedos, ni reservas a Él, a su mirada de amor y a su llamada de
compromiso (DA 136).
7. El encuentro con Cristo es un enamoramiento (DA 146).
El Espíritu Santo, el maestro que forma a los discípulos, los hace enamorarse de Jesús para que
contemplen su rostro divino de hombre y rostro humano de Dios (DA 107 y 392). Jesús es el
más bello de los hombres (Sal 45, 3). En el rosario la virgen va mostrando el rostro gozoso,
luminoso, doloroso y glorioso de su Emmanuel “cuando haya sido levantado de la tierra,
atraeré a todos a mi” (Jn 12, 32). Jesús atrae no a la fuerza, sino con gusto y felicidad como el
pastor atrae a la oveja con un manojo de hierba seleccionada. Jesús nos atrae con el pesebre, la
cruz y el sacramento (visita al santísimo No. 6 de San Alfonso) y nos atrae hacia otros rostros
(DA 32; 65; 402).
8. Encontrar a Jesucristo es hacer la opción fundamental (DA 243).
Es la elección originaria de la persona de Cristo como regla suprema: Col 2, 1 -10. Es una
solidaridad total con Él, sus amigos y sus intereses: Lc 11, 23. Es una militancia de grupo
organizado militarmente por Él y para Él. Es “estar a favor y en contra”, como en el deporte
competitivo. La opción fundamental por Jesucristo condiciona la vida como el cimiento
condiciona la construcción de la casa o del edificio. La opción fundamental llega con la madurez
humana y cristiana de la persona.
9. Encontrar a Jesucristo es cambiar el corazón (DA 241).
En el Antiguo Testamento se nos habla de cambiar el corazón de piedra por un corazón de
carne; en el Nuevo Testamento se trata de cambiar el corazón de carne por el corazón de Cristo
y tener sus mismos sentimientos; Filp 2, 5: “la humilde sumisión del espíritu, la adoración, el
honor y la alabanza y la acción de gracias” y unir a Él nuestros sentimientos: la abnegación
propia, el ejercicio de la penitencia, el dolor y la expiación de los pecados”24.
La gloria de la virgen Madre
Ella es la interlocutora del Padre-Dios (DA 266) en su proyecto de enviar su verbo al mundo
para la salvación humana.
María de Nazaret tuvo una misión única en la historia de la salvación concibiendo a su Hijo.
Junto con el misterio escondido de la sabiduría divina, el plan secreto que estableció Dios desde
el principio para llevarnos a la gloria (1Cor 2,7) se nos revela la admirable fecundidad de María.
Ella se hace Madre de Dios, del Cristo histórico, en el “Fiat” de la anunciación cuando el Espíritu
Santo la cubre con su sombra (Puebla 287). Ella nos muestra el fruto de su vientre y nos enseña
24
PIO XII. Mediator Dei. De las Liturgia de las Horas III; p. 1939.
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12. a responder como ella en el misterio de la encarnación (DA 553). Ella es la presencia materna,
indispensable y decisiva en la gestación de un pueblo de hijos y hermanos, de discípulos y
misioneros (DA 524). Ella es la plenitud de los tiempos (Gal 4,4). Ella atrae multitudes a la
comunión con Jesús, como el Padre Dios atrae hacia Él (Jn 6,65). Ella nos exhorta a hacer lo que
Jesús nos diga (Jn 2,5) y así completa el mandato del Padre: “Éste es mi hijo el amado; éste es
mi elegido, escuchadlo” (Mt 17,5).
Ella es la discípula perfecta del Señor (DA 266).
DA 217: Ella, que conservaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón (Lc 2,19 y
2,51) nos enseña en el primado de la escucha de la Palabra en la vida del discípulo misionero. El
corazón de la virgen es la biblia más hermosa, más tierna y mejor enseñada, obra del Espíritu
Santo (2Cor 3,3,). Ella es la fiel acompañante del Señor en todos sus caminos para escucharlo
siempre (Puebla 292). Ella es la más alta realización del evangelio y cuida para que penetre y
conforme nuestra vida y produzca frutos de santidad (Puebla 290). María, discípula entre las
discípulas, es fundamental en la recuperación de la dignidad de la mujer y su valor en la Iglesia
para que encarne el Espíritu y espiritualice la carne (DA 299). En el canto del magníficat se
compromete con los pobres y levanta su voz profética. Sube al calvario en pos de su hijo y la
cruz que es de ambos. Ofrece sus lágrimas y su fortaleza al crucificado. Y cuando el Padre
abandona (Sal 22) ella está presente como rostro maternal de Dios.
Ella es la misionera del Espíritu
Ella trajo el evangelio a nuestra América. 29 años después de la calavera Santa María llega la
virgen María en persona y se comunica con Juan Diego. No es un apóstol, es la guadalupana,
nuestra misionera. Ella despierta el corazón filial que duerme en cada hombre (Puebla 245) y
suscita en los creyentes las plegarias de la ternura, el dolor y la esperanza (Puebla 241). Ella
reúne las diversas lenguas y culturas de las etnias en una sola alabanza al supremo creador;
peregrina con ellas a sus santuarios para entregarle el evangelio, la reconciliación y la
eucaristía. Ella es la gran misionera y formadora de misioneros (DA 269) quiere que
pertenezcamos a su escuela (DA 270) “casa y escuela de comunión (DA 272) para acoger y
guardar dentro del corazón las luces que ella por mandato divino envía desde el cielo (DA 270).
Ella pide que dejemos la comodidad, el estancamiento y la tibieza y acariciemos el rostro
latinoamericano y caribeño de nuestra Iglesia para embellecerlo con un desborde gratitud,
alegría y esperanza (DA 362; 14). Que este continente de la esperanza también sea el
continente del amor, de la vida y de la paz (DA discurso del Papa Benedicto XVI).
III. LA ESPIRITUALIDAD DEL MISIONERO
Mística y espiritualidad son inseparables. La mística es experiencia profunda de Dios. La
espiritualidad es la vivencia del encuentro con Cristo en lo cotidiano de la vida. La espiritualidad
está orientada por la mística. A tal mística, a tal espiritualidad. No vale hablar de mística y de
convicciones, si el diario vivir está en otra dirección. Nuestra vida cotidiana ha de estar en la
línea de las convicciones y opciones25.
25
Ibid. MOSCONI. p. 114.
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13. La palabra espiritualidad no está en la Biblia. Jesús vivió según el espíritu. Fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo; “el Espíritu está conmigo” dice en el bautismo y en la misión de
Nazaret; y entrega el Espíritu.
Las primeras comunidades se dejaron conducir por el espíritu de Pentecostés. “El Espíritu Santo
y nosotros decidimos” (Hch 4,31; 13,3; 15,28). “Vida según el Espíritu” es una expresión de San
Pablo.
La espiritualidad es: -un estilo de vida – una manera de vivir (no cualquier estilo de vida sirve
para vivir según el espíritu de Jesús).
Hay una espiritualidad única la del seguimiento de Jesús que puede ser vivida según las
diferentes vocaciones: familia, soltería, sacerdocio, profesión, consagración.
Seguir a Cristo es la primera vocación del cristiano (CIC No 2232). Necesitamos tener las mismas
opciones de Jesús, los mismos sentimientos de Jesús. La vida según el Espíritu es la vida guiada
y orientada por los mismos sentimientos y opciones de Jesús. Hay que conocerlo y reconocerlo,
saber estar con Él, tener una praxis; no sólo culto, rezos y devociones.
SEGUIR A CRISTO
Según Víctor Codina26
Sin Cristo no hay cristianismo, lo cristiano es Él mismo
No es una doctrina, una ética, una práctica ritual, una tradición religiosa. Es todo lo que se
relaciona con la persona de Jesucristo “Dios se revela total y completo en un trozo de historia
humilde y concreta, en un hombre determinado y sólo en Él Dios encuentra al hombre y el
hombre encuentra a Dios. ¡Un hombre Judío que ha nacido y ha vivido en un tiempo y en un
espacio determinado tiene un valor absoluto, ante el cual todos y siempre, se juegan la vida o
la muerte!.
Un trozo de historia que viene a ser la de Jesús de Nazaret es señal eficaz, presencia
sacramental de salvación. Si la fe cristiana consistiera en el evento actual por el cual Dios nos
libera y nos salva, sin pasar a través de la persona y de su historia, entendida como un proyecto
personal y total, como se nos ha manifestado en los evangelios, ellos serían una pura
ideología”(Una comunidad lee el evangelio de Marcos de Silvano Fausti)27.
Los cristianos, llamados así por primera vez en Antioquía (Hch 11,26) son los seguidores de
Jesús. Se trata de –seguir su camino –proseguir su obra –perseguir su causa –conseguir su
plenitud.
Pasos del seguimiento
26
CODINA, VICTOR. Ser Cristiano en el año 2000. p. 21 .29. Edit…????
27
Ibid. p. 192 – 193.
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14. 1. Aceptar – reconocer – al enviado del Padre que viene para anunciar el Reino y traer su
corona.
2. Continuar su estilo de vida sencillo, humilde, manso, misericordioso, pobre.
3. Vivir sus bienaventuranzas.
4. Formar su comunidad.
5. Obedecer al Espíritu Santo.
1. ANUNCIAR EL REINO Y TRAER SU CORONA.
Primeras palabras de Jesús en el evangelio de San Marcos: “El tiempo se ha cumplido, el Reino
de Dios está cerca. Cambien sus caminos y crean en la Buena Nueva”.
Hay muchas parábolas por las cuales llegamos al Rey de ese Reino. Jesús muere como rey (INRI
jesus nazarenus rex iudeorum) y promete el reino-paraíso al buen ladrón.
Seguir a Jesús significa aceptar su proyecto.
Jesús tiene un proyecto, una misión: anunciar y realizar el Reino de Dios (Mc 1,15). Éste es el
plan que el Padre le ha encomendado: formar una gran familia, hijos e hijas, hermanos y
hermanas, un hogar, una humanidad nueva, los nuevos cielos y la nueva tierra que los profetas
habían predicho (Is 65, 17-25). Ésta es la gran utopía de Dios. El auténtico paraíso descrito
simbólicamente en los relatos de la creación del génesis donde la humanidad vivirá reconciliada
con la naturaleza, entre sí y con Dios, de modo que el ser humano sea señor del mundo,
hermano de las personas e hijo de Dios (Puebla 322). Esta buena noticia es algo integral, ya que
abarca a toda la persona y a todo el mundo y, aunque se consumará en el más allá, debe
comenzar aquí en nuestra historia presente. Este Reino de Dios es liberación de todo lo que
oprime a la humanidad, del pecado y del maligno (EN 9). Es en este contexto que tiene sentido
explicar y aprender el Padre Nuestro que es no sólo una fórmula para orar, sino un compendio
del programa de Jesús, el Reino del Padre, el cumplimiento de su voluntad, un mundo donde
halla pan y perdón, liberado de todo mal y victorioso de toda tentación. En ello el Padre es
glorificado, pues la gloria de Dios consiste en que el Reino de Dios venga a la humanidad y todo
el mundo viva como hijo del Padre.
Las parábolas del Reino hablan de esta gran utopía del Reino como un tesoro y una perla por
cuya adquisición vale la pena perderlo todo (Mt 13, 44 - 46). Los apóstoles ante el proyecto de
Jesús dejan sus barcas y redes y lo siguen (Lc 5,11), mientras el joven rico se alejo triste de Jesús
porque tenía muchas riquezas y no quería aceptar el proyecto de fraternidad universal de Jesús
(Mt 19,2). Para seguir a Jesús las riquezas son un gran impedimento (Mt 19,23; Lc 6,24 – 26; 12,
13 – 34) lo cual contrasta con la opinión y la práctica de muchos ricos de América Latina que se
consideran muy cristianos.
Orar en los acontecimientos de cada día y de cada instante es uno de los secretos del Reino,
revelado a los pequeños, a los servidores de Cristo, a los pobres de las bienaventuranzas. Todas
las formas de oración pueden ser la levadura con la que el Señor compara el Reino (CIC 2660).
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15. 2. SEGUIR A JESÚS ES CONTINUAR SU ESTILO DE VIDA.
El programa de Jesús, que es el Reinado de su Padre Dios, es inseparable del mismo Jesús ya
que en Él se encarna y personifica; con Él el Reino se acerca a la humanidad. Jesús posee un
estilo propio y peculiar de anunciar y realizar el Reino.
Nacido pobre (Lc 2,6), hijo de una familia trabajadora (Lc 1,16; 4,22; Mc 6,3), se siente enviado
a anunciar la Buena Nueva a los pobres (Lc 4,18) a sanar a los pecadores, enfermos y
marginados (Lc 7,21 – 23). Jesús a lo largo de su vida va discerniendo lentamente su misión y el
camino que el Padre desea. Rechaza las tentaciones de poder y prestigio (Lc 4, 1 – 13);
reconoce que el Padre revela el misterio de Dios a los sencillos y lo oculta a los sabios y
prudentes de este mundo (Mt 11, 25), se solidariza en todo con los hombres y mujeres, menos
en el pecado (Heb 4, 15), se compadece del pueblo disperso que anda como oveja sin pastor
(Mc 6,34), bendice al pueblo pobre (Lc 6,21) y lanza su grito de denuncia contra los ricos (Lc
6,24) y los fariseos hipócritas (Mt 23).
Jesús constituye a los pobres en jueces de la humanidad y toma como propio cuanto se haga u
omita con ellos (Mt 25, 31 – 45; Mc 9, 36).
Esta opción de Jesús le produjo conflictos y lo llevo a la muerte. Su muerte es un asesinato
tramado por sus enemigos, pero su resurrección no sólo es el triunfo de Jesús, sino la
confirmación por parte de Dios de la validez de su camino. Mientras vivía en este mundo Jesús
fue tomado por loco (Mc 3,21), blasfemo (Mt 26, 65), borracho (Lc 7,34), endemoniado (Lc
11,15) pero el Padre al resucitarlo muestra que el camino de Jesús es el auténtico camino del
Reino y de la vida. Jesús tenía la razón al haber seguido el camino evangélico del siervo de
Yahve (Is 42; 49; 50; 53). Lo proclamado misteriosamente en el bautismo (Mc 1,9) y en la
transfiguración (Mc 9,1) se realiza en la resurrección: Jesús es realmente el Hijo del Padre y a Él
debemos escucharlo y seguirlo. Seguir a Jesús es amar la cruz y perder la vida, para ganar la
vida eterna y salvarse (Mc 8, 34 – 35)28
3. VIVIR LAS BIENAVENTURANZAS.
Las bienaventuranzas están en el centro de la predicación de Jesús; descubren la meta de la
existencia humana. Dios nos llama a su bienaventuranza, no sólo personalmente, sino también
como pueblo, como Iglesia. Las bienaventuranzas nos enseñan el fin último al que Dios nos
llama: la visión de Dios, la participación en la naturaleza divina, la vida eterna, la filiación, el
descanso en Dios.
Las bienaventuranzas nos colocan ante opciones decisivas con respecto a los bienes terrenos;
purifican nuestros corazones para enseñarnos a amar a Dios sobre todas las cosas.
La ley evangélica perfecciona la ley antigua. En las bienaventuranzas da cumplimiento a las
promesas divinas elevándolas y ordenándolas al Reino de los cielos. Se dirige a los que están
dispuestos a acoger con fe esta esperanza nueva: los pobres, los humildes, los afligidos, los
28
El amor de la Iglesia por los pobres pertenece a su constante tradición (k 57). Está inspirado en el
evangelio de las bienaventuranzas, en la pobreza de Jesús y en su atención a los pobres. El amor a los
pobres es también uno de los motivos del deber de trabajar con el fin de hacer partícipe al que se halle
en necesidad (Ef 4,28). No abarca solo la pobreza material, sino también las numerosas formas de
pobreza cultural y religiosa (k 57). CIC 2444.
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16. limpios de corazón, los perseguidos a causa de Cristo, trazando así los caminos sorprendentes
del Reino.
CIC 2833: Se trata de “nuestro” pan, de “uno” para muchos. La pobreza de las bienaventuranzas
entraña compartir los bienes: invita a compartir y comunicar bienes materiales y espirituales,
no por la fuerza, sino por amor, para que la abundancia de unos remedie las necesidades de los
otros (2Cor. 8, 1 – 15)
4. FORMAR COMUNIDAD
Jesús, aunque llamó a sus discípulos personalmente, uno por uno, a su seguimiento (Mc 3,13 –
19) formó con ellos un grupo, los doce, a los que luego se sumaron hombres y mujeres hasta
construir una comunidad: la comunidad de Jesús (Lc 8, 1 – 3). La iglesia prolonga en la historia
el grupo de discípulos de Jesús y es la comunidad quien continúa su misión en este mundo. Es
símbolo y sacramento de Jesús, sacramento de salvación liberadora en nuestra historia (CV II,
constitución sobre la iglesia Lg 1; 9; 48)29
Formar comunidad (según el teólogo bíblico africano John Ikundu)
El Reino para los judíos es la reunificación de Judá e Israel. El Reino para los cristianos es la
reunificación de judíos y gentiles bajo la divinidad-Paternidad… ¡Padre Nuestro!.
De la paternidad procede la fraternidad que es igual al compartir. Por eso la nueva ética es:
1. La búsqueda de los alejados para traerlos de regreso a través de un propósito personal:
-cambio –disciplina comunitaria –o reacción
2. La reconciliación con todos los miembros de la comunidad y
3. La protección a los más necesitados.
Es la ética de la misericordia o benignidad pastoral, es la preocupación constante de “ser como
niños” (Mt 18, 3-5), es decir:
a. Personas en crecimiento – aprendizaje y orientación hacia la comprensión del Reino.
b. En la Iglesia – que es cuna – casa – escuela de humanidad nueva, de cielo y tierra nuevos,
de hombres y mujeres nuevos; Buena nueva de vida en comunidad, de trabajo en equipo
con despliegue de dones y carismas.
Comunidad (según el P. Juan Manuel Lasso de la Vega, CSsR)
Nuestra audacia debe ser comunitaria. El seguimiento de Cristo implica necesariamente la
incorporación a la comunidad de sus seguidores. Para el cristiano no es posible seguir a Cristo
29
Ibid. CODINA. p., 27.
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17. individualmente, privadamente en aras de su libertad, no es posible seguirle al margen de la
comunidad. Los textos sobre el seguimiento llevan a una conclusión: incorporarse a un pueblo
nuevo, que es la eclesia o reunión.
Esta nueva comunidad pascual nace en el momento de la resurrección. Cuan Cristo resucita
nace la Iglesia. El Unigénito del Padre renace como Primogénito de una muchedumbre
inmensa; se multiplica y se transforma en Iglesia, como el grano de trigo que, al morir, produce
mucho fruto. La comunidad Iglesia es el fruto de la resurrección30.
5. OBEDECER AL ESPÍRITU SANTO.
Hay dos promesas en la Biblia: el Mesías prometido y el Espíritu Santo prometido.
San Pedro llama al Espíritu Santo “Promesa del Padre” (Hch 1,4; 2,33). Encontramos en la biblia
muchos textos sobre el Espíritu, 328 en total: 113 en el A.T; 65 en San Pablo y 150 en el resto
del N.T. Estas son algunas representativas de la acción del Espíritu:
* Ez 11,19: Les daré un corazón nuevo y pondré en su interior un espíritu nuevo.
* Ez 36, 26: Pondré dentro de ustedes mi Espíritu y haré que caminéis según mis
mandamientos, que observéis mis leyes y que las pongan en práctica.
* Ez 37, 14…??????
* Joel 3,1: Yo derramaré mi espíritu sobre cualquier mortal.
* Is 44, 3: derramaré mi espíritu sobre tu raza.
* 2Cor 3,3; 3,6: ¿Qué hará el Espíritu?
Graba en nuestros corazones la nueva Alianza para que nosotros la sigamos. Así somos
enseñados por Dios. Somos teodidacatas: Jn 6, 45; Is 54, 13; 11,9b; Jr 31 – 34; 1Tes 4,9.
Por la acción del espíritu, “cuando surge alguna inquietud o duda, la biblia, que el parámetro
del discernimiento, nos ayuda a aclarar”31
“Seguir a Jesús, formar parte de su comunidad, continuar su proyecto en la historia, son
realidades que nos superan, pero Jesús prometió su Espíritu a sus discípulos (Jn 14, 17) y este
Espíritu es la fuerza y aliento vital que anima, vivifica, guía, santifica, enriquece y lleva a su
plenitud la comunidad de los seguidores de Jesús (CV II, LG 4). El Espíritu convierte el
seguimiento en una vida nueva, en una comunión vital con el resucitado en su Iglesia, nos hace
pasar de una ética voluntaria a la mística de permanecer en Él y vivir de su alimento vital, como
el sarmiento en la vid (Jn 15). Seguir a Jesús presupone una experiencia espiritual de Jesús
como Señor, estar con Él, ser su compañero y amigo”32.
30
E.A.S. Identidad, unidad y compromiso. p. 66
31
Ibid. PRADO. p. 90.
32
Ibid. CODINA. p. 28.
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18. El espíritu de las Bienaventuranzas
Buscar - no riquezas, sino el bien común
- no el apego, sino el buen uso de las cosas
- no la opresión, sino la liberación
- no el asistencialismo, sino la justicia
- no el tener y el poder, sino el ser
- no las ideologías, sino el EVANGELIO.
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