El erizo se caracteriza por sus espinas huecas repletas de queratina que le dan rigidez, las cuales no son venenosas ni están tan afiladas como las del puercoespín. Aunque es un insectívoro, se le debe tratar como un omnívoro ya que come insectos e invertebrados. La especie más común de erizo que se mantiene como mascota es el erizo pigmeo africano, un híbrido del erizo africano y el erizo moruno.