1. EL PERRO FIEL
Una pareja tenía varios años de casados y nunca pudo tener hijos, para no
sentirse solos, compraron un cachorro, Pastor Alemán y lo amaron como si
fuera su propio hijo.
El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso perro, éste salvó
en más de una ocasión a la pareja de ser atacada por ladrones siempre fue
fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro. Luego de siete
años de tener al perro, la pareja logró tener un hijo tan ansiado, ellos estaban
muy contentos con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones.
Este se sintió relegado, comenzó a sentir celos del bebé y ya no era el perro
cariñoso el que tuvieron siete años.
Un día de paseo en la finca, la pareja dejó al bebé durmiendo plácidamente
en la cuna y fueron a la terraza a preparar una carne asada. cuál no sería su
propia sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el
pasillo con la boca ensangrentada, moviendo la cola.
El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma que llevaba y en el acto lo
mató; corrió al cuarto del bebé y lo que encontró fue una gran serpiente
degollada junto al niño. El dueño comienza a llorar y exclama: he matado a mi
perro fiel.
¿Cuántas veces no hemos juzgado injustamente a las personas? Y lo que es
peor, los juzgamos y condenamos sin investigar a qué se debe su
comportamiento, cuáles son sus pensamientos. Muchas veces las cosas no
son tan malas como parecen, sino todo lo contrario.
La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condena a alguien,
recordemos la historia del perro fiel. Así aprenderemos a no levantar falsos
testimonio contra nadie. Hasta el punto de dañar su imagen ante los demás.