Muchas personas sufren problemas con el aire al hablar en público debido a los nervios de hablar frente a una multitud. Una causa común es tener que elevar la voz sin micrófono, lo que fuerza la garganta. Para evitar esto, se recomienda usar siempre un micrófono y practicar ejercicios de respiración antes de hablar. También es importante no hablar demasiado rápido y hacer pausas interactuando con la audiencia para renovar el aire sin distraer.