La Gerontología Educativa se enfoca en proporcionar estimulación cognitiva y procesos de enseñanza-aprendizaje a las personas de edad avanzada, con el fin de mejorar su calidad de vida y mantener sus facultades mentales. Se ha demostrado que la educación permanente puede retrasar el deterioro cognitivo en las personas mayores. Los programas educativos para adultos mayores deben implementarse a nivel público para aprovechar las capacidades y experiencias de los adultos mayores y prevenir su aislamiento social.

1. GERONTOLOGIA EDUCATIVA
Nora Hincapié Gil
Gerontóloga, Especialista en docencia Investigativa Universitaria
nhincapi@gmail.com
Palabras claves: Gerontología Educativa, Enseñanza-Aprendizaje, Adultos Mayores, Estimulación Cognitiva,
Desarrollo Social.
A lo largo de la historia, la sociedad se ha mostrado receptiva a asumir la educación y la formación de los
niños y jóvenes pero, usualmente, esto no ocurre cuando de adultos mayores se trata. A pesar de todos los
esfuerzos que se han llevado a cabo, continúa la prevalencia social de estereotipos y prejuicios negativos
hacia la vejez.
Por razones como éstas, la Gerontología – ciencia en formación– incluyó, como uno de sus propósitos, la
atención educativa con el fin de propiciar procesos de enseñanza-aprendizaje en personas adultas mayores,
como seres activos en constante desarrollo intelectual.
La educación como modelo permanente comenzó a tomar fuerza a partir de la necesidad surgida en las
personas jubiladas que se cuestionaron acerca de la continuidad de sus actividades en una sociedad
productiva. Los más adultos comenzaron a asistir a las universidades para refrescar sus conocimientos,
actualizarse otros y, aquellos que eran analfabetos, para aprender a leer y escribir. Seguros de que no
aspirarían a encontrar empleos donde pudieran hacer uso de lo aprendido pero interesados en poner en
práctica rápidamente los nuevos aprendizajes adquiridos en un contexto inmediato.
De esta manera, la estimulación cognitiva en el proceso de envejecimiento fue reconociéndose como una
herramienta idónea para ayudar a los adultos mayores en su proceso activo y en la prevención del deterioro
de las facultades mentales, para mejorar su calidad de vida y de quienes, a largo plazo, le rodeaban en su
etapa de la vejez.
Lo anterior se reflejó en el desarrollo de un enfoque dentro de la Gerontología que usaba las prácticas
educativas con personas jubiladas, adultos mayores y ancianos, el cual buscaba mejorar las actitudes y
comportamientos, tanto desde el enriquecimiento integral como desde la evolución en el desarrollo social,
económico y cultural. A partir de ello surgieron modelos de educación en los que se planteaban ciertas
discrepancias entre los términos para denominarla. Se hablaba de Gerontología Educativa, Gerogogía,
Gerontagogía, los cuales, sin ser totalmente divergentes, podían confluir semánticamente, aunque difirieran
en algunas concepciones respecto a la forma de desarrollar las prácticas educativas.
1

2. La conceptualización y la práctica de la Gerontología Educativa han sido pensados desde diferentes
perspectivas teóricas. Existen diversas formas que pueden aportar y contribuir a un envejecimiento activo.
Algunos retoman la más antigua, la de transformar el conocimiento con el ánimo de promover un proceso
integral del hombre y la participación en un desarrollo social, económico y cultural de una sociedad incluyente.
En la educación, la propuesta de formación permanente se asocia a todos los niveles, es decir, educación no
solo para las poblaciones más jóvenes, sino para poblaciones con edad mucho más avanzada, pues lo que
interesa aquí es la posibilidad de gestar y promover procesos educativos en poblaciones que salen del interés
y los focos de atención de los procesos pedagógicos. Este aspecto se conjuga con la implacable velocidad
de los avances tecnológicos al servicio de la educación, situación que vincula a las poblaciones venideras y
a poblaciones que por tradición histórica, han permanecido al margen de procesos de la enseñanza-
aprendizaje. La pretensión principal está fundamentada desde el fenómeno social en el que bien se ha dicho,
prevalece la rapidez en los cambios científicos (pero atraviesan escenarios de sociedades que envejecen),
que afectan de manera especial la capacidad de desempeño y adaptación de los adultos mayores.
El reto de transformar la estructura productiva, exige la coordinación de esfuerzos de diversas instancias
capacitadoras y la definición del papel del gobierno, la iniciativa privada y la sociedad civil en el proceso de
formación para el trabajo. De esta manera, el adulto podrá aprender los conocimientos esenciales de la
educación y al mismo tiempo, perfilar habilidades que le permitan incursionar (sobre diversas opciones
específicas de capacitación) en el mercado laboral, al autoempleo o continuar estudios si así se prefiere.
La prolongación de la vida exige que cada individuo y la sociedad adopten una perspectiva que incluya los
ciclos vitales ignorados por las nuevas generaciones, por lo que es necesario aprender a envejecer, y esto
significa potenciar las capacidades y aceptar las limitaciones, además de aceptar lo que frece la vida, por lo
que es importante pensar en el futuro, y lograr que sea una etapa más del ciclo vital en la que se puedan
obtener situaciones de desarrollo satisfactorias y actualizadas, que proporcionen aprendizajes adecuados
para disfrutar en forma sana.
Es de anotar que debido al aumento de la esperanza de vida, el número de personas mayores se eleva
considerablemente, por lo que se deben implementar programas de enseñanza-aprendizaje que reemplacen
una intervención socioeducativa necesaria e inexistente hasta el momento. No basta con atender
asistencialmente a los adultos mayores. Es necesario construir una educación permanente y de calidad que
los mantenga "aprehendiendo" activamente todos los días de su vida.
Evocando un tema del trabajo realizado por Teresa Aracelis García Simón, sobre la Educación del Adulto
Mayor, “La población de Adultos Mayores ha experimentado un crecimiento notorio, como respuesta a
2

3. numerosos factores que se han conjugado para sustentar una mayor esperanza de vida. Y haciendo honor a
la historia, es relevante recordar que la primera Universidad de la Tercera Edad fue creada en 1973 por el
profesor Pierre Vellas, en Toulouse (Francia) con los siguientes objetivos:
 Abrir la Universidad a los retirados y facilitarles el acceso a la herencia cultural de la humanidad.
 Contribuir a la prevención del declinar psicosociológico.
 Contribuir a la investigación científica sobre la vejez.
 Formar a la población mayor para su reinserción social y participación comunitaria.
 Contribuir a un nuevo arte de vivir en la tercera edad”1.
Esta nueva experiencia que nace en Francia, coincide con el concepto de educación permanente, que es
considerado como un derecho de toda la población, existiendo diferentes modelos en materia de educación
de las personas mayores. La educación permanente expresa una de las grandes revoluciones que surgen en
la época actual: tratar de llevarla a todos los niveles de la vida con la intención de que la reciban y la ejerciten
todos y cada uno de los hombres, pues es de gran importancia para el sujeto el desarrollo de su propia
educación a través de las nuevas tecnologías que son hoy fuente de motivación y estímulo para el
aprendizaje.
La UNESCO coloca como reflexión prioritaria, que la población mundial está en proceso de descenso
(respecto a la alta tasa de los ancianos, en especial, en el viejo mundo) y que, por este hecho, no debe ser
relegada al olvido esta realidad social supranacional. Por lo tanto, “ La necesidad de la educación contínua
de adultos a todos los niveles debe encontrar reconocimiento y estímulo. Habrá de tomarse en consideración
el concepto de la educación universitaria para personas de edad”2. Es aquí donde se hace la necesidad de
reflexionar sobre la educación permanente, es decir, una educación durante todo el ciclo vital.
Por tanto, la Gerontología Educativa centra su objeto de estudio en las poblaciones con una edad cronológica
ya avanzada, con el fin de continuar contribuyendo y darle trascendencia a los procesos de enseñanza-
aprendizaje con un enfoque “hacia el envejecimiento y la vejez dirigida a la población en general, buscando
influir en las actitudes individuales y sociales, para generar estilos de vida que coadyuven a una mejor calidad
de envejecimiento y a una vejez más saludable y satisfactoria”3
1
García Simón, Teresa Aracelis. La educación del adulto mayor, antecedentes y perspectivas. Revista
electrónica psicologíacientífica.com. ISSN:2011 – 2521. Publicado el 25 de junio de 2007.
2
Naciones Unidas. Plan de acción internacional de Viena. Google. Primera Asamblea Mundial sobre el
Envejecimiento. Recomendaciones, Educación, Viena 1982.
3
BUITRAGO, Cielo y Jaime Sepúlveda. La educación en la intervención Gerontológica. 1993,Universidad
del Quindío, Colombia.
3

4. Los adultos jubilados se resisten a permanecer pasivos en su tiempo libre y quieren vivirlo. Acorde a esto, y
bajo los auspicios y recomendaciones de los organismos mundiales de la salud, surgieron movimientos
culturales que tratan de incluirlos, entre ellos, la Educación Permanente para Adultos Mayores, que bajo el
lema "se puede aprender durante toda la vida", abre lugares y lucha contra uno de los prejuicios más
arraigados (todavía ahora) en el imaginario general, que condiciona a toda la sociedad y a los mismos adultos
mayores, dejando como verdadera y universal la pérdida de la posibilidad de aprender en el envejecimiento.
La edad cronológica en sí misma no determina de forma rígida el deterioro intelectual, sino que éste es el
resultante de un proceso de progresiva pérdida funcional o de una patología senil. Para el mantenimiento de
las capacidades intelectuales se requiere una motivación persistente en el uso de las mismas, para que
actúen como freno o retraso a su involución. Es por ello que la estimulación ambiental acostumbra tener un
papel preponderante para facilitar la movilización psíquica y física del sujeto.
Hablar de Gerontología Educativa implica incursionar en políticas públicas, puesto que explícitamente se
habla de educación. Se menciona la política pública como aquella facilitadora de programas gubernamentales
que tienen el carácter de promover procesos educativos en las personas adultas mayores. No obstante, al
mencionar la Gerontología Educativa hacemos referencia a una muestra poblacional con características
propias que, a su vez, carecen de procesos de enseñanza-aprendizaje en un ciclo de vida que para el común,
se hacen innecesarios –además, son políticas que priorizan la inversión en este tipo de población, pues suele
verse como una inversión sin resultados–.
Es por ello, que las propuestas de Gerontología Educativa deban estar orientadas a permitir procesos de
inclusión respecto a este tipo de fenómenos, pues se conoce por tradición histórica, que los procesos
educativos de enseñanza-aprendizaje permanente, y específicamente a las población más jóvenes en países
en vía de desarrollo se han visto truncados por políticas que dificultan el acceso a la educación.
La Gerontología Educativa hace su aporte, no desde lo preventivo y/o asistencial, sino al abordar aspectos
donde las personas participan de transformaciones en sus entornos de acción. La Gerontología Educativa
centra su atención en “las capacidades individuales: comunicación verbal y no verbal (habilidades sociales).
Aprendizaje, pensamiento, lenguaje, memoria, cálculo (talleres de memoria, de lectura, conferencias, cursos
de alfabetización, matemáticas para la vida cotidiana). Creatividad y expresión artística (talleres literarios,
artesanía, etc.). Asumir cambios (preparación y adaptación a la jubilación, educación para el ocio y el tiempo
libre, adaptarse a convivir con enfermedades crónicas y/o pérdida de funcionalidades, etc.). Informarse
(talleres de prensa, utilización de centros documentales, alfabetización, tecnologías, Internet, etc.). Cuidarse y
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5. mantener la salud (educación y promoción de la salud, conferencias informativas, talleres de prevención y
auto cuidado, etc.)”4.
Hacer una reflexión en Gerontología Educativa es una necesidad que deviene del desarrollo social, del
avance tecnológico y del cuestionamiento del profesional en Gerontología, en cuanto a los requerimientos de
las futuras generaciones de adultos mayores, en su mayoría profesionales.
El docente universitario es el resultado de un proceso de formación continua que exige, no sólo una elevada
preparación teórica en las disciplinas y asignaturas que imparte, sino también en las cuestiones didácticas de
la Educación Superior, que le permitan actualizar su práctica en el proceso de enseñanza-aprendizaje
universitario y en otros contextos pedagógicos, como la educación para adultos mayores y los soportes que
emerjan a partir de allí como legado a generaciones venideras.
La comunidad académica en Gerontología conoce el interés de capacitación que hoy en día demuestran los
adultos mayores debido a la creciente participación en escenarios educativos y a la preparación académica
que aumenta cada vez más, de generación en generación.
Estas decisiones también deben provocar la reflexión crítica del profesor: sobre lo que hace en el aula, lo que
enseña, cómo lo enseña y cómo los estudiantes aprenden. Un profesional crítico, reflexivo de su propia
práctica, tiene necesariamente que investigar desde su principal escenario de actuación profesional, que es el
aula universitaria Es por ello que la investigación didáctica constituye sin lugar a dudas una dimensión
esencial de la actividad profesional universitaria, así como la actualización de conocimientos sobre las
necesidades de una población más adulta que se interesa por los procesos de enseñanza-aprendizaje y que
no solamente se inquieta, sino que se renueva en un mundo moderno y cambiante, de conocimiento y
mercado científico que ofrece múltiples alternativas para llegar a él.
4
Ibíd., p. 173
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