El perdón se refiere a renunciar al derecho de enojarse por un golpe o herida, y centrarse en la propia cura más que en la persona que causó el sufrimiento. Ayuda a mejorar la salud física y mental tomando el control de los sentimientos, y es una opción que todos pueden aprender al decidir ignorar el dolor del pasado sin negar lo sucedido ni reconciliarse necesariamente con quien causó la ofensa.