1. La tribu Depo
Hace mucho tiempo atrás, en un lejano territorio, existía una tribu llamada
Depo Quer, vecina de un país de nombre Kalt.
Los habitantes de la tribu eran aborígenes cuya piel era oscura, su pelo negro
y vestían con pocas ropas. Sus armas de caza eran flechas de piedra pulida con arena
fina.
Vivían en paz con la naturaleza, pero se sentían amenazados por el país Kalt,
porque ellos estaban talando los árboles de sus territorios.
Un día, el cacique Kronk fue a verlos, les advirtió y les pidió que dejaran de
hacer esa actividad, puesto que de lo contrario entrarían en guerra.
El rey del país vecino no escuchó sus palabras sinceras. Ellos también estaban
dispuestos a enfrentarse si era necesario.
Sabían que tenían armas poderosas y que iban a morir muchos inocentes, pero
su amor a la naturaleza era mayor.
Por eso, ese mismo día rindieron culto y rezos a todos los dioses de la tierra.
Pach, que era el dios principal, prometió ayudarlos. Primeramente les hablaría con el
corazón y de no recibir una respuesta favorable los amenazaría con una feroz
tormenta.
Lamentablemente sus advertencias fueron ignoradas, entonces les envió una
fuerte lluvia. Muchos murieron por grandes inundaciones y con los pocos individuos de
Kalt, que quedaron vivos, el rey declaró la guerra.
La batalla llegó y mientras se libraba la misma; la naturaleza también era
sacrificada.
Por tal motivo intervino la diosa Krank para detener la pelea.
Todos estaban muy arrepentidos y aquel día ambos caciques se comprometieron
a hacer un pacto y reparar lo hecho. Nunca jamás dañarían a los árboles ni se
someterían a una guerra.
Nicolás Spandre