2. La explosión de supernova provoca la expulsión de
las capas externas de la estrella por medio de
poderosas ondas de choque, enriqueciendo el espacio
que la rodea con elementos pesados. Los restos
eventualmente componen nubes de polvo y gas.
Cuando el frente de onda de la explosión alcanza
otras nubes de gas y polvo cercanas, las comprime y
puede desencadenar la formación de
nuevas nebulosas solares que originan, después de
cierto tiempo, nuevos sistemas estelares (quizá
con planetas, al estar las nebulosas enriquecidas con
los elementos procedentes de la explosión).
3. . A medida que el volumen de la nube
se reduce, en el curso del colapso
gravitatorio, la temperatura y la
presión aumentan en su zona central,
hasta alcanzar niveles suficientes
como para vaporizar las partículas de
polvo. Se supone que la fase inicial de
colapso tuvo una duración de unos
100000 años.
4. La presión y temperatura de la zona central
alcanzan niveles suficientes como para permitir el
nacimiento de una protoestrella. El resto de la masa
de gas fluye en torno al nuevo astro, en parte
entrando en orbita en su torno, en parte
precipitándose sobre él y aumentando su masa. La
razón de que parte de esa materia entre en órbita es
que posee un movimiento de rotación, y las fuerzas
de inercia asociadas a ese movimiento hacen que
se forme un 'disco de acreción' en torno a la
estrella. La materia que forma el disco va
enfriándose, perdiendo gradualmente energía por
radiación.
5. el gas se enfriará lo bastante como para que pasen
a fase solida, en forma de partículas, diversos
metales y minerales, formándose pequeñas masas
de metal, roca y hielo. Para los metales, la
condensación ocurriría mucho antes, ya en el
momento de la formación del disco de acreción,
(hace unos 4550 - 4560 millones de años, según
mediciones de la proporción de isotopos en
meteoritos). Los minerales que formen partículas
rocosas se condensarían algo mas tarde (hace
entre 4400 y 4550 millones de años)
6. Las partículas de ese polvo
empiezan a chocar entre ellas,
formando acumulaciones de
cada vez mayor tamaño, hasta
alcanzar dimensiones
comparables con las de un
asteroide pequeño.
7. El crecimiento sigue y sigue. Cuando alguno de estos conglomerados alcanza
una masa suficiente como para producir una fuerza gravitatoria significativa,
su crecimiento se acelera. Su gravedad (incluso si es muy pequeña) le da
ventaja sobre otros conglomerados de menor tamaño, atrayendo un mayor
número de partículas pequeñas y, de manera muy rápida, los objetos grandes
acumulan toda la masa cercana a su órbita. El tamaño final que alcancen
depende de su distancia a la estrella central y de la composición de la
nebulosa protoplaneta ría. En el Sistema Solar, las teorías sobre su formación
sostienen que, en el interior del sistema, ese tamaño corresponde al de un
gran asteroide, o al de nuestra Luna. En cuanto a la parte exterior del Sistema
Solar, la masa planetaria sería entre una y 15 veces la de la Tierra. Habría un
gran 'salto' en tamaño en un lugar entre las orbitas de Marte y Júpiter, y la
energía radiada por el Sol habría mantenido el agua no en forma de hielo, sino
de vapor, a distancias menores, de modo que la cantidad de materia solida,
aglomeradle sería mucho mayor mas allá de cierta distancia critica. Se cree
que la acreción de estos 'planetesimales' se produjo a lo largo de un intervalo
de tiempo de entre unos cientos de miles hasta veinte millones de años, y los
planetas mas lejanos habrían sido los últimos en formarse.
8. En el momento del relato en que nos
encontramos, un millón de años después
del enfriamiento de la nebulosa, la estrella
generaría un fuerte viento solar, que habría
barrido todo el gas residual de la nebulosa
protoplaneta ría. Si un protoplaneta tenia
masa suficiente su gravedad habría
capturado parte de esos gases,
convirtiéndose el planeta en un gigante
gaseoso. Si no, permanecería siendo un
cuerpo rocoso o formado por hielo.
9. En este punto, el Sistema Solar
estaba compuesto solamente de
cuerpos protoplaneta ríos sólidos
y gigantes de gas. Los
'planetesimales' seguirían
chocando entre si a menor ritmo y
formando acumulas de mayor
masa.