Este documento trata sobre la soberanía absoluta de Dios. Discute que Dios tiene control total sobre todas sus criaturas y creación debido a sus atributos de omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia. Explica que Dios gobierna sobre la materia inanimada, las criaturas irracionales, las acciones humanas y los ángeles y demonios. También discute cómo la soberanía de Dios se relaciona con la voluntad humana y la salvación. Concluye resaltando la importancia de reconocer la soberanía de

1. Ministerios de Gracia

2. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
CONTENIDO
INTRODUCCION Pag.
I- LA SOBERANIA DE DIOS 3
1- Dios es Soberano en todos Sus atributos.
a) La Omnisciencia de Dios.
b) La Omnipotencia de Dios.
c) La Omnipresencia de Dios.
d) La Inmutabilidad de Dios.
2- Dios es Soberano sobre Su Creación.
a) Dios gobierna sobre la materia inanimada.
b) Dios gobierna a las criaturas irracionales.
c) Dios controla las acciones de los hombres.
d) Dios gobierna a los ángeles y a los demonios.
II- LA SOBERANIA DE DIOS Y LA VOLUNTAD DEL HOMBRE 6
1- La voluntad de Adán, la voluntad del pecador y la voluntad del Señor Jesucristo.
2- La voluntad del hombre en la salvación.
III- LA SOBERANIA DE DIOS EN LA SALVACION 7
1- La salvación es de Dios.
2- Cristo murió por los escogidos de Dios.
3- La Soberanía de Dios y el Espíritu Santo en la Salvación.
4- La Soberanía de Dios para con los Justos y con los no-regenerados.
IV- LA SOBERANIA DE DIOS Y LA ORACION 9
V- NUESTRA ACTITUD HACIA LA SOBERANIA DE DIOS 10
1. Temor santo.
2. Obediencia total.
3. Completa sumisión.
4. Profundo agradecimiento y gozo.
5. Adoración.
VI- EL VALOR DE LA DOCTRINA DE LA SOBERANIA DE DIOS 12
VII- ALGUNAS OBJECIONES A LA DOCTRINA DE LA SOBERANIA DE DIOS 13
CONCLUSION 13
La doctrina de la Soberanía de Dios es la única base legítima para una fe sólida; sin ella, nuestra fe apenas vale el
nombre de “cristiana”. Esta doctrina, es la base de todas las demás doctrinas importantes de la Biblia.
Es mi oración, que al estudiar este pequeño manual, Usted descubra las maravillas de la verdad de la Palabra de
Dios, y le motive a profundizar en las demás doctrinas de la Gracia.
Oscar Briones
mindegracia@gmail.com
Ministerios de Gracia 2

3. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
INTRODUCCION
Uno de los requisitos fundamentales en la exposición de la Palabra de Dios es la necesidad de preservar el
equilibrio de la verdad. Las Escrituras nos muestran que hay dos principios que están por encima de toda
discusión: Dios es Soberano y el hombre es responsable.
La doctrina de la "Soberanía de Dios" se refiere al “control absoluto que Dios tiene sobre todo”, incluyendo
la humanidad. También significa que la realidad es el producto de los decretos que Dios hizo antes de la
fundación del mundo.
Nos ha tocado vivir en tiempos muy corrompidos, en los que por todas partes se exalta al hombre, su
libertad, su capacidad para hacer cuanto quiere. A menudo se escuchan preguntas como, ¿Quién está
dirigiendo los asuntos del mundo? ¿Dios o el Diablo?
Este estudio trata de dar una auténtica respuesta a éstas interrogantes.
EL ESTUDIO
I- LA SOBERANIA DE DIOS
La Soberanía de Dios consiste en que Dios está en control de todo lo que pasa, sea bueno o malo. Esto no
significa que Dios sea el autor de la maldad y del pecado; ni que se goce en los sufrimientos de Sus
criaturas. Sino que todo lo que pasa forma parte de un gran plan que resultará inevitablemente en Su gloria.
La Biblia es la Unica Palabra de Dios Infalible; la Unica regla de FE y VIDA para los creyentes. Lea los
siguientes pasajes para descubrir lo que ella dice acerca de la Soberanía de Dios.
1 Crónicas 29:11; Salmo 45:6; 103:19; Isaías 6:1-4; 66:1-2 (comparar con Hechos 7:49-50); Isaías 46:9-10;
Daniel 4:25, 35; Ap. 4:11.
Las Escrituras afirman una y otra vez que Dios se sienta en el trono del universo, que el cetro está en Sus
manos, que El lo dirige todo “según el consejo de Su voluntad”.
La Soberanía de Dios es reconocer que Dios es Rey, que Dios es Dios!
Las Escrituras nos enseñan que la Soberanía de Dios es absoluta, irresistible e infinita.
Decimos que es la Soberanía de Dios es absoluta en el sentido que es completa e ilimitada; es irresistible,
pues no hay ser humano, ni diablo, que pueda resistir a Su voluntad; y es infinita, pues nuestra mente
limitada no puede comprender completamente Sus propósitos.
1- DIOS ES SOBERANO EN TODOS SUS ATRIBUTOS
Existen atributos divinos llamados "incomunicables", porque no se pueden compartir con ningún ser creado.
Estos atributos son la Omnisciencia, la Omnipotencia, la Omnipresencia y la inmutabilidad.
a) LA OMNISCIENCIA DE DIOS: Significa que Dios todo lo sabe, aún lo que pasará en el futuro.
- El entendimiento de Dios es perfecto. Job 37:16.
- El conoce los 'corazones' de todos. 1 Samuel 16:7; Salmos 139:1-4; Jeremías 17:10; 1Juan
3:20.
- El conoce todas las "contingencias", p.e. El sabe todo lo que pasaría en toda circunstancia
dada.1 Samuel 23:10-13; 2 Reyes 13:19; Salmos 81:14,15; Isaías 42:7; 48:18.
- El conoce todo lo que la gente hace. Deuteronomio 2:7; Job 23:10; 24:23; 31:4; Salmo 1:6;
119:168.
b) LA OMNIPOTENCIA DE DIOS: Significa que Dios todo lo puede, según Su voluntad. Dios ejerce
Su poder como El lo quiere, cuando quiere y donde quiere. Génesis 18: 14; Job 9: 12; Salmo 115:
3; Jeremías 32: 17, 27; Mateo 19: 26; Romanos 1: 20; Efesios 1: 19; Apocalipsis 1: 8; 4: 8; 11: 17;
19: 6.
Ministerios de Gracia 3

4. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
c) LA OMNIPRESENCIA DE DIOS. Significa que Dios está presente en todo lugar al mismo tiempo.
Salmo 139:7-12.
¿COMO LOS TRES ATRIBUTOS NATURALES PRUEBAN LA SOBERANIA DE DIOS?
Supongamos que pasó un accidente de tránsito en donde murieron personas y uno puede creer que
estuvo fuera del control de Dios.
Esto significaría que dicho accidente ocurrió por una de las tres razones siguientes: O Dios no sabía lo
que iba a pasar (no omnisciente), o El no tuvo el poder para evitarlo (no omnipotente), o El no pudo
estar presente en ese lugar en dicho momento (no omnipresente).
Negar la Soberanía Absoluta de Dios, por implicación es negar uno o más de sus atributos naturales.
EJEMPLOS DE LAS ESCRITURAS:
- Faraón se atrevió a poner impedimentos a que Israel saliese a adorar a Jehová en el desierto, y
¿qué ocurrió? Dios ejerció Su poder, Él liberó a Su pueblo y el ejército de Faraón murió.
Génesis 3:19-20; 5:2; 6:1; 7: 22; 8:15, 19, 32; 9:7, 34; 14:5 Compare con 4:21; 7:3; 9: 12; 10: 1,
20; 11: 9-10; 12:36; 14:4,8. (Descubrimos que en la primera lista dice que Faraón endureció su
corazón; y en la segunda lista es Dios quien hizo endurecer el corazón a Faraón).
- La ciudad de Jericó impedía el avance de Su pueblo, y ¿qué sucedió? Israel no lanzó un solo
arco ni dio un solo golpe; Jehová alzó su mano y los muros cayeron. Josué 6:1-2, 16.
- Dios impuso Su poder y David venció al gigante Goliat. 1 Samuel 17: 26, 34-37, 45, 47.
- Los tres jóvenes hebreos amigos de Daniel fueron echados en el horno de fuego calentado
siete veces más de lo acostumbrado, y Dios los libró, de tal modo que salieron sin daño alguno.
Daniel 3:1, 7-27.
- Daniel salió ileso de la fosa de los leones, Dios cerró sus bocas. Daniel 6:16-23.
- Pero este poder de Dios no siempre se interpuso para liberación de Su pueblo. Lea Hebreos
11:35-39. Pero ¿porqué estos hombres de fe no fueron librados poderosamente como los
demás? Compare con Hebreos 11: 32-34.
- Esteban fue un hombre de buen testimonio, lleno del Espíritu Santo y de sabiduría. Hechos 6:3,
5. Pero, ¿porqué Dios permitió que Esteban fuese apedreado hasta la muerte, por qué Jacobo,
el hermano de Juan fue muerto por el rey Herodes. y sin embargo luego libró a Pedro de la
cárcel? Hechos 6:3, 5; 7:54-60; 12: 1-2, 6-11. Hay una sola respuesta: porque Dios es
Soberano.
d) LA INMUTABILIDAD DE DIOS.
El término "inmutable" significa "que nunca cambia". Hebreos 6:17-18; 7:24. La "inmutabilidad" tiene la
idea de irresistible e infalible. No solamente se refiere a un plan ideado por Dios, sino también a Su
persona. Otras palabras, como 'consejo' y 'propósitos' expresan el mismo concepto.
Si Dios podría cambiar, no sería Soberano. Santiago 1:17.
El "consejo" de Dios es inmutable. La palabra consejo significa "plan" o "propósito".
Los planes y propósitos de Dios, al igual que Su persona, no cambian ni pueden ser resistidos en forma
exitosa por el hombre. Si podrían ser resistidos, Dios no garantizaría el cumplimiento de sus promesas.
Algunas veces la Escritura usa las palabras "propósito" y "consejo" para describir la inmutabilidad de la
voluntad de Dios. El concepto de que Dios no permite que nadie cambie lo que El ha planeado, se llama
en teología, "Inmutabilidad de los decretos divinos" o "Inmutabilidad de la voluntad de Dios". Esto
significa que cuando Dios decide hacer algo, nada puede resistirlo, es decir, El no permite que sus
planes sean frustrados. De otra forma El no podría mantener sus promesas y no sería Soberano.
Toda la realidad que podemos y no podemos percibir, es el producto de sus decretos hechos antes de
la fundación del mundo.
La diferencia entre sus mandatos, tales como los 10 mandamientos, y sus decretos es que El permite
que sus mandatos sean quebrantados o desobedecidos; pero El no permitirá jamás que Sus decretos
sean quebrantados o desobedecidos.
Lea Job 23: 13; 42: 2; Salmos 33: 11; Proverbios 19: 21; Isaías 14: 24, 27; 46:10; Jeremías 23: 20;
Daniel 4: 35; Lucas 22: 22; Hechos 2: 23; Efesios 1:11; 3:11; Filipenses 2:13; Apocalipsis 4:11; 17:17.
Ministerios de Gracia 4

5. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
2- DIOS ES SOBERANO SOBRE SU CREACION
En el gran espacio de la eternidad que se extiende más allá de Génesis 1:1, el universo no había sido
formado aún y la creación existía tan solo en la mente del Gran Creador. En Su majestad Soberana Dios
vivía sólo, pero aún en aquel tiempo Dios era Soberano. Podía crear o no crear conforme a Su buena
voluntad. “Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho”. Salmos 115: 3. “Señor, digno eres
de recibir la gloria y la honra y el poder; porque Tú creaste todas las cosas y por Tu voluntad existen y
fueron creadas”. Apocalipsis 4:11.
El Creador es Soberano Absoluto. Puesto que Dios es Dios ¿quién se atrevería a disputar con El?.
Murmurar contra El es rebelión. Discutir Sus caminos es impugnar Su sabiduría. Criticarle es pecado.
Dios efectivamente gobierna; su dominio se extiende a todas las cosas y a todas las criaturas. “Jehová
afirmó en los cielos Su trono; y Su reino domina sobre todos”. Salmo 103:19.
¿Perdió Dios el control y la propiedad de la tierra cuando Adán cayó en pecado? Equivocadamente algunos
creen que sí. Supuestamente Dios entregó la tierra a Adán, que a su vez se la dio al diablo. Se presume
entonces que Dios está luchando para conseguirla de nuevo y usa a la iglesia como Su instrumento. ¿Qué
dice La Escritura? “De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo, y los que en él habitan". Salmo 24:1.
a) Dios gobierna sobre la materia inanimada. Génesis 14: 19, 22; Exodo 9: 29; 19: 5; Levítico 25: 23;
Deuteronomio 10: 14; Josué 2: 11; 3: 11, 13; 1 Crónicas 29: 11-12; Job 41: 11; Salmo 89: 11; Isaías
54: 5; Lucas 10: 21.
- Observemos el control absoluto de Dios sobre la materia inanimada en las plagas de Egipto. Exodo
8-10.
- Observemos que a Su mandato las aguas del Mar Rojo se dividieron para que los israelitas pasaran
en seco. Exodo 14: 21-22.
- Una palabra Suya y la tierra se abrió para tragar a Coré y sus rebeldes. Números 16:32-35.
- Observemos como también el mar, ante la voluntad del Creador, sostuvo a Jesús sobre el agua y
caminó. Mateo 14:26-27.
- A Su palabra la higuera se secó. Mateo 21: 19-20.
- A Su contacto las enfermedades huían al instante. Mateo 9:20-22.
- A Su mandato el sol retrocedió diez grados en el reloj de Acáz para ayudar a la débil fe de
Ezequías. 2 Reyes 20:1-11.
- Es Dios quien retiene la lluvia y es Dios quien la da cuando quiere. Jeremías 5: 24.
b) Dios gobierna a las criaturas irracionales. Salmo 50: 10-11.
- En el hecho histórico del diluvio, Dios mostró evidentemente Su gobierno sobre los animales.
Observemos como Dios hizo que fueran a Noé todo tipo de criaturas vivientes, dócilmente y de dos
en dos. Génesis 7: 8-9.
- Dios hace también que un mudo asno reprenda la locura del profeta. Números 22: 28-30.
- Dios envía dos osas de los bosques a devorar a 42 de los atormentadores de Eliseo. 2 Reyes 2:23-
24.
- Dios cierra la boca de los leones de Babilonia cuando Daniel es echado en el foso. Daniel 6:16-23.
- Dios prepara un gran pez para que tragase al desobediente Jonás. Jonás 1:17.
c) Dios controla las acciones de los hombres.
- Los actos de todos los hombres están controlados por Dios. Ezequiel 18: 4; Proverbios 16:9; Isaías
14:27; Hechos 17:28; Efesios 2:10.
- Nimrod y sus compañeros determinaron edificar la torre de Babel, pero antes de que su obra fuese
acabada Dios frustró sus planes. Génesis 10: 8-10; 11: 1-9.
- Esaú juró vengarse de Jacob, pero cuando se encontraron después de la separación, en vez de
pelear llenos de odio, se abrazaron con lágrimas de gozo. Génesis 33:1-20.
- Los hermanos de José planearon su destrucción, pero Dios lo utilizó para bien. Hechos 7: 9-10.
- Amán construyó una horca para Mardoqueo, pero fue él quien fue colgado en ella. Ester 7: 9-10.
d) Dios gobierna a los ángeles y a los demonios.
- Los ángeles son siervos de Dios, escuchan siempre Su voz y cumplen Sus mandamientos.
1°Crónicas 21: 15-28; Mateo 24: 31; Hechos 12:11; Apocalipsis 22:6.
- Dios también gobierna sobre los demonios. Jueces 9: 23; 1 Samuel 16:14; 1 Reyes 22: 23.
Ministerios de Gracia 5

6. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
- Satanás está absolutamente sujeto al control de Dios. Acusado en el Edén, escuchó su sentencia
sin pronunciar palabra. Génesis 3: 14-15.
- Satanás no pudo tocar a Job hasta que Dios le diera autorización. Job 1: 6-12.
- También tuvo que esperar autorización antes de “zarandear” a Pedro. Lucas 22: 31.
- Y como acto final Satanás será echado al lago de fuego que ha sido preparado para él y sus
demonios. Apocalipsis 20: 10.
II- LA SOBERANIA DE DIOS Y LA VOLUNTAD DEL HOMBRE
¿Puede Dios traspasar los límites de la voluntad humana? ¿Dios puede extender Su Soberanía hasta la
misma voluntad y los pensamientos del hombre? Lea: Prov. 19:21; 21:1; Fil. 2:13; Ap. 17:17.
La idea común que prevalece es que el hombre tiene “libre albedrío”, y que la salvación viene al pecador por
la cooperación entre su voluntad y el Espíritu Santo. Pero ¿qué dice la Biblia? “Así que no depende del que
quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”. Romanos 9:16.
¿Qué es la voluntad humana? ¿Es un agente que toma sus propias determinaciones o es a su vez
determinada por alguien? ¿Es soberana o sierva?
Se enseña a menudo que la voluntad gobierna al hombre, pero la Palabra de Dios declara que el centro
dominante de nuestro ser es el corazón. ”Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón, porque de él mana
la vida”. Proverbios 4:23.
Dios descubre la fuente de los actos pecaminosos, y declara que su origen es el corazón y no la voluntad.
“Este pueblo de labios me honra, mas su corazón lejos está de mí”. Mateo 15:8.
Pongamos un ejemplo; un individuo ante quien se ofrecen dos alternativas: ¿cuál escogerá? Respondemos
que la que más le agrade a él, es decir a su corazón: el centro más recóndito de su ser.
Ante un pecador se ha colocado para que escoja entre una vida de virtud y piedad, y una vida de vicio y
placer entregada al pecado; ¿cuál seguirá? La segunda, es obvia ¿por qué? Porque va a escoger lo que
más le agrade a su naturaleza pecaminosa, lo que él prefiere a pesar de todos los argumentos adversos.
Y ¿por qué la prefiere? Porque su corazón es pecaminoso.
De igual manera las mismas alternativas se enfrentan con el cristiano, y sin embargo el cristiano lucha por
una vida de piedad y virtud. ¿Por qué? Porque Dios le ha dado un nuevo corazón.
El hombre no-regenerado es libre para actuar dentro de los límites del pecado, no puede sujetarse a Dios
por sus propios medios.
Dios puede y es capaz de cambiar el corazón de cualquier ser humano. Es verdad, el hombre tiene una
voluntad, pero no es una voluntad soberana. La única voluntad soberana absoluta es la de Dios.
1- LA VOLUNTAD DE ADAN, DEL PECADOR Y DEL SEÑOR JESUCRISTO
- En Adán, antes de la caída, la voluntad era libre en ambos sentidos; libre hacia el bien y libre hacia el
mal. El realmente tuvo libre albedrío. Génesis 2: 16-17; 3:6-711-13; 22-23.
- El pecador nace con una voluntad que no está en equilibrio moral, porque en él hay un corazón
engañoso. Romanos 3:10-18, 23; 5:12. Su voluntad siempre está propensa al mal.
- El Señor Jesús no podía pecar. 1 Pedro 2:21-22.
¿En qué consiste la libertad del pecador?
El pecador es libre en el sentido de que no es forzado desde fuera, él nunca es forzado a pecar, lo hace de
manera natural. Pero al mismo tiempo no es libre para poder decidir entre el bien y el mal; no puede, pues
está muerto. Efesios 2:1-3. Cada parte del hombre natural está controlada por el pecado:
- El pecador no entiende ni busca a Dios. Romanos 3:11.
- Su voluntad es esclava del pecado. Juan 8:36.
- Su entendimiento está obscurecido. Efesios 4:18.
- No puede percibir las cosas espirituales. 1 Cor. 2:14.
- Su mente no puede someterse a Dios. Romanos 8:7.
- El pecador es enemigo de Dios. Colosenses 1:21.
- El pecador está cegado por Satanás. 2 Cor. 4:4.
- Está bajo el dominio de Satanás. Col. 1:13.
- Los pensamientos de su corazón son malos continuamente. Gen. 6:5.
- Su voluntad es controlada por Satanás. Efesios 2:1-3.
- No puede arrepentirse por sí mismo, sin que Dios le conceda el arrepentimiento. 2 Tim. 2:25-26.
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7. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
- No puede venir a Cristo sin que Dios le traiga. Juan 6:44, 65.
Una ilustración:
Tengo un libro en la mano. Lo suelto. ¿Qué pasa? Cae. ¿en qué dirección? Hacia abajo. ¿Porqué? Porque
de acuerdo a la ley de gravedad su propio peso le hace caer. Supongamos que deseo que el libro ocupe
una posición un metro más arriba, ¿qué hago? Tengo que levantarlo; un poder externo debe levantarlo. Tal
es la relación que el hombre caído tiene con Dios.
Entonces, ¿Cómo podrá el pecador ir al cielo? ¿Por un acto de su propia voluntad? NO. Un poder externo a
él debe levantarlo y sostenerlo.
¿Está dentro de los límites de la voluntad humana aceptar o rechazar al Señor Jesucristo como Señor y
Salvador? ¿Está en su propio poder o capacidad natural ceder ante Dios? NO.
Si alguna vez la voluntad de una criatura caída ha de ir hacia Dios, es porque el Espíritu Santo ha obrado
sobre ella, venciendo las influencias del pecado que tienden en dirección contraria. Esto es solamente otra
manera de decir en las mismas palabras de Jesús: “ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no
le trajere”. Juan 6:44.
2- LA VOLUNTAD DEL HOMBRE EN LA SALVACION
Para que un pecador sea salvo fueron indispensables tres cosas: Dios Padre tuvo que “proponer” su
salvación; Dios Hijo tuvo que “comprarla” y Dios Espíritu Santo tiene que “aplicarla”.
Entonces, ¿Porqué predicar el Evangelio si el hombre es impotente para responder al mismo? No
predicamos el Evangelio porque creamos que el hombre tiene libre albedrío, sino que lo hacemos porque el
propio Evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que en El cree, porque se nos ha mandado
hacerlo, porque es la manera que Dios ha escogido para salvar a los Suyos, y porque sabemos que “todos
los que estaban ordenados para vida eterna”, creerán en el momento que Dios lo ha determinado. Hechos
13:48.1 Corintios 1:25.
A la sabiduría carnal le parecerá el colmo de la locura predicar el Evangelio a los que están muertos y son
totalmente incapaces de hacer algo por sí mismos. Quizás considere una locura profetizar a los huesos
secos y decirles: “Huesos secos, oíd palabra de Jehová”. Ezequiel 37:4.
La sabiduría carnal habría dicho también junto a la tumba de Lázaro que era señal de locura que el Señor
se dirigiese a un hombre muerto y le diga: “Lázaro, ven fuera”.
III- LA SOBERANIA DE DIOS EN LA SALVACION
1- LA SALVACION ES DE DIOS
¿Por qué Dios no salva a todos los hombres?
¿Quizás porque son demasiado pecadores? NO... pues el apóstol escribió: “Palabra fiel y digna de ser
recibida de todos”.
¿Quizás porque algunos tienen el corazón muy duro para ser ganados para Cristo? NO. Vea Ezequiel
11:19.
¿Será porque son tan obstinados, tan intratables y tan rebeldes?
¿No es cierto que hubo un tiempo en que andábamos en consejo de malos, que estábamos en camino de
pecadores, que nos sentábamos en silla de escarnecedores, y con ellos decíamos: “No queremos que éste
Dios reine sobre nosotros”?
Como nacidos del Espíritu nuestra respuesta será: “Por la gracia de Dios soy lo que soy”. 1 Corintios 15:10.
¿O acaso decimos?...pero llegó un momento en que yo quise, estuve dispuesto a recibir a Cristo como mi
salvador. Ciertamente fue así... pero fue el Señor quien te hizo querer. Vea Filipenses 2:13.
¿Porqué todos los que escuchan el Evangelio no creen y por lo tanto no son salvos? Porque antes de la
fundación del mundo Dios hizo una elección. Ante Sus ojos omniscientes estaba toda la raza humana de
Adán y de ella escogió un pueblo, y lo “ordenó” para vida eterna. Hechos 13:48; Romanos 8:28-30; 1
Corintios 1:26-29; Efesios 1:3-5; 2 Tesalonicenses 2:13; 2 Timoteo 1:9; 1 Pedro 1:2.
Resumiendo las enseñanzas de estos pasajes aprendemos: Que Dios ha ordenado para vida eterna a
ciertas personas; y que, como consecuencia de su ordenación, ellos, a su debido tiempo, ”creen”. Esta
ordenación para salvación que Dios hace de sus elegidos no se debe a nada bueno ni a mérito alguno en
ellos, sino exclusivamente a Su “gracia”.
Ministerios de Gracia 7

8. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
La causa de su elección está en Dios. Dios escogió soberanamente a quienes escogió simplemente porque
decidió hacerlo así.
Pero ahora nos preguntamos ¿Por quiénes murió Jesucristo?
2- CRISTO MURIO POR LOS ESCOGIDOS DE DIOS.
Si la determinación absoluta de Cristo abarcara a toda la humanidad, entonces toda la humanidad se
salvaría. Pero no es así, Cristo murió solamente por los elegidos. Cristo no murió para hacer posible la
salvación de toda la humanidad, sino para hacer segura la salvación de todos los que el Padre le ha dado.
Una y otra vez nuestro maestro se refirió a aquellos que el Padre le había dado y por los cuales tenía
especial interés. Vea Juan 6:37, 39, 44, 65; . Juan 17:1-4, 6, 9, 11-12, 20, 23-24; 18: 9.
Sabemos que Cristo intercede ahora como Gran Sumo Sacerdote. Pero ¿por quién intercede? ¿por toda la
raza humana o solamente por su propio pueblo? La respuesta es muy clara. Nuestro Salvador ha entrado
en el cielo personalmente “para presentarse ahora por nosotros ante Dios”. Hebreos 9:24, es decir, por los
que son “participantes del llamamiento celestial”. Hebreos 3:1.
3- LA SOBERANIA DE DIOS Y EL ESPIRITU SANTO EN LA SALVACION
El nuevo nacimiento es debido a la voluntad soberana del Espíritu. Cada una de las tres Personas de la
bendita Trinidad tiene que ver con nuestra salvación. El Padre nos escogió; el Hijo murió por nosotros; el
Espíritu nos da vida.
El Padre pensó en nosotros; el Hijo derramó su sangre por nosotros; el Espíritu efectúa su obra dentro de
nosotros.
El nuevo nacimiento es una resurrección espiritual, un “pasar de muerte a vida”. Juan 5:24. Y evidentemente
la resurrección está totalmente fuera del dominio del hombre.
La obra del Espíritu es necesaria para el cumplimiento total del propósito eterno de Dios. Para que un
pecador vea la necesidad que tiene de un Salvador y quiera recibir al Salvador que necesita, es
indispensable en él, la obra del Espíritu Santo.
4- LA SOBERANIA DE DIOS PARA CON LOS JUSTOS Y CON LOS NO-REGENERADOS
“Porque de El, y por El, y en El, son todas las cosas”. Romanos 11:36.
Dios gobierna sobre toda Su creación, y lo hace de acuerdo a Su propósito eterno. La presciencia (saber
de antemano) de Dios no es la causa de los acontecimientos, sino más bien los acontecimientos son el
resultado de Su propósito eterno. Cuando Dios ha decretado que algo ha de hacer, EL LO HARA.
¿Con qué gran propósito fueron creados este mundo y la raza humana? La respuesta encontrada en la
Biblia es: “Todas las cosas ha hecho Jehová por sí mismo”. Proverbios 16:64.
¿Cómo gobierna Dios a éste mundo?
a) Para con los justos (Sus elegidos):
- Dios ejerce sobre Sus escogidos una influencia o poder vivificante. Por naturaleza, ellos están
espiritualmente muertos en delitos y pecados, y su necesidad primordial es la vida espiritual, pues
“el que no naciere de nuevo no puede ver el Reino de Dios”. Juan 3:3. En el nuevo nacimiento
somos hechos participantes de la naturaleza divina. Sin esta naturaleza santa que se nos imparte
es absolutamente imposible para el hombre producir un impulso espiritual, tener un pensamiento
espiritual, entender las cosas espirituales y ocuparse en obras espirituales. El nuevo nacimiento es
mucho más que derramar unas cuantas lágrimas debido a un remordimiento temporal por el
pecado. Es mucho más que cambiar nuestra manera de vivir. No es solamente un cambio de
conducta, sino una transformación completa. En resumen es un milagro hecho por la sobrenatural
obra de Dios.
- Dios ejerce sobre sus escogidos una influencia o poder fortalecedor. Los hijos de Dios son
capacitados para pelear la buena batalla de la fe y para contender con las fuerzas adversarias que
les hostigan. Ellos de por sí no tienen fuerza alguna; dice la palabra de Dios: “El da esfuerzo al
cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna”. Isaías 40:29.
Ministerios de Gracia 8

9. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
- Dios ejerce sobre sus escogidos una influencia o poder directivo. Dios nos guiará produciendo en
nosotros tanto “el querer como el hacer por Su buena voluntad”. Fil. 2:13. Dios nos guía en la forma
correcta. ”Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó para que anduviésemos en ellas”. Efesios 2:10.
- Dios ejerce sobre sus escogidos una influencia o poder preservador. No podemos perseverarnos a
nosotros mismos, o basados en nuestra capacidad, sin que Dios nos preserve. Tampoco podemos
amar a Dios sin Su gracia. Vea Romanos 10: 29-30 y Salmo 145:20.
b) Para con los no - regenerados:
- Dios ejerce, a veces, sobre los pecadores una influencia restrictiva por la cual les impide ejecutar lo
que por naturaleza se sienten inclinados a hacer. Un ejemplo lo encontramos en el caso de José y
en la forma en que sus hermanos lo trataron. Debido a la preferencia que Jacob sentía por él, sus
hermanos le odiaban, y cuando creyeron tenerlo en su poder idearon matarle. Pero Dios no permitió
que llevaran a cabo sus propósitos. Primero movió a Rubén a librarlo de las manos de ellos, y luego
hizo que Judá sugiriera venderlo como esclavo.
- Dios ejerce, a veces, sobre los pecadores una influencia suavizadora que los inclina en contra de su
deseo natural a obrar para fomentar Su causa. Observemos las experiencias de José en Egipto. Se
nos dice que mientras estaba en casa de Potifar “Jehová estuvo con José”. Su amo vio que Jehová
estaba con él, por lo cual, ”halló gracia en sus ojos y lo puso por mayordomo”. Más tarde cuando
José fue injustamente echado en la cárcel se nos dice: ”Más Jehová estuvo con José, y extendió a
él su misericordia, y le dio gracia en ojos del principal de la casa de la cárcel”. Finalmente después
de salir de la prisión, se nos enseña que Jehová “le dio gracia y sabiduría en la presencia de
Faraón, rey de Egipto; el cual le puso por gobernador sobre Egipto, y sobre toda su casa”.
- Dios ejerce, a veces, sobre los pecadores una influencia encausadora, logrando que el mal que
intentaban resulte en bien. El ejemplo supremo de la influencia controladora y encausadora que
Dios ejerce sobre los pecadores es la cruz de Cristo con todas las circunstancias que la
acompañan. Desde toda la eternidad Dios había predestinado cada uno de los detalles de aquel
evento. Había sido decretado que el Salvador sería traicionado por uno de sus discípulos. Salmos
41:9; Mateo 26:50.¿Había sido decretado que el traidor recibiría treinta ciclos de plata. Había sido
decretado que éste pago de la traición sería empleada con un fin particular, a saber, la compra del
campo del alfarero. Mateo 27:7. Había sido decretado que habría quienes serían testigos falsos
contra nuestro Señor. Salmos 35:11. Había sido decretado que el Señor sería blanco de injurias e
insultos. Isaías 50:6. Había sido decretado que el Salvador sería contado con los transgresores,
Había sido decretado que le sería dado a beber vinagre estando en la cruz. Había sido decretado
que los soldados echarían suertes sobre sus vestiduras. Había sido decretado que ninguno de sus
huesos sería quebrado. Exodo 12:46; Números 9:12.
- Dios endurece los corazones de los pecadores y ciega sus mentes. La palabra de Dios afirma esto
en el Salmo 105: 25. En este pasaje se hace mención de la estancia de los descendientes de Jacob
en tierra de Egipto. En su época los hijos de Israel fueron aumentados en extremo de tal forma que
eran más y más fuertes que los de Faraón. Fue entonces cuando Dios “volvió el corazón de ellos
para que aborreciesen a su pueblo”. La consecuencia del odio de los egipcios es conocida; no
solamente endureció el corazón de Faraón, sino que, después de que Dios hubo azotado el país
con las plagas, Dios dijo a Moisés: “Y yo he aquí endureceré el corazón de los egipcios”. Exodo
14:17.
Lo mismo ocurrió luego en relación con Sehón, rey de Hesbón, por cuyo territorio tenía que pasar
Israel en su éxodo hacia la tierra prometida. Deuteronomio 2:30.
Lo mismo ocurrió cuando Israel hubo entrado en Canaán. Josué 11:19-20.
Lea también Juan 12: 37-40.
¿Está Dios en realidad gobernando el mundo? Sí. Vea Apocalipsis 19:6.
IV- LA SOBERANIA DE DIOS Y LA ORACION
El destino humano no lo decide la voluntad del hombre, sino la voluntad de Dios. La oración no tiene por
objeto alterar el propósito de Dios. Entonces ¿porqué Dios ha determinado que oremos? Hay varias
respuestas para esta pregunta:
1- La oración es un mandamiento para que Dios sea honrado. Dios exige que le adoremos, y la
verdadera oración, es un acto de adoración. En ella reconocemos que dependemos de El.
Ministerios de Gracia 9

10. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
2- Dios ha designado la oración para nuestra bendición espiritual, como medio para nuestro
crecimiento en la gracia.
3- Dios ha designado la oración para nuestra humillación.
4- La oración es un ejercicio para nuestra fe.
5- La oración ha sido mandada por Dios para que busquemos en El las cosas que necesitamos.
Aquí surge una aparente dificultad: si Dios antes de la fundación del mundo, ha determinado todo lo que
ocurre dentro del tiempo, ¿de qué sirve la oración? ¿para qué orar? ¿de qué sirve que yo comparezca ante
Dios y le diga lo que ya sabe, y es más lo que acontecerá?
La respuesta: La oración no solamente ha sido designada para que Dios pueda saber lo que necesitamos,
sino como confesión a Dios de nuestra experiencia de la necesidad. La oración no carece de significado ni
de valor, así lo dice la Escritura. Vea 1 Tes. 5:17; Lucas 18:1; Santiago 5:15.
¿Cuál es la relación entre la Soberanía de Dios y la oración?
Dios ha decretado ciertos acontecimientos, pero también ha decretado que estos acontecimientos tengan
lugar a través de ciertos medios que El ha designado para su cumplimiento. La oración es uno de los
medios, como lo es también la predicación del evangelio y muchos otros más.
La palabra de Dios enseña claramente que las oraciones según Su voluntad, pidiendo precisamente el
cumplimiento de las cosas que Dios ha decretado no carecen de significado.
Daniel “entendió” por los escritos de los profetas que la cautividad debía durar solamente setenta años, pero
cuando estos setenta años habían casi terminado, se nos dice que “volvió su rostro al Señor, buscándole en
oración y ruego, en ayuno, y cilicio y ceniza”. Daniel 9:2-4.
En Ezequiel 36:33-36 leemos las promesas explícitas e incondicionales que Dios ha hecho tocante a la
futura restauración de Israel, pero en el versículo 37 se nos dice: “Así ha dicho el Señor Jehová; aún seré
solicitado por la casa de Israel para hacerles esto”.
¿Acaso Jesús no sabía que ninguno de los suyos perecería? Sin embargo rogó al Padre que los guardara.
Juan 17:11.
La idea equivocada que se tiene hoy en día es: “me presento ante Dios, le pido algo que necesito, lo
confieso y lo recibo”. La respuesta es NO!
Orar es presentarme ante Dios, contarle mi necesidad, encomendarle mis caminos y dejar que haga según
a El le parezca mejor. Esto es dejar que Dios conteste la oración de la manera que El crea conveniente, sea
lo que sea, aunque su respuesta sea la que menos agrade a mi carne.
Vea el ejemplo del apóstol Pablo en 2 Corintios 12: 1-10. Se ha concedido a Pablo un tremendo privilegio.
Ha sido arrebatado al Paraíso. Sus oídos han escuchado y sus ojos contemplado lo que ningún otro mortal
ha oído ni visto. La maravillosa revelación fue más de lo que el apóstol podía soportar. Estaba a punto “de
enaltecerse” a causa de su experiencia. Por lo tanto se le envía un aguijón en la carne, un mensajero de
Satanás que le abofetee para que no se enaltezca. Y el apóstol presenta su necesidad ante el Señor, le
implora tres veces que éste aguijón sea quitado; ¿fue contestada su oración? Sin duda que sí, aunque no
como hubiera deseado. El aguijón no fue quitado, pero le fue dada gracia para soportarlo.
La verdadera oración es comunión con Dios, de manera que es necesario que El llene nuestros corazones
de sus pensamientos.
Lea 1 Juan 5: 14-15; Santiago 4:3.
Que sea nuestro clamor: “Señor enséñanos a orar”. Lucas 11:1.
V- NUESTRA ACTITUD HACIA LA SOBERANIA DE DIOS
Reconocer la Soberanía de Dios es contemplar al propio Soberano, es tener una visión del Dios tres veces
santo en Su gloria.
Notemos la experiencia de Job, aquel de quien el propio Señor dijo: “No hay otro como él en la tierra, varón
perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado del mal”. Job 1:8. Al final del libro de Job se lo muestra en la
presencia de Dios; ¿y cómo se comporta? Job dice: “De oídas te había oído, más ahora mis ojos te ven. Por
tanto me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza”. Job 42:5. Así la visión de Dios hizo que Job se
aborreciera a sí mismo y se humillara ante el Omnipotente.
En Isaías 6: 1-5. se nos ofrece una escena pocas veces igualada. El profeta contempla al Señor en su trono
“alto y sublime”. Sobre este trono hay serafines con rostros cubiertos dando voces, diciendo: “Santo, Santo,
Santo, Jehová de los ejércitos”. ¿Cuál es el efecto de ésta visión en el profeta?. ”Entonces dije: Ay de mí
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11. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios
inmundos, han visto mis ojos al Rey”. La visión del Omnipotente y tres veces Santo Rey humilló a Isaías
hasta el polvo.
Veamos la experiencia de Daniel. Cerca del final de su vida, este hombre de Dios contempló al Señor en
una teofanía. Jehová se apareció a su siervo en forma humana, vestido de santidad y gloria divina. Daniel
cuenta el efecto que ésta visión tuvo sobre él y los que con él estaban: ”Y solo yo, vi aquella visión, y no la
vieron los hombres que estaban conmigo, sino que cayó sobre ellos un gran temor, y huyeron y se
escondieron. Quedé sólo y vi ésta visión, y no quedó en mí fuerzas. Pero oí la voz de Sus palabras: y
oyendo, estaba adormecido sobre mi rostro, y mi rostro en tierra”. Daniel 10:6-9.
Aquí vemos una vez más que la visión del Dios Soberano hace que el esfuerzo de la criatura se marchite y
ésta sea humillada.
¿CUÁL DEBE SER NUESTRA ACTITUD PARA CON EL SOBERANO DIOS?
1. TEMOR SANTO
¿Porqué la mayoría de la gente están tan despreocupadas de las cosas espirituales y aman los placeres del
mundo más que a Dios? La Biblia dice: “Porque no hay temor de Dios delante de sus ojos”. Romanos 3:18.
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”. Proverbios 1:7. Feliz el alma que ha sido atemorizada
por una visión de la majestad de Dios, que ha tenido una percepción de la grandeza de Dios.
2. OBEDIENCIA TOTAL
La visión de la Soberanía de Dios nos lleva a darnos cuenta de nuestra pequeñez, nos muestra la
necesidad de nuestra dependencia de El, y hace que nos pongamos en Sus manos.
3. COMPLETA SUMISION
Es natural quejarse cuando nos vemos privados de aquellas cosas en las que habíamos puesto nuestros
corazones. Pensamos que cuando hemos desarrollado nuestros planes con prudencia y esfuerzo, tenemos
derecho al éxito; que cuando estamos rodeados de una familia bondadosa, ningún poder puede penetrar y
herir a un ser que amamos; pero si en cualquiera de estos casos llega a suceder algo malo, el instinto
pervertido del corazón humano lo lleva a murmurar contra Dios.
Pero en aquella persona que por la gracia ha reconocido la Soberanía de Dios, ésta murmuración es
acallada, y en lugar de ello se inclina ante la voluntad Divina.
Una hermosa ilustración del alma inclinándose ante la voluntad soberana de Dios es la que nos ofrece la
vida de Job. Como es sabido Job era temeroso de Dios y apartado del mal. Si jamás hubo alguien que
pudiera esperar que la providencia divina le sonriera éste era Job. Pero ¿cómo le fue? Por un tiempo él
disfrutó de muchos deleites y bendiciones materiales. El Señor llenó su aljaba dándole siete hijos y tres
hijas, le prosperó hasta convertirlo en un hombre rico. Pero de golpe el sol de la vida se escondió tras
espesas nubes. En un solo día Job perdió, no solo sus rebaños y manadas, sino también a sus hijos e hijas!
Le llegó la noticia de que los ladrones se habían llevado su ganado, y que sus hijos habían muerto por un
ciclón. ¿Y cómo recibió todo esto? Oigamos sus palabras: “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo
volveré allá. El Señor dio y el Señor quitó; bendito sea el nombre del Señor”. Job 1:21 El reconoció la
Soberanía de Dios, y se gozó con ella.
Al igual que Job, como hijos de Dios debemos inclinarnos ante la voluntad del Señor reconociendo Su
Soberanía en todos los asuntos que rigen nuestra vida.
4. PROFUNDO AGRADECIMIENTO Y GOZO
En este punto es donde muy a menudo se pone a prueba el estado de nuestras almas. Cuando las cosas
van según nuestros deseos y para nuestro beneficio, parece que estamos muy agradecidos a Dios, pero
¿qué decimos en aquellas ocasiones en que las cosas nos son adversas y desbaratan nuestros planes?
Vayamos de nuevo al ejemplo de Job. Cuando experimentó pérdida ¿qué hizo?, ¿lamentarse?, ¿maldecir?,
¿murmurar?, NO! él se inclinó ante Dios y lo adoró.
No habrá verdadero descanso en nuestro corazón hasta que aprendamos a ver la mano de Dios en todo.
Para esto es preciso que la fe sea practicada constantemente. Pero, ¿qué es la fe? ¿una resignación
fatalista? NO! La fe descansa en la Palabra de Dios, y por tanto dice: “Y sabemos que a los que a Dios
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12. SOBERANIA ABSOLUTA DIVINA
aman, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados”.
Romanos 8:28. La persona que confía en Dios se goza en el Señor siempre. Filipenses 4:4.
5. ADORACION
El solo hecho de que la voluntad de Dios es irresistible e irrevocable, debe llenarnos de temor; pero cuando
nos damos cuenta de que El solo quiere lo bueno, nuestro corazón debe llenarse de gozo.
El reconocimiento de la Soberanía de Dios ha de abrumar mi corazón y hacer que me incline ante El en
profunda y constante adoración. Job 1:21b.
VI- EL VALOR DE LA DOCTRINA DE LA SOBERANIA DE DIOS
“Toda la Escritura es inspirada divinamente, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir
en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. 2
Timoteo 3:16-17.
Doctrina es enseñanza, y es por medio de la doctrina o enseñanza que nos son dadas a conocer las
grandes verdades de Dios. Es por medio de la doctrina que los creyentes son alimentados y edificados.
1. La doctrina de la Soberanía de Dios es básica en la teología cristiana, es un tónico divino para reanimar
nuestros espíritus, produce gratitud en la prosperidad y paciencia en la adversidad. Proporciona
consuelo para el presente y seguridad para el futuro desconocido.
2. El valor de ésta doctrina hace más profunda nuestra veneración por el carácter divino. Declara que los
derechos de Dios son los del alfarero que da forma al barro haciendo vasos del tipo que quiere y para el
uso que desee. Nos habla del carácter inescrutable de Su sabiduría. Muestra que aunque Dios es
infinito en Su santidad, permitió que el mal entrase en su creación. Muestra que si bien es
Todopoderoso, permitió que el diablo guerree contra El desde hace mucho tiempo. Muestra que si bien
es la perfecta personificación del amor, no perdonó ni a Su propio Hijo, para nuestra redención. Muestra
que si bien es el Dios de toda gracia, no todos son hechos participantes de dicha gracia.
3. El valor de ésta doctrina es el fundamento de toda verdadera fe. No habrá progreso alguno en las cosas
de Dios, si antes no hay un reconocimiento personal de que El es Supremo, y de que ha de ser
confesado y servido como Señor. Toda oración que elevemos a Dios será mera presunción carnal si no
es ofrecida conforme a Su voluntad. Todo servicio en que nos ocupemos será obra muerta si no lo
hacemos para la gloria de Dios. 1 Corintios 10:31.
4. El valor de ésta doctrina rechaza la herejía de la salvación por las obras. Mientras el pecador confíe en
sus propias fuerzas, no caerá en brazos de la misericordia soberana; pero una vez que el Espíritu Santo
le convenza de que no hallará ayuda alguna en sí mismo, reconocerá que está perdido, y clamará, y
este clamor será oído.
5. El valor de esta doctrina es profundamente humillante para el hombre. Esta verdad declara que la
salvación es del Señor. Recalca que es El quien no solo ha de ofrecer, sino también obrar; quien no
solo ha de comenzar su obra salvadora en nuestras almas, sino también perfeccionarla; quien no solo
ha de llamarnos, sino que también mantenernos y sustentarnos hasta el fin. Enseña que la salvación es
por gracia por la fe, y que todas nuestras obras, nada cuentan para ser salvos.
6. El valor de esta doctrina ofrece una experiencia de seguridad absoluta. Dios es infinito en poder y por
tanto es imposible resistir a Su voluntad. Esta doctrina despierta en el creyente confianza en el
Creador; y puede decir como el salmista: “En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque Sólo Tú
Jehová me haces vivir confiado”. Salmo 4:8.
7. El valor de esta doctrina ofrece consuelo en las pruebas. La doctrina de la Soberanía de Dios es un
manantial de consolación que rebosa e infunde gran paz al cristiano. !Qué bendición saber que no hay
un solo rincón del universo que esté fuera de Su alcance! !Qué bendición saber que la fuerte mano de
Dios está sobre todos y sobre todo!, !Qué bendición saber que aún nuestras aflicciones no vienen por
casualidad, ni proceden del diablo necesariamente, sino que son ordenadas y mandadas por Dios! Dios
es demasiado sabio como para errar y demasiado amante como para hacer derramar a Sus hijos una
sola lágrima innecesaria.
8. El valor de esta doctrina engendra un espíritu de apacible sumisión. Acatar la voluntad soberana de
Dios es uno de los grandes secretos de la paz y la felicidad.
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9. El valor de esta doctrina inspira alabanza a Dios. No solamente debemos estar agradecidos a Dios por
Su gracia para con nosotros en el pasado, sino que su continuo proceder hacia nosotros nos llena de
gratitud. ¿Cuál es el sentido de las palabras: “Gozaos en el Señor siempre”? Fíjense que no dice:
“Gozaos en el Salvador”, sino “Señor”, como dueño de toda circunstancia (recordemos que cuando el
apóstol escribió estas palabras estaba en la cárcel) ¿Cuál era el secreto de su paz? El secreto era el
saber que todas las cosas están bajo el control de Dios, que El las dirige!
10. El valor de esta doctrina garantiza el triunfo final del bien sobre el mal. Desde el día que Caín mató a
Abel, el conflicto entre el bien y el mal en la tierra ha sido un penoso problema. Cuando uno mira a su
alrededor descubre que casi todo aquí en la tierra anda mal, en caos y en ruinas; parece como si
Satanás estuviese llevando la mejor parte en la batalla. Pero cuando uno mira hacia el cielo, el ojo de la
fe ve claramente un trono, estable y seguro, en el que se sienta Aquel cuyo nombre es Omnipotente.
Dios está en el trono, el timón está en Sus manos, y por consiguiente Su propósito no puede fallar.
11. El valor de esta doctrina ofrece un lugar de reposo para el corazón. Aquel que está sentado en el trono
del cielo no solo es infinito en poder, sino también en sabiduría y bondad.
VII- ALGUNAS OBJECIONES A LA DOCTRINA DE LA SOBERANIA DE DIOS
Consideremos dos de las objeciones que suelen oponerse a la doctrina de la Soberanía Divina.
1- Si Dios no solo ha predeterminado la salvación de los suyos, sino que también ha preparado las buenas
obras en que han de andar. Vea Efesios 2:10, ¿qué incentivo nos queda para luchar por la piedad? La
respuesta del creyente es: “Prosigo al blanco, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús”. Fil. 3:14.
2- Si Dios ha fijado ya el número de los que han de ser salvos, siendo los demás vasos de ira preparados
para muerte y destrucción, ¿qué estímulo tenemos para predicar el Evangelio a los perdidos?
Nuestra labor no tiene por objetivo hacer que se cumpla lo que Dios no ha decretado. Nosotros no
somos responsables de los resultados: estos dependen de Dios y de su acción. La palabra de Dios dice:
“Pablo plantó, Apolos regó, pero es Dios quien ha dado el crecimiento”. 1 Corintios 3:6.
Nosotros hemos de obedecer a Cristo y predicar su palabra a toda criatura, hacer énfasis en el mensaje
que dice: “Todo aquel que en El cree”, y dejar que el Espíritu Santo aplique dicha palabra con poder
vivificante a quien El quiera. Una definición hermosa del éxito al testificar es: “ Sencillamente tomar la
iniciativa en el poder del Espíritu Santo, dejando los resultados a Dios”.
Dios no nos ha enviado a disparar al aire. Cuán alentadoras son para el alma aquellas palabras de
nuestro Señor: “También tengo otras ovejas (observen que dice tengo y no tendré, ya han sido dadas
por el Padre) que no son de este redil; aquellas me conviene traer, y oirán mi voz. Juan 10:16. No dice
“es posible que oigan mi voz”, ni “lo harán si quieren”; ”Oirán mi voz” es Su promesa sin reservas; es
absoluta!
CONCLUSION
Es muy triste que hoy en día en muchas iglesias evangélicas la “doctrina” sea considerada: innecesaria, no-
espiritual, sólo intelectual y de poco valor para la vida cristiana; a tal punto que se enseña que lo mejor es
recibir nuevas revelaciones directamente de Dios, dando lugar a muchas herejías; y como si fuera poco,
considerando a aquellos que nos aferramos a Las Escrituras como fríos o impertinentes para la iglesia
actual. Dando lugar de este modo a un cristianismo espiritual basado en sentimientos, tomando ciertos
textos que de la Biblia que les hace sentir bien; pero lejos de la verdad completa de Dios, tal como la
encontramos a lo largo de Todas Las Escrituras.
“¡Aleluya!, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina”
Apocalipsis 19:6
Animo hermano! El nos quiere usar a cada uno de Sus hijos para llevar a cabo Su tarea. ¡Qué privilegio!
Soli Deo Gloria.
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