La película documental de 1992 dirigida por Ron Fricke presenta impresionantes imágenes de los paisajes más bellos del mundo acompañadas de una banda sonora que transmite emociones. A lo largo del documental, se muestran tanto la vulnerabilidad de la humanidad como la magnificencia de la Tierra, al tiempo que denuncia los estragos que el ser humano causa en la naturaleza.