1. Discurso de graduación. Ferrari 2012
Esther Rubio Delgado
Muy buenas tardes a todos. Quizá no sea yo la persona más
indicada para hablaros estando vuestros tutores u otros
profesores, pero os aseguro que he preparado estas palabras con
todo mi cariño porque creo que os conozco bastante bien ya que
muchos habéis sufrido mi presencia en clase durante dos años y
además os considero mi grupo de referencia desde que llegué a
este centro.
Dicen que el discurso de graduación mejor que se conoce lo
pronunció Salvador Dalí en la Universidad de Barcelona cuando
dijo: Voy a ser breve, terminé. Yo seré un poquito más extensa.
Hoy culmináis vuestros estudios tras tantos esfuerzos, sea con
un brillante expediente o, con humilde, pero esforzado. Atrás
quedan apuros y agobios para superar pruebas, trabajos y
exámenes con los que vuestros simpáticos profesores amortizan
sus salarios.
Habéis luchado con problemas irresolubles de física o
matemáticas, con teorías filosóficas empeñadas en sacarle sentido
a la vida o la muerte o a lo inefable, con periodos históricos más o
menos lejanos, con oraciones donde había diez verbos y cuyo
sujeto final resulta que era “la sopa”, como si la sopa pudiese ser
sujeto de algo…Ha sido un curso duro y estresante y estoy segura
de que todos habéis podido pensar en algún momento: “yo
también soy estudiante de segundo de Bachillerato y me
suicidaría, pero es que no tengo tiempo”.
Ahora que todo eso ha terminado, estáis delante de todos
nosotros con un brillo especial en los ojos que viene de un largo
futuro por vivir y con prisas por vivirlo. Pero no se olvida el
momento en que llegasteis, pareceríais muchos, vistos por detrás,
“mochilas con patas” y si se os preguntaba qué queríais ser en el
futuro saldrían palabras como: futbolista, azafata, peluquera,
astronauta …Ahora manejáis otras muy distintas que entonces no
sabríais ni escribir al dictado: biotecnología, diseño industrial,
psicología, filología, ciclo superior de informática de gestión…
2. Entre ambos grupos de palabras han pasado muchas cosas: el
primer amor, el primer desengaño, las ortodoncias, el primer
afeitado, las confidencias en los baños (con lo mal que huele),
quizá la primera bronca de Aureliano o la primera felicitación…
Todo ello os ha formado y ahora el futuro está cada vez más en
vuestras manos y os toca prepararos para hacerlo lo mejor posible.
Me permito daros una serie de consejos que creo que compartirán
mis compañeros y para ello os cuento una pequeña historia que
todos conoceréis:
Un profesor delante de su clase de filosofía y sin decir palabra,
tomó un frasco grande y vacío y procedió a llenarlo con pelotas
de golf .Luego preguntó a los estudiantes si el frasco estaba lleno
y ellos no dudaron en decir que sí. Sacó del bolsillo una caja
llena de canicas y la vació dentro del frasco. Las canicas
llenaron los huecos vacíos entre las pelotas de golf .Volvió a
preguntar si el frasco estaba lleno y sus alumnos volvieron a
decir que sí. Luego, tomó una caja con arena y la vació dentro
del frasco; por supuesto, la arena llenó todos los huecos
vacíos .Así que el profesor preguntó nuevamente si el frasco
estaba lleno. En esta ocasión el sí fue unánime.
No tengo que deciros que ese frasco representa la vida: las pelotas
de golf son los grandes logros: buen trabajo, cómoda posición
social, reconocimientos, éxitos…Estas ideas dan lugar a una
buena vida, ¿quién lo duda? pero no siempre a una vida buena.
Pensadlo.
Me gustan mucho más, dentro de su humildad, las canicas. Esas
sí que nos llevan a una vida buena. ¿Y qué son las canicas, me
preguntaréis? Pues, 5 ejemplos:
3. El esfuerzo, preguntad a vuestros padres si alguien les ha
regalado algo en su vida. La respuesta será unánime: no, todo ha
sido a base de trabajo y esfuerzo. Y es así, no queda otra. Y
pensad que vuestro éxito futuro se medirá no por la posición a la
que lleguéis, sino al esfuerzo que hayáis puesto para llegar. ¿Y lo
gratificantes que son las pequeñas cosas que uno consigue por sí
mismo?
La compañía de los demás, el amor o la amistad. Construid una
vida en la que no estéis solos, encontrad a las personas a quienes
queréis y que os quieren. Tomad el teléfono, escribid una carta,
mandad un e-mail o un S.M.S o un washap aunque sea con faltas
de ortografía (uf, cuánto me ha costado escribir esto último)
La alegría, García Lorca decía que tenemos la obligación de ser
alegres. No hablamos de ser divertidos u optimistas. La alegría es
mucho más profunda porque afecta al punto anímico central del
ser humano y lo abarca por dentro, dando un brillo especial a
nuestra existencia. Una manera seria de vivir es cuidando la
alegría, no es “estar alegres” hoy, sino “ser alegres “ como
talante de vida.
La paciencia, esa que tanto escasea en vuestros impulsivos 18
años. No tengáis prisa, saboread cada momento de la vida sin
prisa, como si fuese el último; todo tiene su momento, lo bueno y
lo malo y no por pasar más deprisa vamos a librarnos de ello. Os
podrá ayudar este pequeño relato:
Un hombre caminaba lentamente bajo una intensa lluvia. Un
transeúnte apresurado y protegido con un paraguas lo ve, se
detiene ante él y le pregunta:
-¿por qué no caminas más aprisa?
-Porque también llueve delante- contestó el hombre.
Y La gratitud, sed agradecidos. El que ahora estéis aquí se debe
también al esfuerzo de vuestros padres, de vuestros profesores
que, aunque nos equivoquemos, tratamos de hacerlo lo mejor
posible y a haber tenido el privilegio de nacer en una sociedad
que dedica parte de sus recursos a formaros. Dad gracias a todo
esto.
4. ¿Qué significa la arena? Pues esas pequeñas cosas que ayudan a
llenar nuestra vida buena: Da un beso a tu madre, da un abrazo a
tu padre, mira un bonito paisaje o un atardecer, emociónate con
un poema, canta a gritos tu canción favorita, ríete a carcajadas,
charla con alguien desconocido…esas pequeñas cosas ¿o no tan
pequeñas?
Antes de terminar con el relato del profe de filosofía,
permitidme que haga un inciso y me dirija a vuestros padres. Los
padres nos pasamos la vida, como dice Miguel Hernández en un
ay ¡ del ay al ay por el ay!
¡ay que tiene mala cara, ay que la veo triste, ay que la de lengua
lo ha suspendido, ay que se ha echado un novio, ay que ya lo ha
dejado con el novio…
Después de tanto ays creo que ahora tenéis sentimientos
contradictorios: orgullo, claro que sí, por ver cómo han superado
una etapa nada fácil ni para vosotros ni para ellos; pero también
un poquito de tristeza o nostalgia porque los veis ya muy mayores
y parece que no os necesitan tanto. Yo creo que no es así.
Ellos son lo mejor que tenéis y lo serán siempre; vosotros sois
su referente y lo seréis siempre. Los padres (sobre todo las madres
según mis hijos) somos pesadísimos y por eso siempre estamos
ahí, siempre ahí. José Agustín Goytisolo lo escribió de forma
preciosa en un poema dirigido a su hija Julia: Entonces siempre
acuérdate de lo que un día yo escribí, pensando en ti, como
ahora pienso. ¿Os habéis dado cuenta de las veces que se repite la
palabra siempre?
5. (Termino) El profesor enseguida agregó dos tazas de café al
contenido del frasco y efectivamente llenó todos los huecos
vacíos entre la arena. Los estudiantes en esta ocasión reían.
Cuando la risa acabó de apagarse, uno de los estudiantes levantó
la mano y preguntó qué significaba el café. El profesor sonrió y
dijo: “qué bueno es que lo preguntes…sólo es para demostrar que
no importa cuánto esté ocupada tu vida, siempre hay un tiempo
para un par de tazas de café con un amigo”.
Pues eso, que aquí, en vuestro instituto os esperaremos siempre
con dos tazas de café y hasta con pastas. Muchas gracias, un
abrazo y hasta siempre.