La Biblia enfatiza bastante, tanto en los salmos como en los evangelios y cartas de Pablo la importancia de la alegría en la vida del creyente. Vivamos la alegría de la salvación
1. Cuidado con ser un cristiano
amargado
El arte de vivir la vida en la plenitud de Dios
2. La fe que no ríe
Para muchos creyentes, la fe
cristiana se la vive con seriedad,
devoción y reverencia
exclusivamente. Esto hace que el
cristianismo sea visto como una fe
muerta y que invita a la gente a ser
infeliz.
3. La fe que no se goza
Todos manifestaciones corporales de
la fe son rechazadas por ser
consideradas propias de una fe
desviada. La danza, la risa, el
aplaudir o el responder
emotivamente son considerados
muestra de falsas doctrinas
4. La fe que no danza
Decía F. Nietzsche: “Yo sólo podría
creer en un Dios que supiese bailar”.
Su queja y reclamo era contra la
pesadez y aburrimiento de la iglesia
a la que pertenecía. No es sólo el
movimiento, sino la expresividad del
gozo que manifiesta la danza lo que
se anhela
5. Pero la alegría es esencial en el
cristiano
¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo
repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana!
6. Alégrense!
Decía Charles Spurgeon que “un hijo
de Dios debe ser una
bienaventuranza visible de gozo y
felicidad, y una doxología viviente de
gratitud y adoración”. El
reconocimiento de nuestra
condición en Cristo nos debe llenar
de gran alegría.
7. Dios es la fuente y razón de nuestro gozo
En el Salmo 43:4, la Biblia dice lo siguiente de Dios:
“Llegaré entonces a tu altar, oh Dios,
y allí te alabaré al son del arpa,
pues tú, mi Dios, llenas mi vida de alegría”
Y en el Salmo 16:11 dice:
“Hay gran alegría en tu presencia;
hay dicha eterna junto a ti”
8. Constantemente se nos llama a alegrarnos
Alégrense en todo momento (1 Tes
5:16)
Vivan alegres por la esperanza que
tienen… (Rom 12:12)
Estén siempre llenos de alegría en el
Señor. Lo repito, ¡alégrense! (Fil 4:4)
9. El gozo de Jehová es vuestra fortaleza
Martín Lutero, el reformador
protestante, vio que la felicidad es
un atributo muy valioso de la vida
del creyente y por ello atinó a decir:
“La felicidad es mi espada, y mi
alegría, mi escudo” De igual manera,
Nehemías lo comprendió y dijo: “El
gozo de Jehová es vuestra fortaleza”
(Neh 8:10
10. La búsqueda de la felicidad
La búsqueda de la felicidad es algo que en todos
está presente. Sin embargo, la buscamos en
distintos lugares. Agustín de Hipona tuvo claro
donde poder encontrar la verdadera felicidad:
“La felicidad misma no es otra cosa que gozar de
Dios, para Dios, y por Dios, eso es la felicidad y no
otra cosa”.
11. De cristianos amargados: ¡líbranos, Señor!
Por ello podemos estar de acuerdo
con Teresa de Ávila en esto que dijo:
De devociones absurdas y de santos
amargados, líbranos, Señor