El documento describe diferentes formas de violencia que pueden aparecer en el deporte, como agresiones entre jugadores, entrenadores y padres. Explica que comportamientos como hacer trampa, dopaje, agredir a otros o usar insultos no son aceptables y van en contra de los valores del deporte como el respeto y la aceptación de las normas. También resume las responsabilidades de las organizaciones deportivas para prevenir y sancionar esta conducta violenta de acuerdo con la ley.

2. Podemos encontrar diferentes formas de agresión y violencia en los diferentes ámbitos de la actividad humana. Ya sea en las relaciones personales, laborales, familiares, profesionales, políticas, comerciales, por lo tanto no debería extrañarnos su aparición también en uno de los fenómenos más característicos e importantes de la sociedad contemporánea: EL DEPORTE

4. La violencia en el deporte es cualquier manifestación o actitud de violencia, intimidación, intolerancia o discriminación, que suponga atentar contra la integridad física o psíquica de las personas que participan como deportistas, árbitros y espectadores, en un evento, manifestación o encuentro deportivo.

5. Es preciso señalar que no vale todo en el deporte. El deseo de ganar no puede justificar comportamientos inmorales e indecentes. Hacer trampa, doparse, no atender al deportista o árbitro lesionado, agredir o usar la violencia, insultar, escupir o faltar al respeto, hacer gestos obscenos o encararse con el público, negarse a dar la mano al equipo contrario, montar broncas en la grada, enfrentarse entre padres... son algunos comportamientos inaceptables que debemos erradicar de nuestros campos y de la práctica deportiva.

6. Observamos con demasiada frecuencia comportamientos en las competiciones, fundamentalmente en el fútbol, que causan daño o lesionan a otros jugadores rivales. También el enfrentamiento entre jugadores de diferentes o del mismo equipo, de entrenadores, o entre padres. y no digamos con los árbitros. Estas agresiones que en ocasiones se trasladan fuera del campo, no sólo son indecorosas y dañinas sino que mal educan a nuestros adolescentes y les dañan al fomentar la interiorización de la utilización de la violencia en controversias y conflictos.

9. Estas manifestaciones peligrosas están absolutamente prohibidas , además de sancionadas, por la Ley contra la Violencia, el Racismo , la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte (2007), pero sobre todo hay que rechazarlas por contrarias al civismo y al comportamiento ético. Los buenos deportistas y sus acompañantes deben de reprobar y no justificar nunca este tipo de manifestaciones contrarias ala convivencia democrática, además de exigir a los organizadores delos eventos que hagan cumplir la Ley que declara prohibidas estas expresiones de odio y discriminación. En el deporte no tienen cabida y fuera de los estadios tampoco.

12. Aunque las medidas de prevención se apliquen con toda intensidad, de manera más o menos esporádica o accidental, se podrían producir brotes y conductas violentas, que deberán ser corregidas y atajadas con rigor y urgencia. A tal fin, tanto las Entidades Deportivas, como los organizadores de eventos deportivos, se deben comprometer a:

13. Identificar con los medios disponibles necesarios a los causantes de incidentes violentos o intolerantes. Impedir la exposición de pancartas con contenidos violentos. Expulsar de los recintos deportivos, si fuera necesario, a quienes se manifiesten de forma violenta, intolerante o agresiva.

14. Denunciar ante la autoridad competente, a los titulares o propietarios de páginas Web que utilicen signos o símbolos, identificativos de clubes deportivos, con mensajes y/o simbología racista, xenófoba o que incite a la violencia. Retirar, privar o no otorgar ventajas, beneficios o privilegios de cualquier índole, a los hinchas implicados en incidentes violentos, racistas o xenófobos.

15. Decálogo deportivo para padres, madres, deportistas, profesores, entrenadores y acompañantes. Conductas que debemos fomentar

16. Muestra respeto y cordialidad con entrenadores y deportistas de equipos rivales.

17. Respeta, comprende y apoya la función de los árbitros.

18. Muestra interés por la labor del profesor y del entrenador con tu hijo. No lo sustituyas.

19. Estimula y reconoce el esfuerzo, sin exceso o daño, para el joven deportista.

20. Ayuda a valorar el trabajo en equipo y refuerza el espíritu de superación.

21. No critiques al deportista cuando cometa un error. Acepta éxitos y fracasos.

22. Promueve el compañerismo y aplaude buenas actuaciones de todos los deportistas.

23. Evita insultos racistas y de todo tipo. Ayuda a evitar cualquier intento de violencia.

24. Llévate bien, amistosamente con otros padres de deportistas.

25. Colabora con tu hijo, entrenador y colegio en el apoyo a las actividades deportivas.