Este documento compara la terapia hipnótica y la terapia analítica. Explica que la terapia hipnótica solo cumple con dos de los tres requisitos ideales de una terapia (rápida y no desagradable), pero no es confiable ya que los síntomas a veces vuelven. La terapia analítica se enfoca en sacar a la luz los problemas inconscientes usando la transferencia, la cual es el objeto del tratamiento. También describe cómo la transferencia crea nuevas versiones del viejo conflicto que el paciente intent
2. La sugestión directa es una sugestión dirigida
contra la exteriorización de los síntomas, una
lucha entre la autoridad de ustedes y los
motivos de la enfermedad.
Fue Bernheim quien aseveró, con su
característica perspicacia, que la sugestión es lo
esencial en las manifestaciones del hipnotismo,
pero la hipnosis misma es ya un resultado de la
sugestión, un estado sugerido; y practicó
preferentemente la sugestión en estado de
vigilia, con la que se puede lograr lo mismo que
con la sugestión en la hipnosis.
3. Una terapia ideal debe ser rápida,
confiable y no desagradable para el
enfermo.
La terapia hipnótica cumple con los dos
de los requisitos, pero con la parte
confiable no, ya que en algunas personas
si se podía aplicar y en otras no y el
síntoma no era eliminado, despues de un
tiempo volvía a resurgir en síntoma.
4. La terapia hipnótica busca encubrir y
tapar algo en la vida anímica; la analítica,
sacar a luz y remover algo.
La trasferencia de la persona por
hipnotizar, puede haberse protegido de
ella por actitudes particulares; pero nada
de eso podemos saber. En el
psicoanálisis trabajamos con la
trasferencia misma, resolvemos lo que se
le contrapone, aprontamos el instrumento
con el que queremos intervenir
5. La trasferencia es respetada
cuidadosamente: se la deja intacta; en el
analítico, ella misma es objeto del
tratamiento y es descompuesta en cada
una de sus formas de manifestación.
Durante la cura tenemos que luchar
incesantemente contra resistencias que
saben mudarse en trasferencias negativas
(hostiles) opera en sentido contrario a la
producción de sugestiones singulares.
6. Lo que estos enfermos nos cuentan de
sus traducciones simbólicas y sus
fantasías, que en ellos han penetrado
hasta la conciencia, coincide punto por
punto con los resultados de nuestras
indagaciones sobre el inconciente de los
que sufren neurosis de trasferencia, y así
confirma la corrección objetiva de
nuestras interpretaciones, tan a menudo
puestas en tela de juicio.
7. La tarea terapéutica consiste, entonces,
en desasir la libido de sus provisionales
ligaduras sustraídas al yo, para ponerla
de nuevo al servicio de este.
En la «trasferencia», se crean versiones
nuevas de aquel viejo conflicto, versiones
en las que el enfermo querría
comportarse como lo hizo en su tiempo,
mientras que uno, reuniendo todas las
fuerzas anímicas disponibles [del
paciente], lo obliga a tomar otra decisión.
8. El trabajo terapéutico se descompone,
pues, en dos fases; en la primera, toda la
libido es esforzada a pasar de los
síntomas a la trasferencia y concentrada
ahí, y en la segunda se libra batalla en
torno de este nuevo objeto, y otra vez se
libera de él a la libido.
9. La trasferencia paterna no es más que el
campo de batalla en el cual nos
apoderamos de la libido; la libido del
enfermo ha sido guiada hasta ahí desde
otras posiciones.
Los sueños de los neuróticos nos sirven,
como sus operaciones fallidas y sus
ocurrencias libres, para colegir el sentido
de los síntomas y descubrir la colocación
de la libido.
10. La diferencia entre neurosis y salud vale
sólo para el día; no se continúa en la vida
onírica. Nos vemos precisados a trasladar
también a los hombres sanos una
cantidad de supuestos que en el neurótico
se obtienen a raíz de la trabazón entre
sus sueños y sus síntomas.
11. La caracterización de la salud, a partir del
hecho señalado: la identidad de los
sueños en los sanos y en los neuróticos.
Pero en cuanto al sueño mismo se sigue
esta otra conclusión: no podemos
desasirlo de sus
12. La terapia analítica es joven; se requirió
largo tiempo hasta que pudiera
establecerse su técnica, y ello sólo pudo
hacerse en el trabajo mismo y merced a
una experiencia creciente.
13. Un abuso del análisis es posible en
diversos sentidos; sobre todo, la
trasferencia es un instrumento peligroso
en manos de un médico inescrupuloso.
Pero ningún instrumento o procedimiento
médico está a salvo de abusos; si un
cuchillo no corta, tampoco puede servir
para curar.