Este documento compara y contrasta diferentes enfoques terapéuticos como la hipnosis, la sugestión y el psicoanálisis. Explica que la terapia psicoanalítica se basa en la transferencia y en sacar conflictos internos a la luz para resolverlos, mientras que la hipnosis busca ocultarlos. También señala que el psicoanálisis requiere un trabajo difícil tanto para el paciente como para el terapeuta, pero puede lograr curas más profundas al abordar las raíces de los problemas.
Estudio de opinión a nivel nacional (16.04.24) Publicación.pdf
Diferencias entre terapia analítica y sugestión
1. UNIVERSIDAD DEL VALLE DE MÉXICO
CAMPUS HISPANO
RÉGULO VÁZQUEZ ISAURA ISABEL
SEMINARIO DE FORMACIÓN EN HABILIDADES CLÍNICAS
FACILITADORES:
MTRO. JUAN ELÍAS CAMPOS GARCÍA
MTRO. JOSÉ MANUEL BEZANILLA SÁNCHEZ
La terapia analítica
2. En la terapia psicoanalítica la influencia se basa
esencialmente en la trasferencia, vale decir, en la
sugestión
La hipnosis misma es ya un resultado de la
sugestión, un estado sugerido; y practicó
preferentemente la sugestión en estado de vigilia,
con la que se puede lograr lo mismo que con la
sugestión en la hipnosis.
Una terapia ideal debe ser rápida, confiable y no
desagradable para el enfermo [«cito, tuteo,
jucunde»], el método de Bernheim llenaba en
todo caso dos de estos requisitos. Se lo podía
ejecutar más rápido, infinitamente más rápido,
que la terapia analítica, y no ocasionaba fatiga al
3. La práctica de la terapia hipnótica impone a paciente
y médico un trabajo ínfimo
La terapia hipnótica busca encubrir y tapar algo en la
vida anímica; la analítica, sacar a luz y remover algo.
La terapia analitica hinca más hacia la raíz, llega
hasta los conflictos de los que han nacido los
síntomas y se sirve de la sugestión para modificar el
desenlace de esos conflictos.
La cura analítica impone a médico y enfermo un difícil
trabajo que es preciso realizar para cancelar unas
resistencias internas
En el psicoanálisis trabajamos con la trasferencia
misma, resolvemos lo que se le contrapone,
aprontamos el instrumento con el que queremos
intervenir.
4. La solución de sus conflictos y la superación de
sus resistencias sólo se logra si se le han dado
las representaciones-expectativa que coinciden
con su realidad interior.
Sanaría si el conflicto entre su yo y su libido
tocase a su fin, y su yo pudiera disponer de
nuevo de su libido. La tarea terapéutica consiste,
entonces, en desasir la libido de sus
provisionales ligaduras sustraídas al yo, para
ponerla de nuevo al servicio de este
5. La enseñanza, se reconcilia con la libido y se
inclina a concederle alguna satisfacción, y su
horror ante los reclamos de la libido se reduce
por la posibilidad de neutralizar un monto parcial
de ella mediante sublimación.
El estudio del sueño se convierte en la vía de
acceso más cómoda para el conocimiento de lo
inconciente reprimido, a lo cual pertenece la
libido sustraída al yo
La diferencia entre salud nerviosa y neurosis se
circunscribe, pues, a lo práctico, y se define por
el resultado, a saber, si le ha quedado a la
persona en medida suficiente la capacidad de
gozar y de producir.
6. El tratamiento psicoanalítico ha de equipararse a una
intervención quirúrgica y, como esta, exige realizarse
dentro del marco más favorable para lograr éxito.
En los tratamientos psicoanalíticos, la intromisión de los
parientes es directamente un peligro, y de tal índole que
no se sabe cómo remediarlo
El prejuicio contra la terapia analítica ya ha empezado a
decrecer. La constante difusión de las doctrinas analíticas,
el mayor número de médicos que aplican el análisis en
muchos países, parecen garantizarlo
Los daños que se atribuyen al psicoanálisis se reducen,
en lo esencial, a transitorias manifestaciones de
agudización de conflictos cuando el análisis se hace
torpemente o cuando se lo interrumpe por la mitad.
Un abuso del análisis es posible en diversos sentidos;
sobre todo, la trasferencia es un instrumento peligroso en
manos de un médico inescrupuloso.