El documento describe las características generales de la arquitectura renacentista en Italia, incluyendo el uso de órdenes clásicos, arcos de medio punto y bóvedas. Destaca las contribuciones de Filippo Brunelleschi, conocido por su cúpula para la catedral de Florencia, Leon Battista Alberti y sus palacios urbanos prototipo, y Donato Bramante y sus iglesias centralizadas.