Este poema describe los síntomas de una enfermedad desconocida y agotadora que ataca el cuerpo y la mente de un modo inexplicable. El sujeto se siente ahogado, mareado, con nudos en el pecho y un cerebro que lanza señales como latigazos, además de sufrir insomnio, cansancio, piel y labios secos. La enfermedad parece estar aniquilando su moral y consumiendo todo lo que queda en él.