2. Después de largas desazones, enfrentamientos, tensiones y malos ratos, reflexioné y comprendí que era yo quien debía cambiar. Y comencé a ordenar mi Patio interior
3. Comprendí que debía reenamorarme de mí, quererme de veras, valorarme más, y entonces di un gran giro en mi vida. Después de relajarme, aprecié lo que es Autoestima
4. Y así comprendí que mis angustias y sufrimientos solo surgían de mis propias contradicciones. Y traté de vivir con Autenticidad
5. Cuando me amé de veras, supe que mi vida no es tan insulsa, pues las tensiones y todo lo que me sucede, me ayuda a crecer. Y deseé la Madurez
6. Con una nueva sensibilidad, sentí lo que ofende a los demás, y las presiones que ejerzo para lograr mis deseos impropios. Y aprendí a Respetar
7. Y como de verdad me quería, comencé a buscar lo saludable, erradicando de mi vida cualquier situación, persona o cosa que me alejase de una vida sana... Al principio creí que era egoísmo. Hoy sé que es Responsabilidad
8. Y abandoné las prisas, me libré de los grandes proyectos de futuro. Hago lo que creo justo y correcto, sin agobios, a mi propio ritmo, mientras camino por la senda de la Simplicidad
9. Cuando me quise de veras, comprendí mis propias limitaciones, desistí de tener siempre la razón y curiosamente empecé a equivocarme menos. Poco a poco voy descubriendo la Humildad
10. Cuando me amé de verdad, dejé de revivir continuamente el pasado, y agobiarme con el futuro. Viviendo cada día con intensidad, así me siento en Plenitud
11. Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y dominarme. Pero al colocarla al servicio del corazón, resultó ser mi mejor aliada. Así aprendí a Vivir en equilibrio
12. “ No tengamos reparo en revisar nuestra vida, para ordenar nuestro patio interior, aunque nos provoque desgarres... “ Cuando las galaxias chocan... del caos nacen las estrellas.”
13. martes, 12 de julio de 2011 12:38:58 a.m. B U E N D Í A