El documento describe la historia de Los Alcázares desde la prehistoria hasta la época moderna. Los primeros asentamientos humanos datan de hace 2.500 años a.C. y se dedicaban a la pesca. Posteriormente fenicios, griegos y romanos establecieron colonias en la zona, dejando vestigios arqueológicos. Los musulmanes eligieron la zona como lugar de descanso y fortificaron el área. Tras la reconquista cristiana se repartieron las tierras y se establecieron nuevos poblad
3. El municipio de Los Alcázares, situado privilegiadamente en el centro del Mar Menor, se presenta como un territorio de
transición entre el ecosistema marino de la laguna y el terrestre del Campo de Cartagena, determinante en su origen y desarrollo. La
bahía abierta se formó a través de los movimientos orogénicos que bascularon la gran cubeta marina en tiempos protohistóricos,
posibilitando el acceso y tránsito de embarcaciones de diversos pueblos, cuyo legado arqueológico ha sido desvelado a través de los
tiempos.
En un principio, estos asentamientos eran muy reducidos en el tiempo, pero fueron incrementándose a medida que la
barra arenosa de La Manga consolidaba su estructura básica. De esta forma, la restinga se fue cerrando y dificultando el acceso al
interior de la laguna, garantizando mayor grado de seguridad para las colonias de primitivos pobladores.
Aunque en Los Alcázares no se han hallado restos prehistóricos, en las inmediaciones de Cabo de Palos se han
encontrado vestigios de un hábitat eneolítico, del período Bronce I, etapa de la Prehistoria en que se empiezan a fabricar armas y
utensilios con la aleación del cobre y el estaño, resultando un metal más duro que el cobre.
Estos hallazgos atestiguan que los antepasados marmenorenses más remotos se dedicaban a la pesca hace unos
2.500 años a. C. Más tarde,restos de ánforas sumergidas, naves hundidas, muros de balsas para la fabricación de salazones, viejas
calzadas, aljibes, fortificaciones..., confirman la presencia de fenicios, tirios, griegos y romanos en el Mar Menor.
4. De época romana, los vestigios más importantes en Los Alcázares son los restos de un enclave romano
declarado Monumento Nacional por Decreto del 3 de junio de 1931. La excavación arqueológica de D. J. Ramón Berenguer
se situó en el área central del Mar Menor, bajo la actual población moderna y muy próxima a la vía que descendía desde
Tarraco hasta Carthago Nova. Los restos arqueológicos más representativos se hallan actualmente en el Museo
Arqueológico Provincial de Murcia.
Estos vestigios confirman la existencia de una gran villa bajo-imperial, que contaba con termas o balneario,
Probablemente relacionadas con los procesos curativos atribuidos a las aguas del Mar Menor. El hallazgo de denarios
consulares en el término municipal de Los Alcázares atestigua la pervivencia de pobladores romanos en la zona durante
la época republicana
del Imperio.
Los investigadores aseguran que los romanos procedieron al drenaje de las zonas lacustres próximas al Mar
Menor, instalando en el centro de la amplia ensenada sus pesquerías e industrias de salazón. Cabe destacar de esta época
la mítica salsa garum que, usada entre los siglos IV y V a. C, estaba elaborada con scombro (caballa), siendo famosa por
su elevado precio. De hecho la frase murciana "Eres más caro que el garum" debe su procedencia a este exquisito manjar.
No ha llegado hasta nuestros días resto alguno de esta mítica salsa, aunque existen numerosos testimonios de su
existencia en fuentes escritas, así como restos de balsas y factorías de salazón en las inmediaciones de Los Alcázares,
concretamente en Los Nietos.
5. Época visigoda
La presencia visigoda en Los Alcázares resulta difícil de confirmar. El geógrafo Jiménez de Gregorio afirma: "nada sabemos de los visigodos,
aunque se supone que continuarían los núcleos hispano-romanos, si se considera que en esta zona del sureste peninsular prevaleció una provincia goda
autónoma con vitalidad suficiente para mantenerse en los primeros tiempos de la dominación islámica". La provincia autónoma goda, a la que se refiere
Jiménez de Gregorio, se extendía por una franja de terreno desde la desembocadura del río Segura por Guardamar hasta el río Guadalete, suponiendo la
pervivencia, durante muchos años, de un sistema de población basado en las 'villae' romanas (explotaciones agropecuarias).
Presencia musulmana con carácter vacacional
El origen del topónimo de Los Alcázares hunde sus raíces en la época musulmana, procediendo de la palabra árabe 'Al Kazar', que significa
castillo, fuerte o fortaleza, y que con el tiempo irá derivando en palacio. La presencia en Los Alcázares de numerosos aljibes y, por lo tanto, del líquido vital
para hombres y animales, atrajo a la población musulmana hacia su territorio, que creó un núcleo fortificado aprovechando las termas romanas, elevándolas a
la categoría de alcázares moriscos. Con los árabes llegaron las fortificaciones con sus alcázares vigía y los palmerales existentes actualmente en los dos
extremos de la localidad, las torres vigía de los 'al kazar' y las casas señoriales.
Los hallazgos arqueológicos encontrados acreditan que se trata del núcleo urbano de mayor antigüedad de los existentes en las riberas del
Mar Menor, siendo en su mayor parte vestigios pertenecientes a la época de ocupación musulmana. En la primera mitad del siglo XIX todavía se conservaban
algunos viejos paredones pertenecientes a esta época, que se extendían a lo largo del terreno, que actualmente cubren las cuatro manzanas de casas
delimitadas por el Paseo Carrión y las calles Cartagena y Madrid.
Los árabes escogieron Los Alcázares como lugar vacacional y de descanso, aprovechando las excelentes propiedades terapéuticas de las
aguas marmenorenses; pero también utilizaron el muelle de Los Alcázares, situado en el centro de la bahía, para las transacciones portuarias. Dice el geógrafo
Al-Idrisi, en su obra 'Descripción de España' que, aprovechando los pasos de la franja arenosa entre el Mediterráneo y el Mar Menor, penetraban barcos de poco
calado cargados con provisiones, que cambiaban por otros productos de la misma comarca, como cereales, vino, miel y pistachos, que habían recibido de
la presencia romana y de sus exportaciones al Imperio. Sin embargo, no será hasta la llegada de la repoblación cristiana, cuando Los Alcázares cobre
verdadera importancia como puerto pesquero y de mercancías.
8. Los Alcázares: foco de atracción
Hacia el siglo XIX, Los Alcázares alcanza la condición de residencia nobiliaria durante el período estival. Paralelamente se desarrolla un
éxodo de población procedente de la Huerta murciana, cuyo objeto es practicar el 'novenario' (nueve baños al menos), en forma de abluciones marinas,
siguiendo una costumbre ancestral. Con el transcurrir del siglo, la confluencia de ambos flujos de visitantes provocará conflictos, especialmente entre las
familias residentes, que ven invadidos sus terrenos y parcelas privadas por las barracas de los huertanos.
Una de estas familias fueron los Fontes, ya que el núcleo central de Los Alcázares en esta época se encontraba sobre los terrenos que
fueron de la finca 'La Cerca', propiedad del Marqués de Ordoño, José María Fontes Alemán. Este gran amante del Mar Menor construyó un mercado,
urbanizó parcelas y, entre finales del siglo XIX y principios del XX, ofreció numerosas parcelas a gente trabajadora, por el sistema de censo enfitéutico,
que suponía el pago anual y a largo plazo, para que los agricultores y pescadores de la comarca pudieran adquirir propiedades, donde sus familias se habían
asentado durante generaciones.
En 1898 se construye la ermita de la Asunción, luego parroquia. El siglo XX despunta en Los Alcázares, vinculado a la conflictividad derivada
de la dependencia jurisdiccional con las diputaciones de San Javier y Torre Pacheco; y la fiebre minera, que irrumpe en las explotaciones de la sierra
cartagenero-unionense, a finales de la centuria anterior.
Balneario de la Encarnación y Base Aérea
Entre 1901 y 1902 don Alfonso Carrión Belmonte construye en Los Alcázares el Balneario de la Encarnación, magnífica obra de mampostería
en primera línea de playa, que supondrá el punto de arranque de un proceso turístico, cuyo desarrollo ha ido acrecentándose hasta nuestros días. En 1904
se edita un folleto propagandístico de este balneario, constituyendo un hito de promoción turística en la época. La actividad turística se potenció hasta el punto
de que el número de visitantes en verano llegaba a superar a los residentes, que se reducían a unos sesenta vecinos durante el resto del año.
El desarrollo demográfico y económico de Los Alcázares en la primera mitad del siglo XX estuvo determinado por este desarrollo turístico,
pero también por la implantación en 1915 de la Base Militar Aérea, ya que se convirtió en lugar de destino de numerosos militares, además de constituir el
primer aeródromo marítimo de España y cuarto de la Aeronáutica Militar española (tras los de Cuatro Vientos, Alcalá de Henares y Guadalajara). La
construcción del aeródromo fue fundamental para el desarrollo económico y social de la localidad. En la década de los años 20', la Base Aérea vive su época
de mayor esplendor, con las visitas de ilustres personajes como Alfonso XIII, el infante de Orleáns y Ramón Franco.
El notorio aumento demográfico propiciado por la instalación de la Base Aérea, se vio incrementado aún más en 1936, cuando la insurrección
militar desencadena el traslado de personal y equipamiento de la extinguida Base de Cuatro Vientos a la Base de Los Alcázares. Esta llegada de contingentes
poblacionales al enclave militar hizo necesario habilitar nuevos alojamientos y servicios sociales, para hacer frente a las demandas de los nuevos residentes.
Con este motivo se constituye un Ayuntamiento bajo los auspicios del mando militar aéreo, que ostentaba el comandante de la base, Ortiz. El alcalde de esta
primera experiencia municipal fue Don Antonio Menarguez Costa. Este Ayuntamiento estaría funcionando hasta el final de la Guerra Civil.
El camino hacia el establecimiento de Los Alcázares como municipio
En la década de los años 40', Los Alcázares consigue la calificación de Entidad Local Menor, así como la constitución de la primera Junta
Vecinal. Sin embargo, continúa anhelando su independencia de los Ayuntamientos de San Javier y de Torre Pacheco. En la década de los cincuenta se
produce una vía alternativa a esta situación: la creación de un municipio independiente. Sin embargo, no será hasta 1972, cuando la creación de la
Asociación Cabezas de Familia de Los Alcázares impulse la codiciada independencia, iniciando en 1977 gestiones ante la autoridad gubernamental.
En agosto de 1977 surge un movimiento popular, escudado bajo las siglas G.I.A. (Grupo Independentista Alcazareño), y en 1978 se
constituye la Comisión Gestora Pro-Ayuntamiento de Los Alcázares, para la que es elegido presidente Don Manuel Menarguez Albaladejo, hijo del que fuera
primer alcalde en 1936. Después de recorrer un largo camino, el Consejo de Estado, por resolución de fecha 14 de julio de 1983, informa favorablemente el
expediente de segregación, creándose el Ayuntamiento de Los Alcázares el 13 de Octubre de ese año, por el Decreto 77/1983, que crea el Municipio,
mediante la segregación de parte de los términos de los municipios de San Javier y Torre Pacheco.