El documento argumenta que el proceso de selección de estudiantes para las universidades no es satisfactorio, ya que las modalidades aplicadas no son adecuadas y conducen a altos índices de reprobación en el primer año. Además, las evaluaciones comunes para todas las áreas no reflejan los niveles de rendimiento esperados por especialidad ni responden a las exigencias actuales del mercado laboral debido a los niveles académicos desiguales de los bachilleres y la falta de investigaciones actualizadas sobre las capacidades demandadas