LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
Por qué nos fascina el turismo catástrofe
1. Yo estuve ahí: por qué nos fascina el turismo catástrofe
Escenarios de desastres naturales y de actos terroristas, de pobreza y violencia, de traumas
históricos:el exotismo de los viajesalcanza una nueva marca y abre preguntassobrelos modosde
procesar las tragedias colectivas
Laura Marajofsky (PARA DIARIO LA NACION)
Los expertos en marketing lo saben: hoy no se venden productos puntuales, sino la idea de vivir
"experiencias inolvidables". En la pujante y exitosa industria del turismo, eso puede querer decir
cenar en un restaurantcinco estrellasyver el recital de la banda favorita,perotambiénpasar una
noche en una cárcel histórica, dar un paseo por la favela más pobre y peligrosa de Brasil o buscar
las huellas del huracán Katrina en Nueva Orleans.
En efecto, la industria turística ha desarrollado en la última década toda una gama de productos
que prometenatenderlasnecesidadesde aquellosque buscaneste tipo de atracciones,en lo que
se conoce como"turismomacabro"odarktourism, que yacuentaconsusagenciasde viaje,centros
de estudio y libros,y que incluye,por ejemplo, excursiones a escenarios de tsunamis,terremotos,
inundacionesoactosterroristas;viajes azonasde guerrayconflicto; toursnarcoen México;retiros
al estilo paramilitar o juegos de espías en la ex frontera soviética.
Para quienes estudian y debaten acerca de este turismo de nicho, las causas del fenómeno
responden a una cantidad de variables, que van desde la necesidad de supervivencia de la propia
industria hasta algunas sensaciones contemporáneas: el aburrimiento siempre acechante, la
búsqueda de adrenalina, la construcción de una identidad sobre la base de los consumos y el
constante corrimientode lasfronterasde loque seconsideraoriginaloexótico.Cuandoyavisitamos
Tailandia varias veces, ¿qué podrá sorprendernos?
El marco general del dark tourismes una industriaque crece a un ritmoexponencial,beneficiada
por la accesibilidadenloscostos,lamejoraen losmediosde transporte yel avance tecnológicoen
general. Según una nota reciente del New York Times, en 2012 se contabilizó un récord de mil
millones de viajes al exterior, y muchos más realizaron desplazamientos internos, contribuyendo
con un total de 7,6 trillones de dólares a la economía mundial. Asimismo, la UNWTO (The United
NationsWorldTourismOrganization)proyectaque para2030 el turismoalcanzaráel impresionante
número de 1,8 mil millones de viajes al año.
En este contexto, muchos están empezando a preguntarse por los costos asociados a esta
impactante movilización de gente y recursos, desde el cambio climático hasta la migración, la
conservación de los sitios de interés, e inclusive cuestiones como el impacto social en las
comunidades y el creciente descontento de los locales.Como explica Elizabeth Becker, autora del
libroOverbooked: The Exploding Business of Travel and Tourism, los países están empezando a
prestar atencióna este tema,debidoa las reaccionescada vez más refractariasante las hordasde
turistas, en particular en Europa y Asia.
En medio de este boom, el turismo negro -que presenta lugares asociados con la muerte y la
desgracia como atracciones para ser visitadas- ingresa en la conversación para abrir otros
interrogantes.Si bienvariosde estossitiosposeenunvalorhistóricoensí mismospor su contexto
sociopolítico (Hiroshima en Japón, Chernobyl en Ucrania), el listado de destinosno termina ahí, e
2. incluye sitiosde catástrofes más recientes (Ground Zero en Nueva York, las ruinas post tsunami y
Katrina,locacionesde exterminiosmasivosenRuanda) yhastadivertimentosconstruidosconfines
turísticoso evocativos,comoel LondonDungeonoel FukushimaGate Village enlasinmediaciones
de la planta. Este último proyecto consiste en construir una villa con restaurantes y tiendas
de souvenirs, así como un museo dedicado a concientizar sobre el impacto del desastre nuclear.
Escala humana
"La muerte ha sidoretratada por las sociedadesdesde hace milesde años.La sociedadedificaen
el lugar de la tragedia un hito, un santuario, una marca estética no sólo para explicar por qué
sucedió,sinoqué podemoshacerparaque no vuelvaaocurrir.Luegodel desastre,el sobreviviente
siente el debermoral de antropomorfizar(hacermáshumana)lamuerte,ylaformaenlacual puede
hacerloes conferirle unsignoestético",apuntaMaximilianoKorstanje,profesorenl a Universidad
de PalermoymiembroasociadodelTourismCrisisManagementInstitute, enel ReinoUnido.Quizás
este seaal finy al cabo el ejerciciomásinteresante:indagarporqué nos sentimostanatraídos por
estos sitios, preguntarnos por su conexión con otros fenómenos en la cultura, y descifrar si es
posible encontraralgunaposibilidadde aleccionamiento(ovalorestético)enunatragediacolectiva.
Si bienéste esun fenómenomásreciente enAméricaLatina,enEuropa y Asiapodría decirse que
es casi un negocio instalado y culturalmente naturalizado. Eso no impidió que, al igual que los
personajes de la impactante novela de Emmanuel Carrère, De vidas ajenas, el fotógrafo francés
Ambroise Tézenasquedaraconmocionadoporpartidadoble:primero,al experimentarel desastre
de Sri Lanka encarne propiacuandoeltsunami golpeólazonaen2004, y luegocuandose enteróde
ese lugarse había convertido en un atractivo turístico.
Perplejo ante la idea de que alguien quisiera hacer turismo para ver los restos del horror que él
había vivido, decidió viajar por todo el mundo visitando a la par de los turistas estos sitios de
calamidades históricas. Nada de pases de prensa o beneficios especiales. De esta documentación
premeditada y consciente surgió el libro I was here: Photographs of Dark Tourism, publicado este
año.Tézenasadmite quesu ideanofueridiculizaralosturistasque consumenese tipode atractivos
ni moralizar al respecto, e incluso admite que no tiene del todo claro si deberían o no existir esos
lugares, pero plantea que, si se elige ir a ellos, al menos habría que tener claro por qué.
En esa línea trabaja justamente el iDTR (Dark Tourism Institute) en Inglaterra, un centro de
investigaciónsobre el fenómeno,cuyosfundadores,RichardSharpleyyPhilipR.Stone,escribieron
en 2009 el libro The Darker Side of Travel: The Theory and Practice of Dark Tourism . Stone y su
equipoacaban de lanzarun proyectode cinco años de duración para examinarlosefectosde esta
clase de viajesenespaciosde herenciacultural.Stone,sinembargo,ofrece uncontroversial punto
de vista:en sus palabrasel turismonegro no existe;sólose trata de un genuinointerésporlo que
sucede alrededor: "Vos y yo [...] cuando visitamos Ground Zero, no somos dark tourists, sólo
estamos interesados en algo que pasó en nuestras vidas".
Aburrimiento total
Y sin embargo no todos sentimosla necesidad de ir a conocer esos lugares,y aun yendo, existen
muchasmanerasde relacionarse,de darlescontextoyprocesarlos.Poresotambiénse habla -yéste
es uno de los objetivos del iDTR- de fomentar la implementaciónética del turismo en estos sitios.
3. Dejando a un lado un debate más esperable vinculado con la explotación comercial en forma de
parque de diversiones(poralgose hablade la "disneyficación"de ciertosdestinos),emergenotras
posibles líneas de análisis. Se podría hablar de al menos dos variables contemporáneas en juego.
Por unlado,ciertasaturaciónde lasopcionesdisponiblesparael entretenimiento,que se evidencia
enuna búsquedade emocionescadavezmásfuertes.Porotro,el rol que jueganla tecnologíaylas
redes sociales como amplificadoras de estas experiencias.
En la primera línea hay que considerar influencias actuales como los documentales de viajes del
popular Anthony Bourdain (desafiando los límites de la sensibilidad y el buen gusto), los videos
sensacionalistasde Vice oinclusoatraccionesrecientescomolos Real Escape Games,sinolvidarel
auge en la última década de los deportes extremos.
En este sentido,no es despreciable el crecimiento de la rama dedicada al turismo aventura, con
vertientesque la acercan cada vez más a lo macabro, incluyendo el war tourism(visita a zonas de
guerrayconvulsiónpolítica),unsegmentoque,segúnlarevista The Atlantic,reportóuncrecimiento
anual del 65% en losúltimoscuatro años. Para despejarcualquierduda,NicholasWood,fundador
de Political Tours explica que la gente puede viajar mucho más fácilmente ahora, por lo tanto, si
alguienquiere estarenel mercadode losviajes,tieneque traerunvaloragregado a la mesa.En su
caso, esto significa ofrecer viajes con destinos como Israel o el territorio palestino, y excursiones
como "Libia después de la revolución" por 7000 dólares.
Pero esto no es todo. El amplio espectro que abarca esta búsqueda "adrenalínica" presenta
opciones que podrían sorprender al más incrédulo: tours narcos en México, retiros inmersivos
paramilitares,juegosde espíasal estiloJamesBondenlaex fronterasoviética("Escape de laURSS")
y hasta estadías en prisiones antiguas o centros de tortura al estilo de Hameln en Alemania (una
vieja cárcel construida por los nazis y transformada en hotel). El propio Tézenas recuerda haber
fotografiado las Extreme Nights en el Karostas Cietums de Letonia, donde los fans de aventuras
especialmente extremas podían ponerse en la piel de un prisionero por una noche.
Cada plan tiene su matiz, y despertará su correspondiente cuota de indignación, entusiasmo o
curiosidadsegúncorresponda,peroloque todosparecencompartireslasensaciónde que yanada
es suficiente para mantenernos entretenidos.Visitar campos de batalla o sitios de guerra no es
nuevo.Lo novedosoescuánformalizadose encuentrael consumoa travésde la industriahoy,yel
modo en que Internet está "levantándolo". Esto nos obliga a pensar en los efectos de l a
mediatización constante de nuestra cotidianidad y el valor de las experiencias en un "mercado
vivencial", en el que terminan sirviendo como moneda para transacciones tanto sociales como
económicas. Si las vivencias se convierten en moneda y la tragedia se vuelvecommodity,
la selfie podría ser considerada la expresión mínima de este intercambio. Un gesto simple que
encierraunavisiónde mundoyde nosotrosmismos."Esciertoque el turismoesparte deunproceso
muchomás ampliode estetizaciónde losconsumos,comosucedeconlagastronomía.El fenómeno
de la estetizaciónexcedepormuchoal turismo,y se ligacon losprocesosde estetizaciónde lavida
cotidiana", apunta Jorge Gobbi, docente, consultor en turismo y tecnología, y bloguero.
De contextos y sensibilidades
Cabe preguntarse qué tipo de procesamiento de una catástrofe es posible articular desde una
óptica que promueve el entretenimiento y comercializa lo trágico, una discusión que quienes
4. analizanlaspolíticasde memoria -vinculadas,porejemplo,alossitiosymonumentosrecordatorios
de genocidiosmasivosendistintospaíses-vienendandodesdehace tiempo.Paramirarloque para
muchosesbanalizaciónde lastragedias,Gobbisugiere enfocarseenel hechode quelamayoríason
lugares de gran importancia histórica, que involucran hechos de enorme violencia política o
tragediasnaturales,yadviertesobrelaimportanciade unapreservaciónycontextualizaciónacorde.
"Las dimensionespolíticasde estoslugareshacenmás complejoel temade la estetización,yaque
su masificación y falta de contextualización pueden lograr que se trivialice su relevancia histórica.
Frente a ello encontramos una tensión permanente entre los intereses de algunos actores de
promoverlarelevanciaturísticade unespacioylosque prefierenpriorizarsuimportanciapolítica",
dice.
Situaciones donde los intereses comerciales y políticos entran en conflicto, y hasta el sentido
común o la sensibilidadse ponenentela de juiciotraen a la mente ejemplosde atracciones como
los slum tours en India, las visitas a favelas o a las villas locales. También, el debate en torno
al memorial que se erigiósobre las ruinasdel 9/11 en NuevaYork, donde se instalóun museoque
ofrece souvenirskitsch, como "perros de rescate" de peluche y paraguas estampados con lemas
patrióticos.
Si lograrlamejorselfie seconvierte enunejercicioderatingyconstrucciónpersonal,nosorprende
que losescenariosmásescalofriantesseanlosmásbuscados.¿Cómoexplicaresascarassonrientes
en las autofotos post terremoto, junto a los restos de la Torre Dharahara, cuyos nueve pisos se
derrumbaronenNepalhace meses?¿Seráqueestafacilidad techexacerbaelmorboosimplemente
lo canaliza?Por algo a alguienya se le había ocurrido crear un sitiowebtan espeluznante yjocoso
a la vez como Selfies at funerals, furor hace unos años.
Korstanje insiste en la pertinencia de evaluar la relacióncon la tecnología: "Cuando la tecnología
lleva al automatismo y a ver al otro como un instrumento para maximizar el propio placer, la
incidenciaenel usode la tecnologíaenesta clase de sitiosesalta. Sobre todo porque moralmente
no tengo que lidiar con una muerte real, y porque en el confort y la seguridad del hogar puedo
visualizar lugares de pobreza extrema como la favela de Rocinha o las villas miseria".
Puedenesgrimirse sindudaexplicacionesbiende época,vinculadasal aburrimientoylanecesidad
de intensidad, pero pareciera haber todo un aspecto no examinado. Korstanje propone ver el
turismo negro como una manera de domesticar la muerte -uno de los mayores tabúes de esta
cultura- en un mundo altamente secularizado: "Si bien hay varias escuelas o teorías que intentan
explicarporqué nos sentimosatraídospor esta clase de espectáculos,ciertamentehayunasuerte
de catarsis que los especialistas llamamos thanaptosis. Los visitantes de estos lugares intentan
imaginar su propia muerte, la muerte de sus seres queridos, quieren reflexionar sobre las causas
históricas que han colaborado con la concreción del desastre y encontrar una explicación al
infortunio.Algunosse muevenporcuestionesde religiosidad.Enlopersonal,creoque laspersonas
que visitanestosespaciosquierenoírunmensajeque enalgunoscasosserviráparasu propiavida".
Habrá que hacerse cargo aunque las preguntas incomoden, ya que la fascinación o repulsión por
estassituacionesreflejaante todounapostura sobre la naturalezadel dolor,propioyajeno,sobre
la vida y la muerte.