Breve ensayo acerca de Filosofía de la Naturaleza, que estudia el ente móvil en cuanto móvil, en el presente ensayo se justifica tal realidad

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Relación del ente móvil con la temporalidad
Por Rafael García Yeomans
La filosofía de la naturaleza estudia el ente móvil material en cuanto móvil, es decir busca
el conocimiento de las primeras causas y principios del mundo natural. Esta ciencia
filosófica es sin duda un pilar sobre el que se construye todo un edificio intelectual que
sirve como arma para comprender de una manera más profunda la realidad misma. Uno de
los aspectos que han sido objeto de estudio constante en las ciencias filosóficas es la
naturaleza, los objetos que nos rodean, lo material, de esto se deriva también en que se haya
escrito bastante sobre el tiempo (característica propia de los entes materiales). Ya desde la
antigüedad es el tiempo una cuestión que se ha tratado; San Agustín se lo planteaba de la
siguiente manera: “¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero
explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Lo que sí digo sin vacilación es que sé que si
nada pasase no habría tiempo pasado; y si nada sucediese, no habría tiempo futuro; y si
nada existiese, no habría tiempo presente. Pero aquellos dos tiempos, pretérito y futuro,
¿cómo pueden ser, si el pretérito ya no es y el futuro todavía no es? Y en cuanto al
presente, si fuese siempre presente y no pasase a ser pretérito, ya no sería tiempo, sino
eternidad. Si, pues, el presente, para ser tiempo es necesario que pase a ser pretérito,
¿cómo deciros que existe éste, cuya causa o razón de ser está en dejar de ser, de tal modo
que no podemos decir con verdad que existe el tiempo sino en cuanto tiende a no ser?”. 1
En el presente ensayo se pretende desvelar la relación que existe entre el ente móvil con la
temporalidad. Para realizar esta reflexión me apoyaré principalmente en el trabajo de
Mariano Artigas en su libro “Filosofía de la naturaleza”, en el que se encuentra expresada
la Filosofía de Aristóteles.
1
Cfr San Agustín, “Confesiones”, Xl, 14, 17

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El objeto material de la Filosofía de la naturaleza es el conjunto de entes materiales, estos
son todos aquellos objetos que existen en el universo físico y que resultan accesibles al
conocimiento, ya sea por medio de los sentidos o a través de instrumentos. 2
Los objetos en la naturaleza tienen diversos matices que los hacen peculiares: los cuerpos
son aquellas realidades extensas, por lo general sólidas y tienen una unidad que los
distingue de otros objetos de forma númerica. El ente material se define como cualquier
cosa que tiene el ser y que posee materia. El ente físico es aquel que se refiere a realidades
corpóreas, o dicho de otra manera, son entes del mundo de la naturaleza. Que el ente sea
sensible es la propiedad que lo caracteriza como aquel que tiene capacidad de ser percibido
por los sentidos.3
Por otra parte el objeto formal de la Filosofía de la naturaleza es el ser de las cosas
corpóreas, pues es bien sabido que existen también realidades no corpóreas o materiales.
Ahora bien, Tomás de Aquino afirmaba que algunas cosas están solamente en acto, otras
solamente en potencia y otras se encuentran en un estado intermedio entre la potencia y el
acto.4
Este tipo de cosas que se presume están en un estado intermedio son los entes
materiales. Es una característica de los entes móviles (materiales) el movimiento y el
movimiento definido por Aristóteles es: el acto del ente en potencia, en cuanto está en
potencia.5
El Aquinate veía claramente que el movimiento es un acto imperfecto, pues es
algo que está en vías de completarse, pero que aún no es en plenitud.
Otra característica de los seres materiales es que todos tienen una duración temporal,
carecen de una estabilidad absoluta o permanente y esto así pues cualquier ente móvil va
2
Cfr ARTIGAS, Mariano, “Filosofía de la naturaleza”, Eunsa, 2003.
3
Cfr ARTIGAS, Mariano, “Filosofía de la naturaleza”, Eunsa, 2003.
4
Tomás De Aquino, In Phys., III, 2 (289).
5
Aristóteles, Física, III, 1 (201 a 10)

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realizando su modo propio de ser de una manera progresiva. “Ser para los entes corpóreos
significa ser en el tiempo”6
La temporalidad es algo que nos afecta, que nos resulta evidente, constantemente en nuestra
vida experimentamos esta temporalidad, la sufrimos, nuestras mismas expresiones denotan
esta realidad. Aristóteles ya entrevía que el tiempo tiene todo que ver con el movimiento,
pues de no haber movimiento el tiempo sería nulo, no existiría.
Con todo el análisis ya expuesto se puede llegar a la conclusión de que un ente al ser
material está sujeto a temporalidad, pues los entes están compuestos por acto y potencia, y
constantemente se están actualizando, sufren cambios accidentales perdiendo y adquiriendo
perfecciones. El modo peculiar de ser del ente móvil le confiere la característica que llamos
temporalidad o duración sucesiva.7
6
Cfr ARISTÓTELES, Física, IV, 10-14.
7
Cfr ARTIGAS, Mariano, “Filosofía de la naturaleza”, Eunsa, 2003.