Este documento presenta información sobre la cultura Huari, una civilización precolombina que floreció en los Andes centrales del Perú entre los siglos VII y XIII d.C. Aborda su ubicación geográfica, organización social, económica y política-militar, así como su evolución histórica desde sus orígenes hasta su declive. Destaca que los Huari lograron expandir su imperio a gran parte de la sierra y costa peruana gracias a su eficiente sistema de organización centralizado y a su poderoso ejército.
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INTRODUCCIÓN
La Historia ha sido siempre un interés permanente de la
humanidad ya que es nuestra naturaleza querer saber de dónde venimos, que
paso antes que nosotros y por qué se dieron aquellos acontecimientos. La
historia consiste entonces en entender el pasado para ubicarnos en el presente
y poder proyectarnos hacia el futuro; precisamente es lo que queremos lograr
en esta investigación, entender a la cultura Huari, su formación como resultado
de una fusión cultural, su forma de organización que la convirtió en un imperio
pan andino y su abrupta desaparición.
La cultura Wari es uno de los mejores ejemplos del gran desarrollo de
los andes centrales durante la historia. Prueba de ello están las fuentes que
nos dejaron, tales como sus expresiones artísticas, su innovadora planificación
urbanística y la forma en que organizaron su imperio.
Estudiar esta cultura es muy interesante ya que los Huari, fueron una
civilización que logro una gran expansión por gran parte de la sierra central de
nuestro país.
Este trabajo será de mucha utilidad no solo por la calidad de información
que veremos a continuación, sino también por la enseñanza que nos deja en el
ámbito administrativo y poder reflexionar con respecto a sus aciertos y
desaciertos que nos servirán como guía de como forjar el crecimiento y
desarrollo aplicables de forma independiente.
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I. MARCO TEÓRICO
1.1 ANTECEDENTES
La cultura Wari fue una civilización precolombina del periodo Horizonte
Medio que floreció en los Andes centrales del actual Perú, aproximadamente
desde el siglo VII hasta el XIII d. C., llegando a expandirse hasta los
departamentos de Lambayeque por el norte, Arequipa por el sur y hasta la
selva del departamento del Cusco por el este, y aunque no se ha precisado el
tipo de control e influencia que ejerció sobre otras culturas regionales, logró
cierta unificación y expansión de una cultura propia. La ciudad más grande
asociada con esta cultura es Wari, que se encuentra ubicada unos
15 kilómetros al noroeste de la actual ciudad de Ayacucho. Esta ciudad fue
centro de un imperio que cubría la mayor parte de la sierra y la costa
del Perú actual.
Sus antecedentes locales más directos son de la cultura Warpa, que se
desarrolló en la sierra de Ayacucho. También se benefició de los contactos
iniciales con la cultura Nazca. Al igual que Tiwanaku, se piensa que muchos de
los motivos chavinoides representados en la iconografía Wari pudieron haber
sido introducidos por influencia de Pucará. El Imperio Wari se expandió
mediante conquistas militares los que le permitió, hacia el año 650 d.C.
alcanzar su máxima extensión de manera muy rápida. No obstante, también
fue decayendo muy velozmente. En la zona de lo que hoy es Lima, la cultura
Pachacamac desarrolló su propia esfera de influencia, convirtiéndose en uno
de los principales rivales de Wari, que hacia el 800 d.C. había dejado vacía su
capital
1.2 EVOLUCIÓN HISTÓRICA
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La cultura
Wari se divide en
tres grandes
épocas, dentro de
ellas, en la
segunda alcanza
su máximo
apogeo
representado por
su cerámica. En
esta época, su
expansión llega
hasta Lambayeque y Cajamarca, por el norte; hasta Moquegua y Cusco, por el
sur. Para lograr esta expansión los Wari lucharon hasta conquistar los pueblos
cercanos, provistos de hachas de piedra, arcos y flechas. A medida que iban
conquistando terrenos, explotaban sus recursos y allí se basaba,
principalmente, su economía.
Las causas de la expansión de la cultura Wari no son del todo claras.
Ciertamente, gracias a su poderoso ejército, a la mejora de las condiciones
meteorológicas y al desarrollo de técnicas agrícolas que proveyeron
excedentes de alimentos, se produjo el crecimiento de la población en general.
Por lo tanto, era necesario incorporar nuevos territorios para dar cabida a la
población y satisfacer sus necesidades, lo cual no tendría lugar sin un poder
político fuerte y un eficiente ejército.
Al concluir el imperio Wari se inicia el periodo Intermedio Tardío. A partir
del año 900, las principales ciudades del imperio Huari habían ganado una
relativa autonomía y algunos, como Pachacamac, eventualmente, se
convierten en reinos independientes. Los principales centros de la zona
montañosa, como Huari y Cajamarquilla, fueron abandonados, producto de una
sequía que obligó a la población a buscar nuevas tierras. Además. se observó
una disminución de las poblaciones de la serranía y el florecimiento de las
ciudades costeras, incluyendo Chanchán, y así surgieron reinos independientes
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como Chimu , Chincha , etc. donde antes existía el imperio Wari. A pesar de
ser una de las más grandes culturas precolombinas, la cultura Inca fue superior
y desde el siglo XIV dominó toda la región.
1.3 UBICACIÓN GEOGRÁFICA
En la ciudad de Viñaque o
Wari, ubicada a 25 kilómetros al noreste de
la ciudad de Ayacucho, hacia fines del
período denominado Horizonte Medio se
desarrolló la cultura Huari donde comenzó a
desarrollarse una tradición de centros
urbanos con influencia Nazca y Tiahuanaco.
La expansión de los Huari comprendió el
norte, sur y oeste de Ayacucho, y en poco
tiempo se expandió hacia la sierra norte
hasta Callejón de Huaylas, hacia la sierra
sur de Cuzco y en la costa central y sur;
llegando hasta Cajamarca por el norte, La
Libertad, Moquegua y Sicuani por el sur.
La cultura Wari se originó en un medio ambiente difícil: la región de
Ayacucho. En una zona seca y árida en la que resulta muy difícil cultivar debido
a los suelos pedregosos y a la escasez de agua. Todas estas características
del medio donde se desarrolló son la razón de su nombre. La palabra Wari es
un vocablo quechua que significa indómito y agreste. Para superar esta
limitación, los Huari realizaron obras de canalización, drenaje y crearon
andenes en las laderas de los escarpados, cerros, ampliando la superficie
cultivable de modo significativo. Su ubicación geográfica significo también una
de las razones que motivó a su progresiva expansión para la comercialización
de sus productos y la búsqueda de mejores tierras.
Las punas ubicadas al sur de Ayacucho significaron una rica fuente de
recursos, por encontrarse cubiertas de pastos y ser un refugio para la mayoría
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de las vicuñas de nuestro país. En esta zona se cultivaron tubérculos como la
papa, el olluco, la mashua y la coca.
En cuanto a la cronología unos dicen que es desde 550 d.C. hasta
1,000 d.C., y otros que va desde 600 d.C. hasta 1,100 d.C. lo cierto es que
para lograr tales dimensiones y poder proteger sus dominios, tuvieron que
organizar un poderoso ejército militar.
1.4 PERSONAJES IMPORTANTES
II. Desarrollo de la Cultura
2.1. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO
El sistema de organización del Imperio, despótico y centralista, era poco
dado a la construcción de obras en las provincias, salvo que éstas tuvieran que
ver con la seguridad, la explotación o la administración de las mismas. De allí la
creación de Centros Administrativos, la edificación de depósitos, la erección de
murallas, la construcción de obras hidráulicas y el trazado de extensos
caminos. Obras creadas de acuerdo a los dictados de la planificación y
ubicadas con un estricto sentido económico en las zonas que realmente las
requerían.
Parece que los Wari practicaban una política colonialista a ultranza, en
que solo interesaba el beneficio de la metrópoli en función de la máxima
explotación de los territorios conquistados.
2.1.1. ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
La economía Wari se posicionó adecuadamente gracias a la agricultura,
ganadería, comercio y artesanías, así como la arquitectura y cerámica. Wari
fue un estado desarrollado urbanamente, aun cuando en otras zonas
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conservaba un aspecto menos desarrollado. Mantuvieron un intercambio
económico y cultural con otros estados, especialmente con Tiahuanaco.
Su economía se basa en la agricultura de productos como maíz, la papa
y la quinua, y también la ganadería de llamas y alpacas. Wari fue una sociedad
que concentraba su economía a partir de la planificación. Como resultado la
ciudad se convirtió en el centro de la producción y distribución de la riqueza
agropecuaria y manufacturera. Los Wari se enfocaron mucho en la agricultura
intensiva, la producción masiva de bienes y productos y un activo intercambio
comercial.
Para aumentar la producción agrícola de las provincias y llegar a tener
reservas para la región ayacuchana, cuya agricultura no alcanzaba para
satisfacer las necesidades de una gran población, los Wari construyeron
importantes obras hidráulicas en todo el imperio; de estas quedaron restos en
los valles de Moche y Virú.
La cultura Wari tuvo que desarrollar la agricultura porque su población
aumentaba constantemente y no podía alimentarse solo de ganadería, lo cual
hizo que el pastoreo de llamas sea remplazado por el cultivo de papas. Este
rápido cambio del pastoreo a la cultivación de papas permitió a Wari tener una
importante área de provisiones para su propia capital.
Para aumentar la producción de los artesanos, los Wari usaron sistemas
que facilitaban la fabricación de algunos bienes. Ese fue el caso de la cerámica
en la que se popularizo el uso de los moldes que hizo que exista una
producción enorme de objetos de una gran demanda popular. En toda la costa
se usó ese sistema, especialmente durante la época tardía donde crearon los
estilos epigonales que son las cerámicas de Lambayeque y chancay
El comercio Wari produjo grandes centros de almacenaje y largas redes
de caminos.
La actividad comercial Wari, que recogía lo producido de la costa para
llevar a la sierra, fue de gran importancia y lo llevaban a cabo numerosas
personas. En el periodo posterior, gran parte de los costeños se dedicaba
únicamente al comercio llegando a ser hasta un tercio de la población en el
valle de Chincha. La actividad comercial cumplió un rol destacado.
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Los caminos debieron tomar un rol importante en el imperio Wari, ya que
su existencia y funcionamiento sin una larga y eficiente red caminera que
sustentara sus relaciones político-económicas. Como todo estado despótico, la
seguridad y bienestar dependían de la rapidez de las comunicaciones, de la
celeridad con que pudieran trasladarse sus fuerzas, conquistadoras o
represivas y del permanente abastecimiento de la ciudad.
Esos caminos existieron vinculando a Wari con todos los centros
administrativos provinciales del imperio, aunque no se conozca, en la
actualidad, huellas de los mismos. Unos deben de haber desaparecido por el
tiempo, otros deben de haber sido involucrados en la red caminera que los
incas implementaron y ampliando las viejas vías existentes, tal vez algunos
todavía existan escondidos en la naturaleza y el polvo de siglos.
2.1.2. ORGANIZACIÓN SOCIAL
Debido a su orientación urbana y
militar, Wari mantenía una fuerte jerarquía
social, encabezada por las clases
dirigentes. Los sacerdotes y en especial
los guerreros, debieron haber ocupado un
lugar importante dentro de la sociedad, la
cual ejercía su poder desde los centros
urbanos. Esta pirámide social tenía en su
base a una gran masa de agricultores y
pastores. La superpoblación de la ciudad,
el abandono del campo y quizás una
sequía origino la carencia de productos
alimenticios que por un corto tiempo debió solucionarse mediante el
intercambio de artesanías por productos agrícolas hasta que fue insuficiente y
optaron por la conquista por medio de la guerra, ósea por la explotación de las
colonias conquistadas, esto debió ocurrir entre los años 800 dc. Al 1200 dc. En
lo social el aporte Wari fue especialmente trascendente y significativo, pues,
como ya se ha indicado, los wari hicieron la revolución urbana, dieron lugar al
nacimiento del estado, secularizaron la sociedad y el poder, organizaron las
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comunidades en ayllus, inventaron la planificación y el urbanismo e impusieron
sus patrones de asentamiento urbano en todo el mundo andino.
2.1.3. ORGANIZACIÓN POLÍTICO – MILITAR
Para asegurar sus conquistas y administrarlas como se debía los Wari
establecieron, en lugares estratégicos del territorio imperial, centros clave que
tenían como objetivo ser centros administrativos y lugares donde se guardaban
los recursos de las provincias.
Crearon de manera planificada los
centros de Viracocha Pampa, en
Huamachuco; Vilca Huain, en Huaraz; Wari
Vilca, en Huancayo; Cajamarquilla, en Lima y
Pique Llaqta, en Cuzco. También
construyeron una red de caminos que
vinculaba dichos sitios entre sí y los
comunicaba de forma directa con la metrópoli.
A la vez, permitía el envío de los tributos de
las provincias, el ir y venir de los comerciantes
y, especialmente, la rápida marcha de los
ejércitos conquistadores.
Al parecer, los Wari practicaban una política colonialista centralizada, en
la que solo les interesaba el beneficio de la metrópoli en función de la máxima
explotación de los territorios colonizados o conquistados. Por eso, sus
asentamientos tenían la condición de verdaderos enclaves coloniales creados
para controlar tanto política como económicamente el territorio en el que se
asentaban.
Los centros se rodeaban de altas murallas concéntricas y las zonas
habitadas dentro de ellos eran cerradas a lo que solo se podía ingresar
escalando los muros desde estrechos callejones, que eran sustituidas, en
muchos casos, por caminos que discurrían por lo alto de los gruesos
murallones.
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Es por esto que los integrantes de la burocracia administrativa y las
guarniciones militares imperiales no se quedaban en las provincias y
regresaban a la metrópoli tan pronto como cumplían su misión de servicio y en
caso de fallecimiento eran llevados al solar nativo para que los auquis tutelares
velaran por ellos, y el Dios de los Báculos pudiera incorporarlos a su séquito de
seres alados.
Probablemente, esta es una de las razones por las que en las provincias
casi no existen pueblos, palacios o cementerios y tampoco templos o sitios
ceremoniales. No obstante, se trataba de gente que practicaba una religión
ecuménica con fuerte sentido proselitista.
2.2 EXPRESIONES ARTÍSTICAS
La cultura Huari, por estar influenciada de tres culturas
(Tiahuanaco, Nazca y Huarpa), fue incorporando diversas características de
sus expresiones artísticas. Producto de esta influencia, los Huari llegaron a
producir obras de gran calidad y belleza que hoy en día son un orgullo para el
Perú y de reconocimiento mundial.
La alfarería.-
Si bien el valle de Ayacucho no era
agrícolamente rico, este poseía gran variedad
de materias primas, lo que permitió la
fabricación de gran variedad de productos
artesanales, a pesar de ello, es poca la
información con la que actualmente se cuenta
sobre los instrumentos, arcillas y centros
especializados donde se elaboraban estos
productos. Mediante algunos estudios, se ha
podido afirmar que las producción alfarera
durante la cultura Huari fue a gran escala,
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además de las evidencias halladas por Martha Anders en Maymi (Pisco)
indican que los centros especializados no solo se ubicaron en Ayacucho, sino
también en otras partes del imperio.
La alfarería Wari muestra diseños con semejanzas a los personajes de
la cultura Tiahuanaco y Pukara, tales como los chamanes alados o el
"Personaje de los Cetros", mientras que las formas de las vasijas destacan por
sus botellas de dos golletes que evocan la cultura Nazca.
Cerámica.-
La cerámica Wari tiene una clara Influencia de la Técnica nazca y origen
tiahuanaquense. Son cuatro los estilos que predominan en el Horizonte Medio:
Conchopata, Robles Moqo, Chakipampa y Viñaque. Ello implica que en un
mismo lugar se puedan encontrar varios estilos cerámicos.
El estilo Conchopata se basa en grandes urnas de unos 80 cm. de largo
destinadas a servir como repositorio de ofrendas. En su parte externa se ven
personajes similares a los de la Portada del Sol de Tiahuanaco.
El estilo Robles Moqo procede
del mismo Huari, se basa de urnas,
cántaros, vasos y figuras de llama, con
decoraciones geométricas y
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naturalistas, donde también están presentes los motivos Tiahuanaco.
El estilo Chakipampa, de
influencia Nazca, es ordinario y no
tiene el carácter ceremonial de los
anteriores. Se basa en botellas
pequeñas, vasijas modeladas como
tubérculos o figuras humanas,
decorada con colores blanco,
crema, púrpura y gris.
El estilo Viñaque procede de la ciudad de Huari, y es considerado un
producto de la expansión, pues reúne varios sub-estilos de zonas de Nazca y
Lima, además de elementos Robles Moqo y Chakipampa. Sus principales
formas son los cuencos semi emiesféricos, cántaros con cuellos-efigie y
botellas de dos cuerpos, y sus motivos son cabezas de felinos vistas de perfil,
plantas estilizadas, cráneos, entre otros.
III. APORTES A LA ADMINISTRACIÓN
Wari fue un estado teocrático ayacuchano que se convirtió en el primer
imperio del Perú. Su máximo gobernante residía en un palacio de Viñaque
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(Ayacucho). En cada región conquistada se construyeron ciudades donde vivía
un gobernador. Va a nacer como síntesis de la Cultura Huarpa, Tiahuanaco,
Nazca; la importancia de ella radica en ser el primer Imperio Andino que
domina gran parte del territorio peruano, es decir, Wari es un modelo para
explicar los siguientes procesos culturales. El manejo político fue distinto en
todo el ámbito nacional e internacional, teniendo en cuenta que los Waris
convivieron con otra entidad política y religiosa compleja como lo fue
Tiahuanaco, al sur.
Fue jerarquizada e incluía a la élite gobernante (Rey huaris y sus
familiares), la nobleza guerrera, funcionarios administrativos de las diferentes
regiones del imperio, la clase sacerdotal, y el pueblo (artesanos, agriculturas,
comerciantes, pescadores, etc.). Las partes centrales de sus ciudades tuvieron
importantes complejos religiosos con plazas. También fue militarista y
establecieron centros administrativos en las regiones conquistadas donde se
construyeron ciudades en las cuales vivía un gobernador y sus ciudades se
denominaban "Ciudades cabezas de región" para controlar su amplio territorio.
Sus asentamientos tenían la condición de verdaderos enclaves coloniales
creados para controlar, política y económicamente el territorio en el que se
asentaban. Los Centros Administrativos eran verdaderas "factorías" que
focalizaban la actividad comercial de la región, captaban su producción, la
almacenaban y la remitían a la metrópoli ayacuchana, todo ello dentro de las
seguridades del caso. Por eso los Centros se rodeaban de altas murallas
concéntricas y las zonas de habitación dentro de ellos eran cerrados recintos a
los que sólo se podía ingresar escalando los muros desde estrechas callejas,
que eran sustituidas, en muchos casos, por caminos que discurrían por lo alto
de los gruesos murallones. Por eso también, los integrantes de la burocracia
administrativa y las guarniciones militares imperiales no se afincaban en las
provincias y regresaban a Wari tan pronto coma cumplían su misión de servicio
y en caso de fallecimiento eran llevados al solar nativo para que los auquis
tutelares velaran por ellos, y el Dios de los Báculos pudiera incorporarlos a su
séquito de seres alados.
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Wari, destaco de forma especial en su planificación urbana. En el curso
de su expansión los Wari organizaron diferentes centros urbanos para
administrar y controlar territorios ubicados a distancias muy lejanas de carácter
político-militar de la ciudad de Wari, la antigua Viñaque, ubicada cerca de la
actual ciudad de Ayacucho en los alrededores de Quinua, más que lugares
donde se concentraba la población que abarcaba toda la extensión de las
conquistas Wari.
El trazado urbano se organizaba mediante la existencia de calles
angostas que se interceptaban ortogonalmente y que vinculaban entre sí a los
grandes conjuntos urbanos que constituían los barrios de la ciudad, y sus
materiales constructivos tienen que haber sido necesariamente de, madera,
caña y paja.
La construcción era, generalmente, a base de piedra de campo sin
labrar, asentada con barro de manera que las caras planas de los mampuestos
formaran los pavimentos de los muros.
El tamaño de estos centros urbanos varía y parece depender de un
sistema jerárquico, además el imperio conto con una eficaz red de caminos que
le permitía obtener información adecuada y trasmitir sus decisiones. Otro
vehículo de administración política debió ser la lengua. Al parecer, fue durante
el horizonte medio que empezó a difundirse el quechua por el Perú.
Para eso se crearon Centros Provinciales, algunos de estos fueron:
- Piquillacta: Centro administrativo y político más importante de la cultura
Huari que representa el urbanismo planificado.
- Pachacamac: En tiempos de Huari se convirtió en un centro religioso
importante.
- Huiracochapampa: El material utilizado de construcción es arenisca
blanca