L.F. es un padre de 30 años que se da cuenta que sus hijos prefieren pasar tiempo frente a pantallas en lugar de jugar afuera. Para mejorar la comunicación con sus hijos y enseñarles a divertirse al aire libre, L.F. y sus amigos animan a los niños a jugar con teléfonos hechos de vasos e hilos. Los niños empiezan a disfrutar del tiempo con sus padres y ser más sociables.