El Foro Social Mundial surgió a fines de los 90 como un espacio de encuentro para organizaciones y movimientos sociales que se oponen al neoliberalismo y al dominio del capital. Su Carta de Principios establece que promueve el debate democrático de ideas alternativas y la articulación de acciones por una sociedad más justa e igualitaria. Aunque no es un movimiento en sí, sirve para que estudiantes y jóvenes se formen políticamente e intercambien experiencias que fortalezcan sus propias luchas.