Ensayo sobre el por que de ser profesor

1. Agrónomo haciendo clases
Sandra Magdalena Norambuena Montecino
Soy la hija mayor de un campesino que toda la vida ha cultivado la tierra, y
cuando me titulé de ingeniero agrónomo de la universidad de Talca, hace ya algún
tiempo, tenía la idea de poder entregar a esos pequeños agricultores mis
conocimientos, que les permitieran poder obtener mejores resultados con sus
cultivos y que se vieran retribuidos con mayores ganancias económicas. Partí
haciendo perfeccionamientos de diferentes tipos de cultivos tanto a agricultores
como a jefas de hogar. Siempre me sentí comprometida con estas capacitaciones
porque a través de ellas, veía que podía aportar al desarrollo de estas personas.
El año 2005 me invitaron a participar al Instituto de educación Rural, el cual tenía
un colegio agrícola en Villa Alegre para hacerme cargo de algunas clases y de la
producción agropecuaria que ellos tenían. Además de ello, se sumó el tremendo
desafío y responsabilidad, de ser profesora jefe. Ese año fue muy significativo
para mí; fue un año en que pude conocer de cerca todas las carencias
económicas, afectivas y sociales que los alumnos poseen. Yo siempre había sido
pobre, pasé muchas dificultades para poder estudiar, pero la realidad fue chocante
al ver a esos jóvenes tan vulnerables. Como me costaba hacer clases, partí
realizando un curso llamado apropiación curricular, cursos en línea, luego un
magister. No me di cuenta como pasaron cinco años, y seguía haciendo clases.
Tuve la oportunidad de cambiar de rubro el año 2010 pero seguí siendo profesora
¿Qué me mantuvo en esta condición?
Como dijo Giroux,1 los profesores son agentes de cambio no solo por entregar
conocimientos y habilidades, sino porque motivan a que los alumnos rompan el
círculo de la pobreza, a que se atrevan a ser diferentes y que ayuden a sus
familias cuando lo logren. Soy una convencida que eso es verdad, que el maestro
como profesional con conciencia social debería convertirse a sí mismo, en un
intelectual transformativo en beneficio de la sociedad, en función de una mejora
con un rumbo consciente y planificado. Yo he podido observar el crecimiento de
los alumnos a través de los años, cuando me cuentan orgullosos lo que han
realizado, aunque estudien otra carrera que no esté relacionada con la
especialidad que estudiaron. Ellos pueden lograr muchas cosas, solo basta
potenciarlos y demostrar con el ejemplo que haciendo las cosas con pasión y
convicción se puede llegar lejos. No creo que pueda cambiar a toda la sociedad,
pero al menos estoy trabajando en mi entorno inmediato.
1 Girox,Henry (1990).Los profesores como intelectuales.Piados:Barcelona.Pp .171- 178.

2. Luego cambie de establecimiento educacional y llegue al Liceo Manuel Montt de
San Javier, el año 2011 para hacerme cargo de una especialidad que se estaba
reabriendo. Cambié el escenario, pero no la realidad; nuevamente jóvenes con
mayor vulnerabilidad, pero no por eso, con menos sueños. La especialidad ha ido
creciendo año a año y eso se ha debido en cierta medida a mí, no quiero pecar de
soberbia, pero he convencido a mis colegas de agropecuaria y a los directivos a
atrevernos a pensar en grande, a ir invirtiendo en implementación para que los
alumnos puedan desarrollar verdaderos aprendizajes significativos.
En estos años sentía que se me estaba haciendo más difícil hacer clases, quiero
seguir mejorando y hacer clases de calidad tanto a jóvenes de sectores rurales
como de la periferia de San Javier. Por lo anterior, es que no dudé en postular
para seguir estudiando el pos título para docentes profesionales de la educación
técnica profesional y me sentí feliz cuando quedé aceptada. En un proyecto de
perfeccionamiento personal y profesional siempre se tienen motivaciones y
expectativas de lo que se va a lograr con este esfuerzo. Ha sido una tremenda
experiencia en la que he seguido aprendiendo día a día, tanto de los profesores
como de los compañeros. El año 2017 fue un excelente año, en que crecí
personalmente y profesionalmente y fui reconocida como la mejor jefa de
especialidad de las ocho carreras que imparte el liceo Manuel Montt.
Hace un par de años, llego un libro a mis manos y se llamaba “Cartas a quien
pretende enseñar” de Paulo Freire. Este libro me hizo mucho eco, ya que
planteaba que “el enseñar no existe sin aprender y viceversa2”, que un buen
maestro debe lograr que sus alumnos se desarrollen y que puedan lograr ser
personas autónomas de su propio aprendizaje y así mismo de su pensamiento.
Debemos convertirnos en profesores críticos, para esto es necesario ser un
agente de cambio en nuestro medio. Pese a las limitaciones que hay en el
sistema, los directores y sus equipos de profesores pueden cambiar las
oportunidades de los jóvenes, se puede mejorar la educación que se entrega.
Pero esto se logra con una profunda convicción de que ello es posible y que el
futuro de estos jóvenes depende de las decisiones que se tomen.
Enseñar me hace feliz. Todos los días llego contenta a trabajar ya que me siento
realizada con mi trabajo. Con mis alumnos trabajamos en terreno rodeados de la
naturaleza y desarrollamos múltiples actividades como: propagación de plantas,
producción de hortalizas y flores, producimos vino. Además hacemos eventos
como la “Fiesta de la vendimia”, Cata de vinos”, “Fiesta de la esquila”…. Suena
entretenido y realmente lo es.
2 Paulo Freire(2002).)Cartas a quien pretende enseñar, pp 41

3. Si nos ponemos a pensar, la docencia y la agronomía tienen mucho en común,
cultivar la tierra y ser profesor es una forma de vida que requiere de convicción, de
crear lazos, de tener paciencia y de muchos años de dedicación. Cuando un
alumno o dos o tres, logran seguir estudiando y sacan sus profesiones a uno se
les hincha el pecho de orgullo y siente que realmente enseñar brinda frutos.
Y como dice un proverbio chino “si haces planes para un año, siembra arroz. Si lo
haces para dos lustros planta árboles. Pero si lo haces para toda la vida, educa a
una persona”3.
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