El Obispo Bernardo Bastres presenta la segunda etapa de la Misión Territorial de la Diócesis de Punta Arenas. Resalta los logros de la primera etapa como cursos para ministros extraordinarios y el recorrido de barrios. El desafío de este año es salir a escuchar, anunciar y servir, elaborando mapas misioneros, discerniendo prioridades y planes de acción. Se deben profundizar temas como la participación de la mujer, el celibato y la transparencia económica para renovarse como Iglesia misionera.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
Mision Territorial en Magallanes - Carta del Obispo 2015
1. CARTA DEL OBISPO BERNARDO BASTRES F.
A LAS COMUNIDADES
DE LA DIÓCESIS DE PUNTA ARENAS
PASCUA DEL AÑO 2015
2. DIÓCESIS DE PUNTA ARENAS - CHILE
COMUNIDAD DEL SANTUARIO DE JESÚS NAZARENO
3. “El Evangelio en el corazón de Magallanes”
(Mateo 28, 19 -20)
MISIÓN TERRITORIAL
SEGUNDA ETAPA
4. Año que el Papa Francisco nos ha llamado a dedicarlo a la Vida
Consagrada. Ha invitado a los consagrados, varones y mujeres a que lo
vivan en la alegría: “Quería deciros una palabra, y la palabra era alegría.
Siempre, donde están los consagrados, siempre hay alegría”.
Dentro de este llamado a reconocer la alegría en aquellos y aquellas que
han consagrado la vida al Señor y a su Iglesia, nosotros queremos
continuar en la segunda etapa de “Nuestra Misión Territorial”.
Queridos hermanos y
hermanas en el Señor,
Nos encontramos en el
inicio de este nuevo año
pastoral 2015.
6. 1.- Acogiendo el llamado, que nos hizo el Papa
Benedicto XVI en Brasil, en el Santuario de Nuestra
Señora Aparecida (2007), de realizar una gran Misión
Continental en América Latina, donde laicos, religiosos y
sacerdotes, de acuerdo a nuestra condición de bautizados,
como discípulos y misioneros de Jesucristo, salgamos a
todas partes a proclamar la Buena Noticia del Evangelio a
todos nuestros hermanos.
Nuestra Iglesia que peregrina en Chile, de acuerdo a esta
invitación del Papa, nos convocó el año pasado a realizar
la Misión Territorial.
7. 2.- Como les decía el año pasado en la carta de
convocación a la Misión Territorial del 5 de
Marzo de 2014, veníamos preparando hace
varios años este tiempo de Misión. Con toda la
Iglesia que peregrina en Chile, comenzamos en el
2014, nuestra primera etapa de Misión
Territorial.
8. 3.- El Papa Francisco nos ha animado a ir al
encuentro de los otros para compartir con ellos, “la
alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los
que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por
Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior,
del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la
alegría”.
(Francisco, Exhortación Apostólica, Evangelii Gaudium.
24 Noviembre, 2013, N.1)
9. Para llegar a ser verdaderos discípulos y misioneros,
necesitamos cada uno de nosotros, renovar cada día, “el
encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la
decisión de dejarse encontrar por Él”.
Los “discípulos misioneros”, debemos ser hombres y mujeres,
que con nuestro testimonio de vida y nuestra alegría profunda
contagiemos a los demás. Por consiguiente, señala el Papa,
“un evangelizador no debería tener permanentemente cara de
funeral. El mundo actual – que busca a veces con angustia, a
veces con esperanza– puede así recibir la Buena Nueva, no a
través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o
ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida
irradie el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí
mismos, la alegría de Cristo”.
(Francisco, Exhortación Apostólica, Evangelii Gaudium. 24 Noviembre, 2013, N. 2 y 10).
10. Nuestra tarea, es ser una Iglesia en “salida”. Salir hacia los
demás para llegar a las “periferias humanas”.
Lo hemos señalado muchas veces, queremos ser una Iglesia,
que antes de anunciar, escuche al hermano. Para ello,
debemos cultivar la humildad y paciencia. Crecer en la
capacidad de abrir nuestros brazos y ser la Iglesia que está
llamada a ser siempre una casa abierta y acogedora.
(Francisco, Exhortación Apostólica, Evangelii Gaudium. 24 Noviembre, 2013, N.47).
11. Algunas preguntas para profundizar:
• ¿Cuál es el contexto en que ha nacido la Misión
Territorial?
• Recordamos, ¿cuáles han sido los grandes
acontecimientos que hemos vivido estos años de
Misión Continental?.
• ¿Con qué actitud, comenzamos esta segunda
etapa de nuestra Misión Territorial?
13. 4.- Durante el año pasado, en la primera
etapa de la Misión Territorial, hemos vivido
algunos momentos importantes:
La carta motivadora, del Pastor, que nos
convocaba a la misión territorial y nos
llamaba tomar conciencia de nuestra
condición de bautizados.
14. Año 2014, algunos momentos importantes…
El equipo diocesano de animación misionera,
realizó asambleas en todas las parroquias para
entrar en un estado de misión permanente,
llamando a configurar sus equipos y asumir los
contenidos y etapas de la misión territorial en
nuestra Diócesis.
15. Año 2014, algunos momentos importantes…
En el mes de Mayo, realizamos el primer curso
para ministros extraordinarios de comunión, para
ir al encuentro de los enfermos que permanecen
postrados en sus casas. Este curso lo repetimos
en el mes de Octubre y al final de ese mes
recibieron el envío de parte del Padre Obispo en
una celebración en la Catedral.
16. En la mitad del año, todos fuimos invitados a
participar en los cursos de invierno y redescubrir
nuestra vocación misionera para escuchar, anunciar y
servir a los hombres y mujeres de nuestras
comunidades. Fue un hermoso periodo de aprendizaje,
que nos dio pistas para abrirnos y salir de nuestros
acostumbrados esquemas.
En el envío misionero, del desfile de la Virgen del
Carmen, nos dijeron “Vayan por todo el mundo”. Este
es mandato del Señor, que resonó fuertemente en
nuestros corazones, para continuar la Misión de Cristo
evangelizador… Enviados a dar testimonio de nuestra
Fe y ser los discípulos misioneros de nuestro tiempo.
17. Durante los días 10 al 12 de Octubre, un grupo de
jóvenes (13), participó del Encuentro Nacional de
los CEVAS en Curanilahe, Séptima Región. Allí se
reconoció a nuestra Iglesia Diocesana por haber
sido los fundadores y creadores de esta iniciativa
hace 43 años.
18. Hacia estos últimos meses, hemos comenzado a
recorrer nuestras calles y barrios, para conocer
con la mirada de Jesús nuestro entorno y
descubrir las “periferias” a evangelizar. Para este
trabajo, hemos marcado claramente el territorio
de cada Parroquia y comunidad eclesial.
19. Algunas preguntas para profundizar:
• ¿En cuál de estas actividades he
participado durante el 2014? ¿Cuál de
ellas, ha sido más significativa en mi vida
de fe?
• ¿Qué debo hacer personalmente, para
asumir este tiempo de misión?
• ¿Cuál es mi disposición para seguir con el
compromiso de la Misión Territorial?
21. 3.1.- Iglesia que escucha
5.- Durante este tiempo hemos comenzado
un camino, cuya meta es entrar en un estado
de “misión permanente”, camino que estamos
realizando juntos y cuyas tareas para el
presente año pastoral contempla los
siguientes pasos:
22. a.- El primer momento es la elaboración del “Mapa
misionero”, que consiste en mirar la REALIDAD y
tomar conciencia que nuestro territorio está en
constante modificación, lo que hace que día a día
surjan nuevos desafíos que conocer y asumir.
La propuesta es que cada miembro de la comunidad
ayude a confeccionar el “Mapa Misionero”. Para
ello es necesario salir a la calle, caminar el
territorio, contemplar su vida y sus rostros, escuchar
mucho y dialogar.
23. b.- El segundo paso es el “Discernimiento misionero”,
donde cada uno y cada comunidad, con su consejo
pastoral, discernimos cuál es el camino por donde nos
quiere el Señor: “salir de la propia comodidad y
atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan
la luz del Evangelio”. (Evangelii Gaudium N. 20).
Tomar conciencia de las “opciones pastorales”
asumidas por la Iglesia Diocesana.
En el fondo es dar respuesta a la pregunta: ¿Cuáles
de estas prioridades y necesidades podemos asumir?
¿De qué forma podemos enfrentarlas y en qué plazos
podemos realizarla?.
24. c.- Y el tercer paso es la “Elaboración del plan”.
Es bueno recordar que no se trata de organizar una
misión que tenga un comienzo y un término, sino
suscitar actitudes misioneras que se prolonguen en
el tiempo. Es una invitación a ser comunidades
misioneras permanentes, que cada cierto tiempo
repitamos el ejercicio que hemos venido realizando.
25. 6.- El ejercicio de escucharnos y preguntarnos,
que hicimos el año pasado, en el curso de
formación de invierno, debemos profundizarlo este
año en todos los niveles de participación de la
comunidad eclesial.
26. Las orientaciones pastorales, que iluminan
nuestro caminar, son fruto de un gran proceso de
discernimiento, que comenzó con la participación
de cada Diócesis y dentro de ella, de todas las
comunidades, colegios y movimientos. Todo ese
material, lo trabajamos luego en la Segunda
Asamblea Eclesial, realizada en el mes de Junio de
2013.
27. Este mismo ejercicio, deseamos hacerlo en
nuestras comunidades, colegios y
movimientos. Ser capaces de dialogar a partir
de algunas preguntas que nos formulan a los
creyentes y por otra parte entre nosotros
plantear algunos aspectos que necesitamos
reforzar, formarnos y dar razones a partir de
nuestra fe.
28. Serán temas de profundización y formación, para nuestros
consejos, temas tales como: ¿el rol de la mujer en la Iglesia?
¿El celibato sacerdotal? ¿Cómo fomentamos la Pastoral
Juvenil? ¿Pastoral vocacional? ¿El valor de la vida, el
aborto, la eutanasia? ¿El Sacramento del Matrimonio y su
significado? ¿Matrimonio entre personas del mismo sexo?
Los Obispos de Chile, a partir del 2011, han pedido crear en
cada Diócesis la “Comisión para la prevención de los delitos
de abusos sexuales”. ¿Conocemos esta comisión? ¿Sabemos
si funciona en nuestra Diócesis? ¿Estamos informados del
trabajo que este campo se está desarrollando? ¿Qué nos
falta en este aspecto para crecer y darlo a conocer? ¿Han
visitado nuestra comunidad?
29. 7.- Uno de nuestros grandes desafíos eclesiales, es ir
renovándonos. ¿Qué estamos haciendo para integrar nuevas
personas a nuestras comunidades? ¿Somos acogedores,
afectivos hacia aquellos que llegan a nuestra catequesis,
liturgias, etc.?
Por otro lado, es bueno profundizar y ver el sentido pastoral
de la finalidad del dinero, ¿Nuestra comunidad rinde
públicamente cuenta de sus ingresos y egresos? ¿Damos
cuenta a la Diócesis de estos aspectos económicos, como se
nos ha pedido? ¿Hay en nuestra comunidad transparencia de
los bienes materiales? ¿Existen libros de inventarios, de títulos
de propiedad, recepciones municipales, etc.?
30. 8.- Todas estas inquietudes, preguntas y desafíos, deben
“movernos a crecer en una constante actitud de
discernimiento de los signos de los tiempos.
Por nuestra fe estamos invitados a ser comunidades cristianas
siempre vigilantes, con capacidad de estudiar los signos de los
tiempos. Necesitamos una mirada de discípulos que nos
permita ver con ojos de creyentes toda la realidad,
reconociendo el paso de Dios por nuestra historia, e
impulsándonos a responder fielmente.
La mirada de fe nos permite ver y entender con mayor
hondura las dinámicas profundas de nuestra realidad. (ver
Aparecida 19)”. (OOPP Una Iglesia que escucha, anuncia y sirve. N° 10).
31. Algunas preguntas para profundizar:
• ¿En qué etapa del proceso de la Misión Territorial
nos encontramos?
• ¿Qué nos falta aún?
• Si tuviéramos la posibilidad de evaluar nuestra
comunidad, colegio o movimiento, a la luz de lo
señalado en los puntos 6 al 8, qué nota nos
colocaríamos. ¿Por qué?
• ¿Cuáles son los peligros que amenazan hoy a
nuestra comunidad, colegio o movimiento?
32. 3. 2.- Iglesia que anuncia
9.- Nuestra vocación de bautizados, nos impulsa anunciar el
Evangelio, la Buena Noticia de Jesús a todos.
Vivimos en una realidad que es nueva y cambiante.
Nuestra sociedad nos desafía cada día a responder con
renovada fe y revitalizando nuestro impulso misionero.
Se trata de un auténtico llamado a la conversión para
fortalecer la dimensión misionera de la Iglesia. “La
Iglesia necesita una fuerte conmoción que le impida
instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la
tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres del
Continente.
33. Necesitamos que cada comunidad cristiana
se convierta en un poderoso centro de
irradiación de la vida en Cristo. Esperamos
un nuevo Pentecostés que nos libre de la
fatiga, la desilusión, la acomodación al
ambiente; una venida del Espíritu que
renueve nuestra alegría y nuestra
esperanza.”
(Aparecida 362)
34. 10.- Por ello, en este tiempo de Misión
territorial, queremos salir al encuentro de
nuestros hermanos y hermanas, para llevarles
la Buena Noticia de la Salvación. Estamos
invitados por el Señor y su Iglesia a ser
mensajeros convencidos y convincentes de la
novedad del Evangelio.
35. Para anunciar a Jesucristo, en primer lugar tenemos que
vivirlo cada uno en nuestra existencia y en la vida de la
comunidad. Esta la invitación que nos ha realizado el
Papa Francisco, cuando nos dice: “debemos volver a
Jesús y reencontrarnos vitalmente con Él para hacernos
sus verdaderos discípulos, sus seguidores. Esto significa
tener sus mismos sentimientos, sus mismos afectos, su
misma entrega, sus mismas actitudes ante Dios y ante
nuestros semejantes. Como Él, debemos hacer nuestra la
causa de los pobres, de los más débiles y marginados
porque esa es la causa de Dios. De este modo nos
aproximaremos a todo lo humano, despojados de todo
sentido de poder, superioridad o suficiencia” (Cfr. Evangelii
Gaudium N. 113).
36. 11.- A Jesús lo encontramos de manera especial:
En la escucha atenta y dialogante de su Palabra. Necesitamos
renovar y revitalizar la novedad del Evangelio desde un
encuentro personal y comunitario con Jesucristo, en su
Palabra, para ello intensificar el ejercicio de la Lectio Divina,
cuidar el estudio sistemático y orante del Nuevo Testamento.
En la Celebración festiva, alegre y vitalizante de la Eucaristía
Dominical. Una celebración bien preparada, con cantos,
signos y participación activa de todos. Nuestra celebración
Eucarística es el reflejo semanal de la vivencia de nuestra fe.
No tengamos miedo a incorporar, aplausos, invocaciones con
nuestros brazos y manos, en fin signos que expresen nuestra
alegría pascual.
37. Cuidando la oración personal. Cada uno tenemos que
tener un tiempo diario para colocarnos en presencia
del Señor. Recordemos las oraciones que aprendimos
de nuestros abuelos y padres cuando éramos niños:
las tres Ave María al acostarnos, el persignarnos al
levantarnos y comenzar el día, etc. Si nuestra oración
personal es robusta, la oración comunitaria será
profunda.
Acudir, con humildad y sencillez al Sacramento de la
Reconciliación, sabiendo que este Sacramento nos
otorga una gracia especial en el seguimiento fiel a
Cristo y su Evangelio. (OO. PP. Una Iglesia que escucha, anuncia y
sirve. N° 22 y ss.).
38. Algunas preguntas para profundizar:
• ¿Cuál es el medio más fácil para tener un encuentro personal y
comunitario con Cristo?
• ¿Qué testimonio debo dar, en mi entorno, para que el anuncio
que estoy invitado a dar, sea creíble, entusiasmaste, e invite a
otros a seguirnos?
• Nuestra Comunidad ha crecido en la “Lectio Divina”, en el
conocimiento de la Palabra de Dios.
• Nuestras celebraciones Eucarísticas, ¿son expresión de nuestra
alegría cristiana, de nuestra fraternidad y de nuestra fe?
• Si tuviéramos la posibilidad de evaluar nuestra comunidad,
colegio o movimiento, a la luz de lo señalado en el punto 14,
¿qué nota nos colocaríamos. ¿Por qué?
39. 3. 3.- Iglesia que sirve
12.- Nuestra fe, sin obras, es una fe muerta, como bien
sostiene el Apóstol Santiago (St. 2, 14 – 16).
Acogiendo la invitación de los Obispos, queremos ser “una
Iglesia servidora y samaritana, una Iglesia pobre y servidora de
los pobres. Nos interpela el llamado del papa Francisco para
luchar contra las tendencias autorreferentes y salir a los
márgenes para ponernos al servicio de los pobres y los
sufrientes. Queremos ser una comunidad de creyentes que
reconoce el rostro de Cristo sufriente en los pobres; conscientes
de que en todo hombre o mujer que sufre es el Señor quien nos
sale al encuentro”. (Aparecida , N° 65, 393, y 402).
40. 13.- Hemos sido, en nuestra historia reciente, una
Iglesia que sirve defendiendo la vida en todas sus
etapas y dimensiones; por ello desde nuestra
conciencia de creyentes, afirmamos con toda la
fuerza del Evangelio, que “no existe una vida
humana más sagrada que otra, como no existe una
vida humana cualitativamente más significativa que
otra”. Defendemos la vida desde la concepción en el
seno de la madre hasta su muerte natural. (Papa
Francisco, 20 Septiembre de 2013, encuentro con médicos.)
41. 14.- Invitados a ser una Iglesia acogedora y
misericordiosa, que acompaña el dolor y muestra a Jesús.
Nuestra propia experiencia de fragilidad nos ha enseñado a
reconocer el poder sanador del amor de Dios. “Nos
reconocemos como comunidad de pobres pecadores,
mendicantes de la misericordia de Dios, congregada,
reconciliada, unida y enviada por la fuerza de la
Resurrección de su Hijo y la gracia de conversión del
Espíritu Santo”. (Aparecida , N° 100)
Por ello, quienes ejercemos algún tipo de servicio o
ministerio dentro de la Iglesia estamos llamados a ser testigos
privilegiados de la misericordia de Dios; de modo especial
mediante una atenta y generosa escucha a las personas, a sus
angustias y alegrías, a sus sueños y esperanzas.
42. Algunas preguntas para profundizar:
• ¿Qué testimonio damos en nuestra comunidad, en el colegio
o en el movimiento de ser una Iglesia acogedora,
samaritana, al servicio de los hermanos?
• Damos testimonio, como Iglesia, que cuidamos y
defendemos la vida en las diferentes etapas de las personas.
• Nuestra pastoral social, ¿Refleja la opción por la vida
humana y es signo de nuestra caridad hacia los pobres y
marginados?
• Si tuviéramos la posibilidad de evaluar nuestra comunidad,
colegio o movimiento, a la luz de lo señalado en los puntos
15 al 17, ¿Qué nota nos colocaríamos. ¿Por qué?
44. 15.- Para concluir esta carta pastoral, deseo recordarles a
todos, que el espíritu misionero al que nos ha invitado
Aparecida, no termina con la Misión Territorial, sino que
este ejercicio nos debe colocar en la actitud de ser una
“Iglesia en permanente estado de Misión”.
Nuestra “Misión Territorial” termina, como bien lo dijo un
hermano sacerdote el año pasado, “hasta que Él vuelva”. Por
tanto, nuestro fervor espiritual no concluye en el tiempo, sino
que nos debe acompañar en toda nuestra vida cristiana.
Siempre que nos encontremos en nuestra familia, en nuestro
trabajo, en nuestro barrio o con otra persona, no podemos
renunciar a dar testimonio con nuestras acciones, palabras y
obras de nuestra vocación bautismal: “discípulos y
misioneros” del Señor.
45. 16.- En el contexto de la Misión Territorial, nos
propusimos crecer en humanidad y al llegar a esta etapa
podríamos cuestionarnos para medir cuanto hemos
avanzado. Jesús se identifica con los pequeños a quienes
llama “hermanos míos”.
Hay una presencia sacramental de Jesús en ellos y más aún
son sus hermanos en el sufrimiento. Por tanto nuestro modo
de tratarlos, de mirarlos, de considerarlos, refleja el modo
como nos comportamos con Cristo. “Cuánto hicieron a uno
de estos hermanos míos, más pequeños, a mí me lo hicieron”
(Mt. 25, 40). Desde que Dios se hizo hombre, cada rostro
humano se vuelve un lugar de encuentro con él.
46. Alguna pregunta para profundizar:
• ¿Qué actitudes debo asumir, para servir a los
demás con los mismos sentimientos de Cristo?
• ¿Cómo hacer atrayente el anuncio del Evangelio
y la persona de Jesucristo?
47. 17.- La misión permanente territorial será poner
el evangelio en nuestro corazón y a ejemplo de
María Santísima estar disponibles para salir, sin
demora (Lucas 1, 39) al encuentro de nuestros
hermanos.
En esta tarea, nos acompañe siempre la Madre del
Señor, María Santísima. Su maternal protección
sea el Auxilio que necesitamos para vivir nuestra
Misión Territorial.
48. Cada uno reciba mi afecto y oración de Pastor,
✚ Bernardo Bastres F
Padre Obispo de Magallanes
Punta Arenas, 05 abril de 2015
Domingo de Resurrección
49.
50. DIÓCESIS DE PUNTA ARENAS - CHILE
SANTUARIO DE JESÚS NAZARENO
COMUNIDAD EN MISIÓN