El documento resume la vida del Padre Pío, un sacerdote italiano que recibió los estigmas de Cristo. Nació en 1887 en una familia humilde en Italia y desde pequeño sintió el llamado a consagrarse a Dios. Fue ordenado sacerdote en 1910 y pasó sus días orando, celebrando misa y ayudando a los demás. Murió en 1968 siendo venerado por las multitudes que acudieron a su funeral.
2. QUIEN ERA?
Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina ha sido el
primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. El
Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus uerzas
por la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de
Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus
intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de
sanaciòn en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu.
3. SU INFANCIA:
El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en Pietrelcina,
en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25 de mayo de 1887. Nació
en una familia humilde donde el papá Grazio Forgione y la mamá Maria Giuseppa
Di Nunzio ya tenían otros hijos.
Desde la tierna edad Francesco experimentó en sí el deseo de consagrarse
totalmente a Dios y este deseo lo distinguiera de sus coetáneos. Tal "diversidad"
fue observada de sus padrepio2.jpg (5839 byte)parientes y de sus amigos. Mamá
Peppa contó - "no cometió nunca ninguna falta, no hizo caprichos, siempre
obedeció a mí y a su padre, cada mañana y cada tarde iba a la iglesia a visitar a
Jesús y a la Virgen.
4. ORDENACION
SACERDOTAL
El 10 de agosto de 1910, Padre Pío es ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento, Italia.
La tarde de aquel día, escribe esta oración: “Oh Jesús, mi suspiro y mi vida, te pido que hagas
de mí un sacerdote santo y una víctima perfecta”. El día de su ordenación, su padre se
encontraba en América, pero su madre, su hermano Miguel y su esposa, y sus tres hermanas le
acompañaron en ese día tan especial. Al finalizar la Santa Misa, su madre y sus hermanos se
acercaron a la baranda para recibir su primera bendición. Su madre no podía contener sus
lágrimas, tanto de la emoción como del dolor de pensar en la ausencia de su esposo, cuyo
sacrificio había hecho posible la ordenación de su hijo.
5. EL SACRIFICIO DE LA MISA
El Padre Pío se levantaba todas la mañanas a las tres y media y rezaba el oficio de las lecturas. Fue
un sacerdote orante y amante de la oración. Solía repetir: “La oración es el pan y la vida del alma;
es el respiro del corazón, no quiero ser más que esto, un fraile que ama”. Celebraba la Santa Misa
en las mañanas acompañado de dos religiosos. Todos querían verlo y hasta tocarlo, pero su
presencia inspiraba tanto respeto que nadie se atrevía a moverse en lo más mínimo. La Misa duraba
casi dos horas y todos los presentes se sumergían de forma particular en el misterio del sacrificio de
Cristo, multitudes se volcaban apretadas alrededor del altar deteniendo la respiración.
6. UN PASO A LA VIDA ETERNA
Tres días después, murmurando por largas horas “¡Jesús, María!”, muere el Padre Pío, el 23 de
septiembre de 1968. Los que estaban presentes quedaron largo tiempo en silencio y en oración.
Después estalló un largo e irrefrenable llanto. Los funerales del Padre Pío fueron impresionantes.
Se tuvo que esperar cuatro días para que las multitudes pasaran a despedirlo. Se calcula que más
de 100 mil personas participaron del entierro.
7. UN PASO A LA VIDA ETERNA
Tres días después, murmurando por largas horas “¡Jesús, María!”, muere el Padre Pío, el 23 de
septiembre de 1968. Los que estaban presentes quedaron largo tiempo en silencio y en oración.
Después estalló un largo e irrefrenable llanto. Los funerales del Padre Pío fueron impresionantes.
Se tuvo que esperar cuatro días para que las multitudes pasaran a despedirlo. Se calcula que más
de 100 mil personas participaron del entierro.