El documento analiza cómo el año 2010 marcó un punto de inflexión para la televisión chilena debido a cambios regulatorios y de propiedad. Canal 13 perdió su rumbo original al priorizar el entretenimiento sobre el periodismo de calidad y al comprometer la credibilidad de su noticiero central. Si bien enfrenta desafíos, Canal 13 aún puede recuperar su integridad basada en valores periodísticos y programación seria, en vez de intentar competir sólo con entretenimiento.