Los simposios de la antigua Grecia: entre el vino, la filosofía y el placer

REALIZACIÓN DEL PRIMER SIMPOSIO INTERNACIONAL DE ESCULTURA MONUMENTAL Y
CREACIÓN DEL PRIMER MUSEO SUBTERRÁNEO DE ESCULTURA MONUMENTAL
CON EL AVAL ACADÈMICO DE LA UNIVERSIDAD DE CIENCIAS APLICADAS Y AMBIENTALES
U.D.C.A
Carlos E. Rodríguez Arango
Director – Autor Primer Simposio Internacional de Escultura Monumental

GRECIA: LA CUNA DE LOS SIMPOSIOS
Realizado Por
ZULEMA HANI
Coordinadora Difusión Cultural
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A
Coordinadora de Comunicaciones y Relaciones Exteriores
Sociedad Museo Subterráneo Monumental S.A.S

GRECIA: LA CUNA DE LOS SIMPOSIOS
El simposio, derivado de las palabras griegas que significan "beber juntos", podía celebrarse para
marcar cualquier número de ocasiones festivas: el triunfo de un atleta, la apertura exitosa de la
nueva tragedia de un dramaturgo, una celebración familiar o el regreso a casa de un amigo.
En 1959 tuvo lugar el primer simposio de escultura de Sankt Margarethen en Burgenland.
Simposios de esculturas similares se extendieron rápidamente y en todo el mundo. Incluso hoy,
más de 150 simposios se refieren al primer evento. El simposio de escultura de piedra es la
expresión pública de un movimiento de arte contemporáneo casi ignorado: el del escultor de
piedra tallado con herramientas modernas combinadas con técnicas tradicionales.

El banquete de Platón por Anselm Feuerbach (1829-1880)

PRIMER SIMPOSIO INTERNACIONAL DE ESCULTURA MONUMENTAL
Y
CREACIÓN DEL PRIMER MUSEO SUBTERRÁNEO DE ESCULTURA
MONUMENTAL
En la Grecia antigua, los hombres ricos a
menudo se reunían para banquetes
decadentes llamados simposios. No solo
una ocasión para pensar y filosofar, el
simposio fue también un lugar para
disfrutar de las mujeres, el vino y la
canción.
Joven con un kílix, rodeado por dos jóvenes con esquifos
(vasija de cerámica), Medallón de une copa ática de figuras
rojas, h. 490-480 a. C. Museo del Louvre.
Vino, Mujeres y Sabiduría:
Los Simposios De La Antigua
Grecia

Y
MONUMENTAL
El historiador griego Jenofonte relata en su
Simposio que un día Sócrates estaba
caminando con algunos amigos cuando se
les acercó Callias, un acaudalado ateniense.
"Estoy a punto de dar una cena ... y creo que
mi entretenimiento brillaría mucho más si
mi comedor estuviera adornado con la
presencia de hombres como usted, cuyas
almas se han purificado".
El militar ateniense Alcibíades y Sócrates, por
Marcello Bacciarelli, 1776-77.

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MONUMENTAL
Al principio, Sócrates pensó que Callias se
estaba burlando de su aspecto despeinado,
pero el gran hombre insistió. Le
agradecieron la invitación, sin prometer que
irían. Pero cuando vieron su decepción,
aceptaron asistir. Pasaron la noche en su
casa comiendo, bebiendo y hablando en uno
de los elementos sociales más característicos
del mundo clásico: el simposio.
El Simposio de Platón. El Simposio es uno de los
diálogos de Swkratikoys del antiguo filósofo griego
Platón, alumno de Sócrates. Considerado uno de los
mejores del autor y una de las mejores creaciones de
la literatura antigua.

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MONUMENTAL
Como revela la anécdota de Jenofonte, un
simposio podría ser un asunto informal, en
el cual un anfitrión podría invitar a amigos
que tropezó en la calle o en el ágora, el lugar
de reunión de las ciudades griegas clásicas.
Escena de Simposio: los comensales juegan
kottabo (juego de habilidad practicado en los
simposios) mientras una niña toca flauta.
Erythromorfos crátera de campana del pintor de
Nicias. Museo Nacional Arqueológico de Madrid,
420 AC. Ritón,, Grecia s. IV a.C

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MONUMENTAL
Un invitado incluso podía traer a uno de sus
amigos, sin una invitación formal, un papel
que incluso tenía un nombre especial en
griego: el akletos. Los invitados siempre
eran hombres y casi exclusivamente de la
aristocracia, animaban la noche para los
otros invitados con su conversación
entretenida.
Invitado con música, copa del Pintor de Colmar,
siglo V a. C., museo del Louvre.

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MONUMENTAL
Una de las grandes obras de Platón, también
llamada el Simposio, examina la naturaleza
del amor. Escrito alrededor del 375 aC,
revela la importancia central de la fiesta para
la cultura griega clásica.
Invitado con música, copa del Pintor de Colmar,
siglo V a. C., museo del Louvre.El Banquete de Platón, papiro.

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MONUMENTAL
Existían ciertos rituales que los atenienses
aristocráticos observaban sin fallas. La
etiqueta exigía que los invitados se bañaran
y se arreglaran antes de asistir a un
banquete. Aristóteles dijo que era
"inapropiado venir al simposio cubierto de
sudor y polvo". Incluso Sócrates, famoso por
su ropa simple y su preferencia por ir
descalzo, se preparó para estas ocasiones y,
según los informes, llevaba sandalias
cuando se dirigía a un banquete.
Invitado sacando vino de una crátera mediante un
enócoe para rellenar su kílix, h. 490-480 a. C.,
Museo del Louvre.

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MONUMENTAL
El simposio, derivado de las palabras
griegas que significan "beber juntos", podía
celebrarse para marcar cualquier número
de ocasiones festivas: el triunfo de un
atleta, la apertura exitosa de la nueva
tragedia de un dramaturgo, una
celebración familiar o el regreso a casa de
un amigo.
Templo de Zeus. Es el prototipo de
templo de orden dórico, con la
particularidad que se construye algunos
años antes que el Partenón, por lo que
hay que reconocerle a Libón de Elis, su
aportación decisiva al desarrollo de la
arquitectura del periodo clásico pleno.
La Fiesta
Comienza

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En la casa del anfitrión, un esclavo recibía a
los invitados en la sala diseñada para tales
reuniones: el andrón, o "sala de hombres".
Un esclavo estaría presente para lavarse las
manos, quitarse las sandalias y ofrecerles un
sofá en el que reclinarse.
Chico sirviendo vino en un banquete. sostiene una
œnochoé (jarra de vino) en su mano derecha, y un
kylix (copa poco profunda) en la izquierda. Cara A de
un kylix ático con figuras rojas, ca. 460-450 AC. Museo
del Louvre.

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MONUMENTAL
La cortesía dictaba que una vez que los
invitados estuvieran establecidos, se
tomarían unos minutos para mirar alrededor
y alabar el techo, las decoraciones y los
tapices de la habitación. Entonces la cena en
sí, deipnon, sería servida.
El simposio platónico según Pietro Testa (1648).
Hoja, altura: 10,2 pulgadas (26 cm); Ancho: 15
pulgadas (38,1 cm)

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En la Grecia clásica, esta era una comida
simple, incluso frugal: queso, cebolla,
aceitunas, higos y ajo eran los platos
esenciales, junto con puré de frijoles y
lentejas. La carne se servía en trozos del
tamaño de un bocado, que los comensales
comían con los dedos.
Jóvenes jugando cótaba

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MONUMENTAL
No había cubiertos o servilletas; los
comensales se limpiaban los dedos con
rebanadas de pan, que luego se dejaban caer
para los perros domésticos. El postre
generalmente consistía en frutas como uvas,
higos o quizás dulces a base de miel, y toda
la comida se regó con vino griego diluido.
Lécito con Niké alada llevando un timiaterio (tipo de
incensario, quemaperfumes o quemador de incienso, de uso
ceremonial en la Antigüedad Clásica en la región
mediterránea con propósitos espirituales y religiosos.

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MONUMENTAL
La fiesta en sí era el preludio del verdadero
propósito de la noche. Una vez saciados los
apetitos, los esclavos se llevaban las mesas,
arreglaban la habitación y reponían la jarra
de vino, o krater, para que el simposio en sí
pudiera comenzar.
Este pelícano ático del siglo quinto, una jarra de
cerámica de dos mangos, representa a un esclavo
que lleva una kline (sofá o diván) en preparación
para un banquete que se celebrará en el andrón o
sala de hombres, de la casa de su rico amo.

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MONUMENTAL
Se esperaba una cierta cantidad de jolgorio,
incluso se exigía, pero hubo mucho debate
sobre dónde los espíritus elevados cruzaban
groserías. Un poeta del siglo IV, Eubulus,
observó que el comportamiento de los
comensales podía mantenerse dentro de los
límites si solo servían tres porciones de vino.
Mosaico de Dioscórides de Samos procedente de la villa de
Cicerón de Pompeya. Museo Arqueológico Nacional, Nápoles.
Músicos y actores ambulantes son testimonio del
profesionalismo en el espectáculo y en el teatro.

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MONUMENTAL
El simposio fue sin embargo, algo más que
una cena. Las costumbres griegas reflejan
un elemento ritualista que lo distingue de
una reunión social o cena. Después de la
comida, los invitados se aplicarían perfume
o se colocarían guirnaldas hechas de mirto
o flores.
Banquete en cretere, pintor Bell. En dos banquetes
camas, yacen tres hombres: A la izquierda el hombre
tiene en su mano izquierda un kylix, Copa de vino, su
cuerpo gira a la izquierda, hacia una 1 auletes vestida de
chitón y himation (manto), su pelo hacia atrás. El hombre
en el medio tiene en su izquierda mano un kantharos,
vaso griego y una actitud cariñosa con una mujer
semidesnuda. El hombre de la derecha se dirige hacia
abajo hacia un hombre joven que sirve a los comensales.
Ri -
Tos

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El simposiarca, era la persona elegida en los
simposios o banquetes griegos, para realizar
la mezcla de vino y agua. Generalmente se
elegía al azar entre los invitados. Su papel
era decidir sobre la concentración de vino en
el krater o cuántas tazas debía tomar cada
invitado.
A veces se imponían castigos por
desobedecer al simposiarca como bailar
completamente desnudo o correr por la
habitación con el flautista en la espalda.Malabaristas de ambos sexos eran corrientes en toda
Grecia. Colocaban sus puestos, como dice Jenofonte,
donde se podía encontrar dinero y gente tonta. Solían
divertir también a los invitados de las fiestas,
saltando hacia delante y hacia atrás sobre espadas o
mesas; las chicas tiraban al alto bolas o aros y los
recogían de nuevo acompañadas con un instrumento
musical.

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La actividad más común después de la cena
fue el skolion con el acompañamiento de
una lira. Estos poemas cortos celebraban la
amistad o los placeres del vino.
La habitación de los hombres, que significa "cuarto
del hombre", el andrón era la cámara de lujo en el
centro de las casas adineradas griegas. En estas
lujosas habitaciones, los hombres celebrarían sus
simposios.

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Los flautistas femeninos, conocidos como
auletrides, fueron traídos para las etapas
posteriores.
El postre consistía más o menos en los mismos
bocados exquisitos de hoy día. Se elegían
preferentemente platos picantes que incitaban a
beber a los invitados. Los pasteles rociados con sal,
los higos secos, dátiles, almendras, melones, etc. El
beber empezaba a la vez que la aparición del
postre, porque durante la comida no se servía vino.

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Las mujeres que a menudo asistían a los
simposios eran hetairas, cortesanas que se
convirtieron en las acompañantes
habituales de hombres que podían pagar
sus servicios.
La hetaira más célebre fue Aspasia de Mileto.
Maestra en retórica se rodeó de los más
ilustres pensadores de la época. Su activismo
cultural y su importancia social ha favorecido
que sea vista como una de las mujeres más
importantes de la Grecia Clásica.
Las
Hetairas

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Las costumbres sexuales de los griegos
antiguos eran completamente liberales.
La homosexualidad no era sólo permitida,
sino incluso celebrada y la prostitución no
tenía el estigma que la sociedad actual le
impone, al menos en la superficie, pues no
se puede ignorar que no estaba permitido a
los ciudadanos atenienses entrar en el
negocio del sexo.
Cortesana y su cliente, peliké ática
de figuras rojas de Polignoto, c.430
a. C., Museo Arqueológico Nacional
de Atenas.

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Sus profesionales, tanto hombres como
mujeres, debían ser esclavos o metics,
habitantes de la ciudad nacidos fuera y con
ciertos derechos.
Hetairas en la corte de Amintas III de Macedonia.
Museo Arqueológico de Tesalónica.

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En Atenas había una clara distinción entre
las pornai, las prostitutas comunes y
corrientes y las hetairas. Estas últimas, por lo
general, eran mujeres educadas, capaces de
recitar poemas, bailar, cantar y tocar
instrumentos, lo que resalta su papel como
animadoras.
Hetaira

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MONUMENTAL
FUENTES
Historia de la Humanidad
El Mundo Antiguo
Tomo 2

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