Este documento describe las características de una comunidad bíblica auténtica según las Escrituras. Una comunidad bíblica se centra en Cristo y Su reino, no en diferencias humanas. Sus miembros se valoran y apoyan mutuamente, son honestos entre sí, se responsabilizan unos a otros y comparten posesiones. El involucramiento en una comunidad así ayuda a que los creyentes se conviertan en discípulos comprometidos de Jesús.