11- La obsolescencia del modelo de gestión pública de la innovación _ LinkedIn.pdf
1. La obsolescencia del
modelo de gestión
pública de la innovación
German Acevedo Orduña
5 artículos Siguiendo
29 de noviembre de 2022
Emprendedor serial / Innovador
disruptivo / Velerista
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1
2. Para nadie es un secreto que la famosa
locomotora de la innovación ha sido uno de los
grandes fracasos de la gestión pública. Existe
una percepción social de que en Colombia
tenemos muy bajos niveles de innovación. ¿Qué
debe hacer la política pública para cambiar esta
tendencia?
La obsolescencia tecnológica es indudablemente una de las
características de las naciones pobres y
subdesarrolladas. Sin embargo, la globalización de los
mercados y la conectividad brindada por el internet, han
disminuido sustancialmente los ciclos de adopción
tecnológica permitiendo que la cuarta generación de la
industrialización llegue a todos los rincones del
planeta. Pero, si las condiciones para el desarrollo están
dadas ¿porqué nuestro sistema nacional de ciencia y
tecnología no despega?
El desarrollo de la humanidad ha sido liderado por los
cambios tecnológicos, algunos de estos pueden parecer
muy sencillos para nosotros como la rueda o el fuego, pero
han sido estos avances los que han moldeado la civilización
que ahora conocemos. Primero, debemos entender como
han evolucionado los modelos globales de gestión de la
Innovación. La gestión de la investigación, el desarrollo y
3. la innovación (I+D+i), es un área del conocimiento que
tuvo sus orígenes en las ciencias militares, y se aceleró
principalmente durante la segunda guerra mundial, donde
las naciones comprometidas en la confrontación
desarrollaron sistemas de I+D para obtener ventajas
militares en el campo de batalla. Después de la segunda
guerra mundial, la guerra fría se convirtió el gran motor de
la I+D, trasladando la confrontación de los campos de
batalla, a los centros de Investigación militar de las
naciones en conflicto, y cambiando las balas y las bombas
por otros conceptos como la carrera espacial, o la carrera
nuclear. En esos años, eran los gobiernos de las naciones
involucradas en la guerra fría, los que determinaban el
futuro de la tecnología, y empujaban el desarrollo mediante
burocráticos y complejos centros estatales de I+D. Pero en
los años noventa al acabar la guerra fría todo cambio, y los
obsoletos modelos de gestión de I+D+i, pasaron a la
obsolescencia, dándole al mercado la condición de único
determinante de la innovación.
Para hablar de innovación, lo primero que debemos hacer
es partir de su definición. Pese a que existen muchas
definiciones subjetivas, desde 1992 la OCDE (Organización
para Cooperación y el Desarrollo Económico), ha venido
desarrollando una publicación llamada el Manual de Oslo,
4. que, en conjunto con el manual de Frascati y el manual de
Camberra, hacen parte de una familia de publicaciones
dedicadas a la Investigación, Desarrollo e innovación. La
Cuarta edición del Manual de Oslo, define la Innovación
como: “poner a disposición de los potenciales usuarios un
nuevo o mejorado producto o proceso (o la combinación de
ellos), y que difieren significativamente de productos o
procesos anteriores”. Aunque lamentablemente muchos se
aprovechan de la subjetividad que brinda el concepto
“difieren significativamente” atribuyendo a las
convencionales mejoras continuas el titulo de innovaciones,
es claro por definición, que el único determinante del éxito
de la innovación es el mercado, y dicho éxito se mide en la
capacidad de generar riqueza.
Desde 1990 el ganador de premio nobel de economía Paul
Romer, demostró que el cambio tecnológico, es el corazón
del crecimiento económico, y este crecimiento es liderado
por lo que el denomina como “agentes maximizadores de
ganancia”, que son quienes responden ante incentivos del
mercado (empresas), lo cual deja por fuera de la ecuación
del crecimiento económico, a los incentivos estatales como
por ejemplo las exenciones tributarias para I+D+i o los
incentivos académicos, los cuales, se consideran
insignificantes antes los billonarios premios que brindan los
5. mercados a quienes lideren el cambio tecnológico y la
innovación. Y, es acá, donde debemos reconocer que en
gran parte el fracaso del Sistema Nacional de Ciencia y
Tecnología (SNCT), se debe al obsoleto modelo del
Triángulo de Sábato. De acuerdo a este modelo, el
Gobierno en la parte superior del triángulo (ver imagen), es
el que define las políticas y orientaciones del desarrollo de
la ciencia y la tecnología del país y provee los recursos
técnicos y financieros para el mismo.
Según este modelo, es fácil evidenciar el enorme error de
delegar a los políticos de turno, la tarea de visionar el
futuro de la ciencia, el desarrollo tecnológico y la
innovación. Por visionario que sea un político, ninguno se
hubiera podido imaginar la existencia del internet, las redes
sociales, o los exitosos modelos de conexión entre la oferta
y la demanda como Uber, o Airbnb entre muchas otras
innovaciones. Lo anterior, genera una barrera que impide
cualquier tipo de innovación disruptiva, puesto que el
6. modelo solamente provee recursos técnicos y financieros al
cumplimiento de los objetivos políticos, algo muy similar a
lo que pasó durante los años 60s con la carrera
espacial. Otro gran problema de este modelo, es que
convierte al aparato científico en parásito de la burocracia
gubernamental, que en este sistema se considera la mayor
y casi única fuente de financiación de I+D.
El triángulo de Sábato, esta basado en tres conceptos que
han demostrado ser falsos. El primero, es asumir que las
universidades ostentan el monopolio del conocimiento, lo
cual en la era del conocimiento ya no es cierto. El segundo,
es creer que la innovación es un proceso meramente lineal
que se origina únicamente por profesores con titulo de
doctor (PhD) y, el tercero, es desconocer el poder
determinante del libre mercado, y asignar ese poder a los
políticos. Si bien esos conceptos parecían ser hipótesis
validas en los años sesentas, en el siglo XXI son
simplemente teorías obsoletas que no resistieron a la
economía del conocimiento.
Ante esta realidad estamos frente a un nuevo modelo de
gestión de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. En la
cabeza de dicho modelo y como único determinante, se
encuentra el mercado. Es el libre mercado, el que con sus
infinitos recursos brinda los incentivos financieros que
7. dinamizan la I+D+i. Debajo del mercado encontramos a las
empresas, como única entidad en contacto directo con el
mercado, capaz de empujarlo mediante nuevas tecnologías
(technology push), o suplir sus demandas mediante nuevos
productos y servicios (market pull). Y, debajo de las
empresas, pero de una forma difusa debido a la
democratización del conocimiento, encontramos el
componente académico, principalmente como fuente de
talento (masa crítica), para el aparato productivo, pero
entendiendo que ya no es necesario tener un titulo de
doctor para correr la frontera de la ciencia. De allí, que
gran cantidad de las innovaciones que han revolucionado
los mercados, hayan provenido de personas que no
asistieron a ninguna universidad.
Modelo de Innovación en la sociedad del conocimiento
8. La innovación y el emprendimiento han generado
dinámicas impredecibles en el desarrollo de la humanidad,
y es por esto que las nuevas generaciones ya no reconocen
al sistema universitario como único camino para el
conocimiento, y la movilidad social. De una manera
transversal en este modelo, encontramos al gobierno, como
veedor del cumplimiento de las reglas del libre mercado,
protector de los derechos de propiedad industrial, y
dinamizador de la economía mediante la reinversión de los
impuestos en compras públicas que le permita actuar como
agente de cambio que impulsa el consumo innovador. En
ausencia de un estado que permita el libre mercado,
desaparecen las condiciones para existencia de la I+D+i. Es
así como evidenciamos, que naciones como Cuba o
Venezuela que han caído en regímenes de izquierda,
carecen de libre mercado y por tanto de innovación, de
emprendimiento y por supuesto de crecimiento económico.
Vemos con preocupación un Ministerio de Ciencia, que
persiste en aplicar una política pública de I+D+i obsoleta y
evidentemente fracasada, pero peor aún cada vez más
distante de la sociedad del conocimiento, de la innovación
y el emprendimiento. La ciencia y el desarrollo tecnológico
deben avanzar como dos líneas paralelas en el
tiempo. Para que una tecnología pueda ser desarrollada,
9. primero se debe visionar, luego se debe desarrollar la
tecnología habilitante para en la tercera fase permitir
masificar la I+D de dicha tecnología y de allí a los
mercados.
El SNCT ha sido históricamente gobernado por un cónclave
de académicos que no reconoce el papel protagónico que
tienen la inversión privada, las empresas, y los mercados en
el desarrollo tecnológico y por este motivo excluyen
intencionalmente a los empresarios, movidos por un
discurso de lucha de clases cada vez más presente en el
adoctrinamiento académico, donde se desprecia al agente
generador de riqueza (empresarios). Esto a su vez sirve
como una barrera defensiva para impedir que los recursos
del Ministerio de Ciencia tengan otro destino diferente a la
academia. El adoctrinamiento anti empresa y anti riqueza
es uno de los elementos que impide que se generen las
dinámicas necesarias para un ecosistema innovador.
Es así como cada día aumenta la presión para obtener más
recursos estatales para sostener un anacrónico entramado
de grupos y centros de investigación universitarios que
subsisten de los escasos recursos fiscales de Minciencias
que cada día se tienen que repartir entre más y más
investigadores, pero que, ante su desconexión del sistema
10. productivo y los mercados, no se facilita el acceso a otras
fuentes de financiación para el desarrollo tecnológico.
Es importante entender que las inversiones privadas en
I+D+i son inversiones de corto plazo, enfocadas
principalmente al desarrollo tecnológico, más que al
desarrollo de las ciencias básicas. Por lo anterior es normal
que los estados inviertan en el largo plazo, que para el
efecto son las inversiones encaminadas a cumplir dos
objetivos, primero el desarrollo de ciencia básica y segundo
el desarrollo de talento para la I+D. El talento es el
mecanismo pasivo de la innovación, y por tanto se requiere
invertir en el desarrollo de nuevos talentos no solo para el
sistema académico, sino que alimenten el aparato
productivo (los agentes maximizadores de ganancia) que
generan el cambio tecnológico y por ende el crecimiento
económico.
Considerando la desconexión existente con el sector
privado, el SNCT debe asumir con sus ya escasos recursos,
también el desarrollo tecnológico y algunos incipientes
esfuerzos de innovación que claramente viven
desfinanciados. El obsoleto modelo de gestión que ejecuta
Minciencias, sufre así de ausencia de resultados, debido a la
dispersión del uso de sus recursos y la desconexión con el
crecimiento económico del país, lo cual cada vez lo aísla
11. más, ya que se considera una dependencia estatal que
gasta, pero no produce.
El tema se torna aún más complejo cuando hablamos de
innovación. En el sistema de Minciencias, quienes visionan
el desarrollo tecnológico son un comité académico
denominado como: “La Misión de Sabios”. En dicha misión
de sabios, no tiene ninguna representación el aparato
productivo del país, ya que no encontramos ningún
empresario. Cabe resaltar que una misión de sabios similar
fue convocada en los años 90s y su resultado también fué
un fracaso, ya que en la era del conocimiento es imposible
pretender que unos individuos actúen como oráculos del
futuro tecnológico que hoy en día esta determinado por
unos mercados que ellos desconocen. Para que el lector
se haga una idea de lo importante de incluir al sector
productivo en la política pública de innovación, en Estados
Unidos durante el año 1995 el 73% de la I+D financiada
con recursos estatales se hacia en empresas privadas,
mientras un 12% se hacia en laboratorios federales y tan
solo un 9% soportaba la investigación universitaria (Fuente:
National Innovation Systems – Richard R. Nelson). El
retorno en crecimiento económico de dicha inversión es
claramente visible en el crecimiento del PIB de los Estados
Unidos en los años posteriores.
12. Las empresas invierten en innovación con el fin de lograr
ventajas competitivas, que les permitan consolidar su
posición dominante en los mercados o bien crear nuevos
mercados en los cuales no tenga ninguna competencia
(océanos azules). Es una gran mentira, afirmar que los
descuentos tributarios son el motor que mueve la inversión
privada en innovación. Pese a lo anterior, desde hace más
de 30 años existe una exención tributaria de un porcentaje
de los recursos invertidos por las empresas en
innovación. Gracias a ese beneficio tributario lo único que
ha florecido es una gran red de empresas consultoras
especializadas en maquillar proyectos para tramitar dichas
exenciones ante las entidades públicas que otorgan el
beneficio y que nada aportan a la innovación. Claramente
nadie invierte en innovación para pagar menos impuestos,
esta es una de las grandes mentiras de la fracasada política
pública de innovación.
Aunque Minciencias debería ser el ente estatal que dicte
políticas sobre innovación, claramente dicha función no ha
sido cumplida desde hace muchos años, primero que todo
por que nunca ha existido ni en Minciencias, ni cuando era
Colciencias ninguna persona con experiencia real como
innovador en dicha cartera. Es decir, nadie que haya creado
un nuevo producto o servicio y que lo haya introducido
13. exitosamente en el mercado. Por la falta de experiencia, en
Minciencias no son conscientes de la problemática de
adopción de innovaciones que tiene el mercado
colombiano, donde tenemos menos de 0,8% de consumo
innovador mientras otros países promedian un 2,5%
acuerdo a los estudios de difusión de innovaciones.
La ciencia, el desarrollo tecnológico y la innovación,
requieren gerentes que las gestionen, y la experiencia como
gerente no se descarga de internet, ni llega mágicamente
cuando se obtiene un titulo de doctor. Vemos que tanto en
la cartera de Minciencias, como en la Dirección de INNpulsa
fueron nombrados docentes sin experiencia gerencial, lo
cual deja estas entidades al buen criterio de personas que
sin duda son académicamente brillantes, pero que no
tienen ninguna estructura de liderazgo organizacional, lo
cual les impide entender como funcionan las dinámicas la
innovación que son reguladas por las leyes de los
mercados, para lo que se requiere de mucha experiencia en
el mundo real para su comprensión. No en vano, los
gerentes de las grandes empresas son quienes reciben las
mejores remuneraciones en el mercado, simplemente por
que no cualquiera puede gerenciar.
Para todos queda claro, que el desarrollo económico tiene
una alta dependencia del cambio tecnológico, sin embargo
14. para el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Ciencias no
hace parte de la ecuación de la economía del país, esto
debido a que el SNCT es simplemente un sistema parásito
donde se “gasta” parte del presupuesto nacional, y digo
gastar por que el sistema no mide el retorno económico de
los recursos fiscales entregados a Minciencias, si existiera
dicha medición podríamos hablar de “inversión”, sin
embargo, las convocatorias, que son la manera como se
reparten los recursos de I+D+i, no exigen ningún retorno
de dicha inversión y por tanto la mayoría de los recursos
son considerados simplemente como ejecución
presupuestal, ósea gasto de funcionamiento. Si se quiere
cambiar el sistema, a cada millón otorgado en financiación
de proyectos de desarrollo tecnológico o de innovación, se
le debe medir el retorno a la inversión en indicadores de
desarrollo económico, tales como exportaciones, empleos
generados, ventas, o valorización del activo entre muchos
otros. Así se podría tener una noción del impacto real que
tiene la inversión en ciencia y tecnología en el Producto
Interno Bruto (PIB), y dejar de ser un simple gasto para
convertirse en una inversión.
Por la ausencia de una política estructurada de innovación,
al pobre Ministerio de Ciencias, le pasa lo mismo que les
pasa a los directores de innovación de las empresas que no
15. son innovadoras. En las empresas de bajo nivel
tecnológico, por un tema de moda, crean direcciones de
innovación en tercer o cuarto nivel de la organización,
donde les asignan un pequeño presupuesto para hacer
proyectos mayoritariamente de poca importancia
(innovación abierta, design thinking, cultura de innovación
), pero donde al director de innovación no lo dejan tocar el
core del negocio. Como el Ministerio de Hacienda no
espera ningún aporte al crecimiento económico del país de
parte de Minciencias, a esta cartera se la trata como un
ministerio de muy poca importancia y trascendencia que
poco o nada influye, ni en la economía, ni en la política
pública.
Los sistemas de innovación de los países ricos difieren
mucho de los sistemas de innovación de los países en vías
de desarrollo. Mientras los países con grandes recursos
(USA y Europa por ejemplo), fundamentan sus modelos en
satisfacer las necesidades de sus grandes y altamente
rentables mercados, los países de bajos ingresos deben
fundamentar sus sistemas de innovación con una fuerte
orientación a las exportaciones para compensar las
debilidades del mercado interno. Lamentablemente están
pretendiendo copiar en Colombia modelos de desarrollo de
naciones que no son referentes validos para nuestra
16. estructura de mercados. Es importante resaltar que existen
dos tendencias globales en la estructuración de sistemas de
innovación, el primero es el sistema conectado, donde se
desarrolla el pipeline de innovación completo desde la
investigación científica, el desarrollo tecnológico, el
prototipado y pruebas, el desarrollo de las capacidades de
producción industrial y la puesta en el mercado. Este
sistema ha demostrado ser altamente efectivo y es el usado
por entidades que están en la punta de lanza del desarrollo
tecnológico como DARPA (Defense Advanced Research
Project Agency) por ejemplo. El segundo es el sistema
desconectado, que es el modelo Colombiano donde unas
universidades hacen unas investigaciones financiadas por el
estado, pero no están conectadas con el aparato
productivo de la nación, lo cual hace que la mayoría de
proyectos descansen en los anaqueles universitarios y casi
nunca lleguen a los mercados. De otra parte, el sistema de
selección de proyectos a financiar que utiliza Minciencias es
un obsoleto sistema de evaluación por pares universitarios,
el cual niega el acceso a las innovaciones disruptivas al
sistema, puesto que la misión de los pares es precisamente
eliminar el riesgo. Dichos pares son escogidos por sus
títulos académicos, más no por su experiencia, lo cual hace
que los procesos de evaluación carezcan de la visión del
mundo real y la experiencia empresarial. Gran cantidad de
17. estudios han demostrado la ineficiencia de usar evaluación
por pares en proyectos de innovación., es por esto que los
países desarrollados utilizan evaluaciones objetivas
fundamentadas en el desempeño de diferentes factores
(económicos, tecnológicos, financieros, de mercados
etc.). Se puede decir que muchos de los desarrollos
informáticos que vimos en la década de 1990, como el
correo electrónico, los gráficos por ordenador, la
informática interactiva, las arquitecturas de chip alternativas
y las redes, tuvieron su origen en las decisiones de
financiación de DARPA tomadas en las décadas de 1960 y
1970 con las metodologías de evaluación objetiva de
desempeño.
Si cambiáramos el modelo de innovación por un sistema
conectado, y que la política pública de innovación se
enfoque en desarrollar las capacidades tecnológicas de las
empresas con vocación exportadora, esto compensaría la
ausencia de fuentes de financiación para proyectos de
desarrollo tecnológico en etapa temprana, y así se podría
superar el famoso valle de la muerte, permitiéndonos llevar
más productos y servicios de alto valor a mercados
externos. Mientras la humanidad avanza a pasos
agigantados fortaleciendo sus estructuras conectadas de
innovación disruptiva e innovaciones de creación de
18. mercados (MCI por sus siglas en ingles), nuestro país se
rezaga cada vez más en materia de innovación,
condenándonos a las poco novedosas y nada diferencias
innovaciones incrementales (mejoras continuas), o a las
populistas, pero nada eficaces innovaciones abiertas. Las
palabras convencen, pero el ejemplo arrastra, la mejor
forma de crear un ecosistema de innovación es teniendo
casos exitosos de empresas innovadoras generando
grandes riquezas.
En resumen, en los años 60s cuando el señor Capitán de
Corbeta Alberto Ospina, muy acertadamente creó
Colciencias, diseño el modelo de política pública de
innovación que se sigue utilizando en la actualidad. Este
modelo de innovación fue inspirado en los principios de
Vannevar Bush, asesor del Presidentes Roosevelt quien
durante la segunda guerra mundial movilizó a la
comunidad científica de estados unidos para apoyar los
esfuerzos de guerra, y luego de la guerra ante la
disminución de recursos de I+D propuso el modelo de
innovación desconectada, donde las universidades hacen
proyectos de desarrollo de ciencia financiados por el
estado, mientras las empresas de otra parte se enfrentan
de manera independiente a los mercados. Pese a los
grandes cambios tecnológicos de la humanidad en los
19. últimos 50 años, y los cambios en la manera en la que se
gerencia el desarrollo tecnológico este modelo colombiano
no ha evolucionado. Por tanto, nos enfrentamos a la
sociedad del conocimiento, con un modelo de gestión
obsoleto, que excluye al aparato productivo del país
(Agentes maximizadores de ganancia) y se limita a un
ámbito meramente académico, donde los títulos valen más
que la experiencia.
Tenemos también un grave problema de liderazgo, ya que
la política de innovación esta siendo dirigida por individuos
académicamente brillantes, pero sin ninguna experiencia en
temas gerenciales y por tanto no se incluyen indicadores de
impacto económico que sustenten el retorno de la
inversión en innovación. Por último y tal vez más
importante, el estado ha abandonado su labor de agente
de cambio. En las naciones desarrolladas, los diferentes
ministerios, poseen presupuestos independientes para
inversión en I+D, donde los estados asumen la función de
primeros adoptantes (compradores) de nuevas
tecnologías. En Colombia, los diferentes ministerios no
realizan inversiones sectoriales en innovación que impulsen
el desarrollo económico de sus áreas de interés, siendo la
gran excepción el sistema de I+D+i de la Armada Nacional
que se caracteriza por tener el mayor centro de desarrollo
20. tecnológico del país y un ambicioso plan de desarrollo a
corto, mediano y largo plazo, lo cual demuestra que si es
posible implementar modelos exitosos de innovación
pública.
Nuestro obsoleto modelo de gestión pública de
innovación, es un obstáculo que impide que la
I+D+i se proyecte como la gran herramienta de
desarrollo económico de la nación…
Capitán de Fragata (RA) Germán Acevedo Orduña MSc.
Ingeniero Naval con maestría en Automática, Ex director de
Investigación y Desarrollo de la Armada de la República de
Colombia, fundador del Centro de Innovación para
Motociclistas, y actualmente Director del Programa Global
de Seguridad Ocupacional para
Motociclistas www.gmosp.org El Capitán Acevedo ha sido
ganador del primer puesto del Premio Nacional de
Innovación “INNOVA” que otorga la Presidencia de la
República de Colombia, ganador del
Primer Puesto del Premio Accenture a la Innovación, el
cual es considerado uno de los mayores premios de
21. innovación del país, ganador del primer Puesto del
International Venture Day del IE Business School de España,
la cual es reconocida dentro de las mejores escuelas de
negocios del mundo entre tantos otros reconocimientos.
Ha dedicado los últimos años de su vida profesional a
solucionar un gran problema de humanidad “el accidente
en moto”, el cual es la primera causa de muerte violenta de
jóvenes en el mundo. Posee más de ocho procesos de
patentes de productos y servicios que se venden alrededor
del mundo, llegando a ser el único que ha demostrado
reducir en mas de un 90% los índices de mortalidad de
motorizados en todas sus intervenciones.
Co-Fundador de innovation-team.co una organización con
propósito, que busca a través del conocimiento ayudar a las
empresas a solucionar los grandes problemas de la
humanidad mediante la innovación disruptiva.
En los grandes problemas de la humanidad se encuentran
las grandes oportunidades para los innovadores…
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Publicado por
German Acevedo Orduña
Emprendedor serial / Innovador disruptivo / Velerista
Fecha de publicación: 2 meses
5 artículos Siguiendo
Para nadie es un secreto el fracaso del modelo de gestión pública de la innovación,
en este documento explico el por que de ese fracaso, y presento el como crear un
22. modelo de gestión de I+D+i que en lugar de ser parásito de recursos públicos,
aporte al crecimiento económico del país.
#Minciencias #innovación #Innovation #I+D+i #gestión
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3 comentarios
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Andrés Felipe Valencia Gómez
Co-Founder Anzi.Finance
• 2º 2 meses (editado)
El artículo que publicas es muy interesante, una crítica fuerte pero que
tiene puntos muy valiosos, estoy de acuerdo en muchos puntos:
* Las empresas no innovan para reducir impuestos.
* Es una locura pensar que una política de innovación que no incluya a las
empresas va a dar resultados.
* Una combinación de tech push y market pull es el adecuado.
* La inversión en innovación en las empresas tiene una perspectiva de
corto plazo y la academia y el Estado deben dedicarse al largo plazo. Esto
es compatible con el technology readiness level.
* Dedicar a políticos a decidir sobre la I+D+i es un oximoron.
Me pareció muy interesante el concepto de triángulo de Sábato y sus
debilidades, aunque no estoy seguro que esté totalmente obsoleto, pero si
100% que está incompleto.
Agregaría varios puntos:
* La revolución digital y el desarrollo de herramientas hace que ya no sea
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23. Recomendar · 1 Responder · 2 respuestas
Cargar respuestas anteriores
necesario en muchas ocasiones niveles de estudio de Phd, sin embargo
esto es por el empaquetamiento tecnológico.
* Existen otros campos en donde definitivamente sí es necesario
(especialmente en el tech push), por ejemplo lo que llaman los VC sectores
High Tech: Salud, Materiales, Militar, Computación, Aviónica.
Contiúo....
German Acevedo Orduña • Siguiendo
Emprendedor serial / Innovador disruptivo / Velerista
Recomendar · 1 Responder
2 meses (editado)
Andrés Felipe Valencia Gómez muchas gracias Andrés aprecio
mucho tus comentarios. En efecto comparto contigo la necesidad de
desarrollar una estrategia de desarrollo de capacidades de
manufactura avanzada como realizaron Japón, Korea o China por
ejemplo. Tenemos grandes oportunidades de desarrollo, y eso quedó
…ver más
German Acevedo Orduña
Emprendedor serial / Innovador disruptivo / Velerista
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Más de German Acevedo Orduña
La educación está
sobrevalorada
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