La esencia del arte de vivir en la existencia es proceder congruentemente con lo que las circunstancias nos exigen, sin convertirnos en un personaje con el que terminemos identificados; éste es el verdadero aprendizaje. Es el arte de “actuar” en la “no-identificación” y su maestría gravita en la neutralidad, en afrontar las situaciones desagradables del mismo modo que las agradables; sin evadir las cosas desagradables —como suele ser común—, sino de “actuar” en la “no-identificación”. Dado que el poder del “acto” se intensifica cuando se procede por la acción misma, y no como medio para proteger y fortalecer la falsa identidad; además, porque “sólo en la neutralidad es posible aprender” de las experiencias de la vida. Vivir en la “no-identificación” no significa actuar con menosprecio hacia las circunstancias ni hacia los actores del drama de la vida; es actuar desde una base real y consciente, y desde la comprensión del fondo y el verdadero significado de las cosas. El sabio comienza por vivenciar lo que quiere enseñar, y después enseña. Confucio