Este documento discute el tema de los ministerios de evangelización y testificación como ministerios perpetuos según la Biblia. Explica que mientras haya personas que necesiten la salvación, es necesario continuar este trabajo, y que solo cuando Cristo regrese se cesará esta labor. También destaca la importancia de nutrir a los nuevos creyentes, entrenar a otros para estas tareas, y realizar un ministerio hacia los miembros que se han alejado de la iglesia.