La historia cuenta las múltiples catástrofes que sufrió la ciudad de Laredo, incluyendo grandes olas, un terremoto y lluvias de meteoritos. Los habitantes tuvieron que reconstruir y abandonar la ciudad en varias ocasiones. Finalmente, descubrieron que las catástrofes se debían a que un niño había robado una piedra sagrada, por lo que dejaron al niño con la piedra para calmar a la naturaleza.