La psicología evolutiva estudia el desarrollo psíquico desde la concepción hasta la muerte. Incluye el crecimiento físico y la maduración de las capacidades, así como el aprendizaje. Sus objetivos son describir las secuencias de desarrollo, comprender la integración de las conductas y construir modelos teóricos a partir de datos empíricos. Sin embargo, es importante no generalizar y reconocer la singularidad de cada sujeto más allá de su edad cronológica.