Las áreas protegidas son necesarias para preservar la biodiversidad y ecosistemas naturales, proveer servicios ambientales como regulación hídrica y climática, y mantener sistemas ecológicos. También permiten el avance científico, el desarrollo personal a través de la conexión con la naturaleza, y la valoración de la cultura propia desde una perspectiva histórica. Los objetivos de las áreas protegidas incluyen conservar especies, ecosistemas y el patrimonio natural, así como proveer beneficios