5. Ante una gran epidemia, nadie puede permanecer indiferente. Todos somos invitados a sentirnos responsables de la salud de los demás.
6. Si eso pasa con la salud del cuerpo, ¿no habrá que preocuparse también de la salud del espíritu?. Pues parece que esa importa menos. Es como si hiciéramos un pacto silencioso para aceptar pasivamente cualquier maldad.
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8. Jesús en el evangelio ofrece algunas pautas para corregir al hermano que peca.
9. En una tercera instancia hay que poner el caso en conocimiento de la comunidad.
10. En nuestros días, la libertad individual es tan soberana que difícilmente puede entenderse la corrección fraterna. Miramos al otro como un extraño. No nos importa su conducta porque no nos importa su felicidad.
11. El evangelio nos anuncia el regalo de la presencia del Señor: «Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». UNA PRESENCIA QUE SALVA
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14. Señor Jesús, Tú conoces la debilidad de nuestras comunidades cristianas. Perdona tú el individualismo que las paraliza. Danos fuerza y amor para corregirnos unos a otros. Que tu espíritu nos reúna en la oración para que el Padre escuche nuestra súplica. Amén.
15. Texto: José Román Flecha Andrés PALABRA DEL SEÑOR –Salamanca Presentación: Antonia Castro Panero Música: Silvitasaint…violin