Jesús resume los más de 600 preceptos religiosos de la Torá en dos mandamientos: amar a Dios con todo el ser y amar al prójimo como a uno mismo. Jesús enseña que el amor va más allá de cumplir normas, y debe ser una entrega total como la que él tiene por el Padre. El verdadero amor cristiano significa amar incluso a los enemigos, siguiendo el ejemplo de Jesús.