1. CARNAL
Gálatas 5: 16 – 21
Introducción: A manera de recordatorio, ya hemos hablado que existen tres tipos de personas registradas en la palabra
de Dios: Naturales, Espirituales y Carnales. Aprendimos que el natural no percibe ni entiende las cosas espirituales,
además, es movido por sus razonamientos y emociones. El espiritual si percibe las cosas espirituales y las puede entender
porque es movido por el Espíritu de Dios. Ahora queremos aprender cuales son las características de una persona carnal.
Hombre Carnal: Es el tipo de persona que percibe, entiende y conoce las cosas del Espíritu de Dios. Pero no es gobernado
por el Espíritu, sino que los impulsos de su carne lo gobiernan.
Aquí presentamos algunas características del hombre carnal:
1- Entiende la verdad de Dios, pero no la obedece
El propósito de Dios es que todos los seres humanos conozcan y entiendan la verdad, para que a través de la
fe y la obediencia a esta verdad todos alcancemos la salvación de nuestras almas.
Conocerla y no obedecerla te deja en la misma posición que no haberla conocido. Es decir, fuera del Reino de
Dios.
Este acto de desobediencia es pecado en si mismo. Santiago 4: 17 “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace,
le es pecado.”
2- La Carne, un enemigo de la casa
Los deseos de la carne estarán con nosotros todos los días de nuestra vida. Lo que tenemos que hacer es
luchar para que esos deseos no se conviertan en obra.
Ejemplo: Puede sentir el deseo de agredir verbal o físicamente a una persona, pero otra cosa es hacerlo.
Un consejo de la Palabra: Gálatas 5: 16 “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la
carne.”
3- ¿Cuáles son las obras de la carne?
Gálatas 5: 19-21 “Y manifiesta son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios,
borracheras, orgias, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya lo os he dicho
antes, que los que practican tales cosas no heredaran el reino de Dios.
No hay reino de Dios para los que hacen las Obras de la carne.
4- Gálatas 5: 17 “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisieres.
¿Es posible ganar esta batalla? Si es posible. Si somos guiados por el Espíritu de Dios. Gálatas 5: 18
Gálatas 5: 24, 25 “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por
el Espíritu, andemos también por el Espíritu”
Conclusión: Entendemos por la palabra que ser carnales no es del agrado de Dios. El Señor quiere que seamos personas
espirituales guiados por su Espíritu. El Señor Jesucristo nos dará la victoria para que podamos contrarrestar los deseos de
la carne y para que seamos hombres y mujeres movidos e impulsados por la fe, la gracia y el Poder del Espíritu de Dios.