El documento presenta 7 mejores prácticas para aplicaciones ciudadanas en ciudades inteligentes. Estas prácticas incluyen la apertura de información pública, reportes públicos, retroalimentación ciudadana al gobierno, involucrar a ciudadanos como sensores de datos, fomentar el voluntariado ciudadano, tratar a ciudadanos como científicos ciudadanos, y priorizar la privacidad por diseño. El objetivo general es innovar para crear ciudades inteligentes que sean sostenibles e inteligentes.