2. La inflación, en economía, es el aumento generalizado y sostenido del
precio de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un
período de tiempo, generalmente un año. Cuando el nivel general de
precios sube, con cada unidad de moneda se adquieren menos bienes y
servicios. Es decir, que la inflación refleja la disminución del poder
adquisitivo de la moneda: una pérdida del valor real del medio interno de
intercambio y unidad de medida de una economía. Una medida frecuente
de la inflación es el índice de precios, que corresponde al porcentaje
analizado de la variación general de precios en el tiempo (el más común
es el índice de precios al consumidor).
Los efectos de la inflación en una economía son diversos, y pueden ser
tanto positivos como negativos. Los efectos negativos de la inflación
incluyen la disminución del valor real de la moneda a través del tiempo, el
desaliento del ahorro y de la inversión debido a la incertidumbre sobre el
valor futuro del dinero, y la escasez de bienes. Los efectos positivos
incluyen la posibilidad de los bancos centrales de los estados de ajustar
las tasas de interés nominal con el propósito de mitigar una recesión y de
fomentar la inversión en proyectos de capital no monetarios.
3. La devaluación es la pérdida del valor nominal de una moneda corriente frente a otras
monedas extranjeras. Esta devaluación de una moneda puede tener muchas causas, entre
éstas la de una falta de demanda de la moneda local o una mayor demanda de la moneda
extranjera.1 Lo anterior puede ocurrir por falta de confianza en la economía local, en su
estabilidad, en la misma moneda, entre otros. El proceso contrario a una devaluación se
conoce como revaluación.
En un sistema cambiario libre, es decir donde la intervención del banco central es nula o casi
nula, la devaluación se conoce como depreciación.
Las monedas de los países representan un valor, este valor está relacionado con la riqueza de
un país. La moneda en sí no tiene un valor real, sino que es solo representativo.
Ejemplo: Si todos los bienes que alguien tiene (imaginemos que estos son todos los bienes
existentes) se valoraran en 100€ se podrían emitir 100 monedas de un euro para representar
el valor de dichos bienes; pero si en un momento dado se emiten 100 monedas más de 1€
(ahora hay 200€ en total) sin aumentar el número de bienes que existen, las monedas que
están en circulación no representan el valor real de los bienes, por lo que existen tres
opciones:[
Hacer modificaciones a los bienes existentes para incrementar su valor a 200€.[Sacar de
circulación 100 monedas de un euro.[Darle un menor valor (real) a la moneda (50
céntimos). Esto es exactamente devaluar la moneda.
Si se tienen en circulación 200 monedas es muy difícil decir a quienes las tengan que las
devuelvan sin recibir nada a cambio. Por lo tanto lo más fácil es devaluar la moneda.[
4. El término contabilidad medioambiental hace referencia a la inclusión,
dentro de las cuentas de una compañía o de un país, de elementos que
hacen referencia al impacto ambiental de sus acciones. De esta manera,
se extiende el concepto de "beneficios" o "pérdidas" sacándolo de un
ámbito puramente monetario. Se puede saber así de una forma rigurosa y
estandarizada si las actuaciones corporativas o estatales son beneficiosas
o perjudiciales para el medio ambiente.
La contabilidad medioambiental identifica y mide el uso de recursos, su
impacto y sus costes. Los costes pueden incluir la limpieza de lugares
contaminados, multas de carácter medioambiental, impuestos, compra de
tecnología verde, tratamiento de residuos y en última instancia la
integración de externalidades ambientales.
Un sistema de contabilidad medioambiental se compone de una cuenta
ecológica, y de una cuenta convencional adaptada. La cuenta
convencional adaptada mide los impactos en el medioambiente en
términos monetarios. La cuenta ecológica mide el impacto que una
empresa tiene en el medio ambiente en términos físicos (kilogramos de
residuos producidos, kilojulios de energía consumida).
5. Por deuda pública o deuda soberana se entiende al conjunto de deudas que
mantiene un Estado frente a los particulares u otro país. Constituye una forma de
obtener recursos financieros por el Estado o cualquier poder público materializada
normalmente mediante emisiones de títulos de valores o bonos.
Para financiar sus actividades, el sector público puede utilizar esencialmente tres
medios:
Impuestos y otros recursos ordinarios (precios públicos, transferencias recibidas,
tasas, etc.).
Creación de dinero, mediante un proceso de expansión monetaria.
Emisión de deuda pública.
Pero además de esto, el Estado puede utilizar la deuda como instrumento de
política económica y en este caso debe aplicar la política de deuda que considere
en cada momento más apropiada a los fines que persigue.
La deuda pública puede afectar, de una manera más o menos directa, a variables
económicas de las que depende básicamente el funcionamiento real de la
economía, tales como la oferta monetaria, el tipo de interés, el ahorro y sus formas
de canalización, bien sea nacional o extranjero, e intermunicipal, etc.
La deuda pública es la obligación que tiene el Estado por los préstamos totales
acumulados que ha recibido o por los que es responsable, expresándose a través
del valor monetario total de los bonos y obligaciones que se encuentran en manos
del público.