La guerra civil siria comenzó en 2011 como protestas pacíficas contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad, pero pronto se convirtió en un conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales y varios grupos rebeldes, incluido el Ejército Libre Sirio. La lucha se intensificó en 2012 con brutales batallas en ciudades como Homs, Alepo y Damasco, y para 2013 la guerra se había extendido por todo el país entre ofensivas gubernamentales y la continua resistencia rebelde.