Para San Buenaventura, la contemplación es el proceso de desprenderse de lo terrenal y purificarse a través de la virtud para alcanzar a Dios y disfrutar de paz. Considera que la filosofía debe contribuir a este ideal haciéndonos mejores personas. El proyecto de Dios es un plan de amor más que de conocimiento, y la perfección cristiana consiste en vivir en el amor, no en la pobreza o técnicas de meditación. El amor nos diviniza y transmite vida a las virtudes para