El gobierno de Honduras anunció que varias instituciones estatales reanudarán los servicios presenciales a partir del 10 de agosto, dividiendo al personal en tres grupos que rotarán entre trabajo presencial y remoto. Las instituciones deberán cumplir estrictos protocolos de bioseguridad como el uso de mascarillas y distanciamiento social. El personal de alto riesgo continuará trabajando de forma remota, mientras que otras instituciones esenciales mantendrán operaciones sin cambios.