Este documento discute la importancia de la regulación del agua potable para proteger la salud pública. Resalta las tendencias globales en el acceso a agua y saneamiento, y las consecuencias para la salud como la diarrea y el cólera. Explica cómo las guías de la OMS y las regulaciones nacionales pueden establecer objetivos basados en la salud para reducir las enfermedades. Finalmente, enfatiza la necesidad de adaptar las guías a cada país y de realizar vigilancia independiente del cumplimiento de las normas.