La musicoterapia se practica en niños con discapacidad a través de la improvisación, escuchar música, y juegos musicales. Estas actividades ayudan a los niños a desarrollar su creatividad y autorregulación emocional. Además, escuchar música ayuda a desarrollar la comunicación, las habilidades sociales, y el aprendizaje. La música también estimula la exploración y hace que la terapia sea divertida y atractiva para los niños.