Este documento discute la "Palabra Impronunciable" de nuestra época, que el autor argumenta que es la palabra "diferencia". Explica que mientras nuestra sociedad celebra el pluralismo y el multiculturalismo, en realidad no tolera reconocer diferencias reales entre razas, géneros o culturas. Finalmente, señala la paradoja de que promovemos la pluralidad pero no queremos que las diferencias importen realmente.