El cemento se debe almacenar en ambientes secos y protegidos de la humedad y la lluvia. Se recomienda almacenarlo en cobertizos sobre tarimas de madera, cubrirlo con mantas impermeables, y ventilarlo. El cemento no debe apilarse a más de 3 metros de alto y su almacenamiento ideal es máximo 2 meses en obra y 1 mes en almacén. Antes de usarlo hay que verificar que no contenga grumos u otros defectos.